Dilma Rousseff: No se puede judicializar la Justicia

13/04/2018
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Yo soy un peligro pero no abogada. Así empezó, la conferencia de Dilma Rousseff en el Colegio de Abogados de Barcelona arropada por muchos jóvenes brasileños y numeroso público. Encandiló a los asistentes con su pensamiento-esperanza respecto a Brasil-Lula.

 

Brasil vive momentos complejos: un golpe de Estado parlamentario por parte del poder judicial- medios de comunicación-mercado financiero.

 

Tras superar desigualdades económicas las últimas décadas, nadando contra corriente, los gobiernos asumimos nuestro rol y superamos la integración de más de 40 millones de ciudadanos. Salimos de la zona del hambre que habían soportado muchas generaciones, gracias a nuestras políticas de inclusión, seguridad social, redistribución riqueza, sueldos mínimos. La educación, eje importante, dio acceso a un 35% de diplomados hasta que de repente, un Golpe parlamentario del poder judicial, de los medios de comunicación y del mercado financiero para recuperar el neoliberalismo acabó con nuestros objetivos.

 

Nuestras medidas demostraron que se podía crecer y mantener políticas respetuosas con todos los países del mundo. América Latina era y es una unión de Naciones amigas. Somos el segundo país más grande africano, después de Nigeria fuera, de África preponderadamente negro, conscientes de la necesidad de abolir la esclavitud. Brasil se afirmaba como país no imperialista, lo conducimos a un crecimiento total que acabó con el Golpe que lo radicalizó a manera de guerra fría. ¿La alegación? El avance del comunismo. Pérdida de todas las democracias, derechos, proceso rápido de corrupción, estados de excepción. Ataques al poder ejecutivo, acabar con el Presidente sin acusación demostrada para enfocar Brasil en otra dirección: la economía-la banca-la privatización.

 

Solo con un Golpe de estado nos ganaron. La corrupción se une al estado de excepción y a la restricción democrática. Nos han juzgado a través de los medios de comunicación, no existe juicio, solo la prensa.

 

Ahora con el proceso y prisión para Lula, actos de autoritarismo en su contra. Se le juzga por corrupción, posesión de una casa de dos pisos que no es de su propiedad. Un caso similar al mío. Se dio como garantía por un préstamo a un banco: no se hicieron los pagos pertinentes, se subastó para pagar un no pagado, no suyo particular.

 

El Golpe ha sido un desastre: ha destruido la pérdida de derechos de toda la población. Crece la indignación. El PT tiene el 20% del apoyo de Brasil a Lula. Urge un proceso de transición donde todos acepten las reglas para no romper la democracia. No se puede cuestionar el voto popular. Hemos demostrado que Lula es inocente. Lula puede ganar las próximas elecciones y luchar para que Brasil recupere su dignidad. Ahora el Poder Judicial es de violencia descontrolada del Estado.

 

¿Quién lo regula? Necesitamos elecciones libres para conseguir acuerdos sin manipulaciones, recuperar el estado de Derecho, una democracia real, mismas oportunidades para todos

 

Montserrat Ponsa

Periodista

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/192226?language=en
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