Chile: ¿Habrá cambios con Ricardo Lagos?

24/01/2000
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 ricardo lagos
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El candidato de la Concertación Democrática, Ricardo Lagos, logró un modesto triunfo sobre el derechista Joaquín Lavín en las elecciones del 16 de enero y será quien conduzca los destinos de Chile en los próximos 6 años.

 

Lagos obtuvo el 51.31% de los votos válidos en tanto que Joaquín Lavín alcanzó el 48.69%. La diferencia entre uno y otro —el 2.62%- habla de una segunda ronda electoral muy reñida, en la que no faltaron los incidentes y enfrentamientos, sobre todo en el último tramo de la contienda. El voto de izquierda, preocupado por el avance de la derecha en la primera vuelta electoral, fue decisivo para el triunfo de Lagos. “Los ciudadanos no votaron para cambiar nada, sino para conservar lo que tienen, por más que resulte insatisfactorio”, señaló un analista.

 

Con este resultado, la Convergencia Democrática, conformada por socialistas, demócrata cristianos, socialdemócratas y radicales, asegura la continuidad de la coalición en el poder desde 1990.

 

La propuesta de Lagos es evidente que difiere mucho de la “vía al socialismo” de Salvador Allende. Desde que fue ministro de Educación, durante el gobierno de Patricio Aylwin (1990— 1994) y ministro de Obras Públicas de Eduardo Frei, Lagos ha adherido a las tesis neoliberales y a sus reglas de juego. Lagos prometió a empresarios y banqueros que no habrá nuevos impuestos, que seguirán las privatizaciones, se estimulará la inversión externa y se mantendrá la flexibilidad laboral.

 

Este mensaje, sin embargo, no convenció mucho a los grandes empresarios y banqueros, que prefirieron dar su respaldo económico directo a Joaquín Lavín que habría recibido más de 40 millones de dólares para su millonaria campaña. Lavín, ingeniero comercial de 45 años, apoyado por la Alianza por Chile (compuesta por los derechistas Unidad Demócrata Independiente y Renovación Nacional), pese a sus esfuerzos por distanciarse de su pasado pinochetista, no logró convencer a los electores con su mensaje de “cambio y soluciones concretas”, sin embargo puede vanagloriarse de haber rebasado los límites electorales históricos que tenía la derecha.

 

Asuntos pendientes

 

El mandatario electo deberá enfrentar varios problemas de orden económico, político, social y laboral. Si bien Chile ha experimentado un acelerado crecimiento económico en los últimos años, con una media anual del 8%, actualmente enfrenta una crisis económica agravada por la crisis asiática. Esta situación se refleja en el desempleo, que según cifras oficiales llega el 12%, y en el incremento de la brecha entre ricos y pobres, que ha tornado a Chile en el segundo país latinoamericano más desigual, luego de Brasil. La pregunta que surge es si Lagos podrá revertir las políticas de la Concertación que han descuidado lo social, lo laboral y lo ecológico en función de favorecer al capital local y extranjero. Pese a que en la campaña electoral propuso el “crecimiento con igualdad”, analistas se muestran escépticos y consideran que no se pueden esperar cambios sustanciales en el “modelo chileno”.

 

Otro problema, de orden político, que tiene que enfrentar el candidato triunfante es la pesada legislación heredada de la dictadura que ha condicionado la “transición democrática” en lo que tiene que ver con las rígidas normas para reformar la Constitución de 1980, los senadores designados y el sistema electoral. Si bien en la Cámara de Diputados, el presidente electo contará con 70 diputados frente a 50 opositores, el Senado seguirá controlado por la derecha que mantendrá mayoría con los 9 senadores designados.

 

En relación al posible retorno de Pinochet a Chile, cuya liberación ha sido dispuesta por las autoridades británicas, Lagos ha dicho que él no es responsable de procesar o no al ex dictador, y que velará porque las decisiones delos tribunales sean respetadas y cumplidas. Pero el asunto no es tan sencillo, pues deberá enfrentar las presiones de los militares para detener los juicios contra los uniformados acusados de graves violaciones de los derechos humanos. Solo el juez Juan Guzmán tiene a su cargo más de medio centenar de juicios contra militares, incluidos varios generales.

 

 Publicado en América Latina en Movimiento # 306(ALAI), p. 5, 24-01-2000, Quito

 

https://www.alainet.org/es/articulo/193014
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