Indignación
- Opinión
He sido respetuoso y conciliador, porque estoy consciente de que como dijo Sandino, “nuestra causa triunfará, porque es la causa de la justicia, porque es la causa del amor”. Pero eso no va en detrimento de la firmeza, porque lo cortés no quita lo valiente, sino que por el contrario, dignifica el valor; y la indignación me obliga a hablar con justa dureza acerca de los últimos acontecimientos.
La Universidad Politécnica de Nicaragua (UPOLI) se ha convertido en el Puesto de Mando de las pandillas de los barrios de los alrededores, amparadas en la presencia de los estudiantes, que irresponsablemente les han dado acogida, porque los pandilleros se han convertido en su fuerza de choque para provocar a la Policía. Estos grupos salen en las noches a asaltar viviendas y transeúntes, a extorsionar a los dueños de pulperías amenazándolos con quemarles sus casas, a cobrar peaje a los vehículos que se arriesgan a transitar por el lugar. Todo esto aprovechando la decisión de nuestro gobierno, de no enviar a la Policía a ese sector para evitar provocaciones y situaciones que puedan ser aprovechadas por los zopilotes de la política nicaragüense, que andan en busca de cadáveres.
En horas de la tarde del lunes, 7 de mayo, se había reunido un buen grupo de ciudadanos en la rotonda de La Virgen, cercana a ese lugar, para pedir la paz y respaldar el diálogo. Al poco tiempo fueron atacados sorpresivamente por la espalda a morterazo limpio y pedradas a muy corta distancia por los pandilleros. Una parte de las personas que fueron atacadas, como es natural, se retiraron del lugar, y otra parte con apoyo de pobladores decidió ofrecer resistencia a los atacantes, obviamente procedentes de la UPOLI, y que estaban armados hasta los dientes.
Ante tal circunstancia, la Policía no tuvo otra opción que hacerse presente e impedir una tragedia. Entonces 100% Noticias, que no había informado absolutamente nada de lo que estaba sucediendo, comenzó a “informar” que la Policía estaba reprimiendo fuertemente a los estudiantes de la UPOLI. Igual cosa ocurrió con los sucesos en Niquinohomo y Catarina, donde la Policía no actuó para reprimir a nadie, sino para frenar a los grupos antisandinistas que pretendían atacar a las personas que estaban desarrollando pacíficamente un acto en homenaje al General Augusto C. Sandino, en el cual habían vuelto a pintar de rojo y negro la base del monumento al héroe que combatió y expulsó de Nicaragua a las tropas norteamericanas enviadas por el imperialismo norteamericano a petición de los mismos vendepatria que ahora vuelven a invocar la intervención. Al final, fueron quemadas las casas del FSLN en cada uno de estos municipios.
Nos quieren poner a los sandinistas como agresores, pero son nuestros locales los que están siendo atacados e incendiados, y entre los muertos que reivindica la derecha, hay quienes cayeron apoyando a nuestro gobierno, como el joven incinerado en León durante la quema de la casa del Centro Universitario de la Universidad Nacional (CUUN), a quien nadie le ha hecho una canción. Incluso los que murieron mientras protestaban, aún no se sabe quiénes los mataron, además de que con toda seguridad, son menos que los contabilizados por organismos parcializados. En todo caso, en las investigaciones que se hagan deberá tomarse en cuenta que como todo el mundo sabe, el partido político de derecha que ha tomado control de las acciones que se organizan en la UPOLI es dirigido por gente que tiene experiencia militar.
Finalmente, llama la atención el hecho de que algunos grupos de estudiantes de universidades públicas, como la UNAN-Managua, se hayan sumado a las protestas – si es que así se les puede llamar todavía – con el pretexto de pedir la salida de la dirigencia estudiantil que surgió de elecciones que fueron perdidas por algunos de los que están promoviendo los disturbios allí, donde entre otras cosas, una profesora universitaria fue arrastrada mientras se aferraba con increíble valentía y dignidad a la bandera roja y negra del FSLN, que por aclaración, no es simplemente la bandera de un partido, sino un símbolo de la Revolución gracias a la cual están estudiando esos muchachos en la universidad. Me pregunto, ¿pensarán que si la derecha vuelve al poder van a seguir disfrutando de los beneficios que hoy tienen y van a seguir teniendo la posibilidad de estudiar una carrera universitaria?
Esos jóvenes eran niños o no habían nacido en la época en que gobernaba la derecha en Nicaragua, y por eso es importante que pongan más atención a las clases de historia, o que las autoridades académicas revisen el contenido de esas clases, y por supuesto – como ya he dicho en otros momentos – también es necesario que las estructuras políticas del sandinismo retomemos el trabajo político e ideológico que hemos abandonado, para que así estos muchachos sepan qué pasaría si lo que hoy quieren algunos de ellos se les hace realidad.
10 de mayo de 2018
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