Mandela no pensaba como negro, porque él era africano, negros somos nosotros que no nacimos en África, sino en América, por ello nos impusieron tal apelativo discriminatorio para diferenciarnos y porque nunca les interesamos a los africanos, porque si le hubiéramos interesado, nunca nos hubiesen cambiado a los europeos por prendas tan pobres y hubiesen entendido que eran humanos, seres inteligentes que pensaban.

Por ello tenemos que dedicarnos a visibilizar nuestra cultura y no a negarla como hacen los afrodescendientes y comprender que el poseer nuestra bellezas corporales es un privilegio, que se manifiestan al tener una piel canela parecida al color del cacao y una textura que lo embellece todo con su sola presencia, puesto que ello nos enriquece espiritualmente, ya que ese color es único y nos hace diferentes a los demás.

Por ello debemos resaltar los problemas que tenemos en América que es la porción de tierra a la que pertenecemos y que nos dio cobijo e identidad, no a la de los africanos, porque somos culturas distintas y ya nada nos une, después que nos negaron y que los negreros africanos nos cambiaron para que nos convirtieran en esclavos en tierras americanas los negreros europeos.., porque tenemos que comprender que somos hermosos y superiores, y no ha costado entenderlo e internalizarlo, a pesar que hemos sido históricamente bombardeados en nuestra psique.

Por ello en Venezuela tenemos una lucha para que la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) nos visibilice..., ya que se han negado hacerlo y  ello preocupa, a pesar que se siente, que los negros y negras desaparecieron del proceso constituyente que estamos viviendo en Venezuela... en el que no se tomó en cuenta,  que  les hicimos llegar un petitorio de más de veinte cuartilla a la presidenta de la ANC,  Delcy Rodríguez, y todavía no tenemos respuesta,  porque estamos viendo que la igualdad en Venezuela es una falacia, mientras sigamos viendo que solamente los blancos criollos, euro descendientes y mestizos sigan ejerciendo solamente el poder político, en un país que no ha comprendidos... que al unir las sangres somos diferentes a los africanos y europeos y  nos hemos hecho dueño de un genoma superior, envidiable, diferente y más potenciado, a pesar que de África salimos sin identidad y como negros  (Debería  ser reconocidos como  euro e indígenas descendientes y negros americanos)

Por tales razones creemos que la vergüenza es el silencio, es una pérdida de la memoria, el reconocimiento de la falta de dignidad, más, cuando se niega el derecho de los negros a ser visibilizado, a tener con sus propias instituciones sociales, sistema sancionatorio y ordenamiento jurídico.

Parece que nada hubiera cambiado, porque la discriminación racial se ha convertido ahora en política y no es un tema del ayer, porque la discriminación política existe, es real y se siente. Al igual que la xenofobia, la misoginia, la homofobia y el racismo. A pesar que mediáticamente se niega que la discriminación de ayer haya evolucionado a un sistema de prejuicios políticos por el color de la piel y se ha escondido y acondicionado detrás de un nuevo discurso, donde los derechos humanos reinan en el papel, son mediáticos cuando se trata de intervenir militarmente a un país para adueñarse de él y quitarle sus recursos naturales, al cual se le impone que es una país forajido que posee una crisis humanitaria. Por ello, a diferencia de la discriminación política que brilla y se hace presente en la realidad.

Por lo tanto, tenemos que reconocer que ningún africano o africana hablaron como negro americano, por el contrario se convirtieron en cómplices de los europeos y por ello debemos resaltar los problemas que tenemos… no los de los africanos, porque somos culturas distintas y ya nada nos une después que nos cambiaron para que nos convirtieran en esclavos, puesto que nunca les importamos.

Cuesta mucho entender que la discriminación racial ha tomado otras formas de dominación porque se ha convertido en discriminación política. Nuevos son sus aparatos y sus agentes, pero igual de desastrosas sus consecuencias. Por lo tanto, es necesario que nos veamos una vez más al espejo y confrontemos la realidad, porque la vergüenza es descarada, pero tengamos el valor de enfrentar la verdad y de conocer lo que sucede en nuestro país, preguntémonos, hagamos memoria sobre nuestra memoria, sin importar que hacerlo, nos genere incluso más vergüenza que ayer.

Vivimos en un país en el que los negros y negras están alejados, se le ha negado sublimemente la participación política, en un país donde se crea una Asamblea Nacional Constitúyemele y esta no le da importancia a que no sean visibilizados, no seamos incluidos… pero le da importancia a los diversos y después se hace pública que es democrático y que en ella todos los venezolanos y venezolanas se encuentran visibilizados.

Vivimos en un país que todavía predica el segregacionismo político que designaba lo que merecía cada pueblo de acuerdo a la tonalidad de su piel.

Vivimos en una sociedad que prohíbe que los negros puedan acceder políticamente, a pesar que su población, la mayoría es de color oscuro y que se olvida que está haciendo lo mismo, que aquellos que durante muchas centurias, se encargaron de mantenernos en el asilo, en la oscuridad para que no seamos visibilizados políticamente, y que se dedicaron hacernos sentir que lo nuestro no vale, no tienen importancia, porque estamos desvirtuados históricamente, nos han inyectado la capsula del endorracismo para que nos creamos e internalicemos que somos inferiores, a discriminarnos a nosotros mismos para que nos dispersemos, como hoy lo estamos y para que nos fraccionemos

Por ello no quieren que los negros y negras asumamos el poder político, no quieren que seamos

emprendedores, no quieren que asimilemos el gran potencial intelectual que tenemos, porque le temen que inoculemos que poseemos un gran poder intelectual, porque saben que podremos lograr cosas impresionantes a partir de nuestra estética y formas cosmogónicas de ver el mundo y nuestra relación con los demás, porque nos han impuesto la cultura de la aceptación, de la asimilación, las cuales no nos han permitido visibilizar la nuestra, como nuestras potencialidades que hemos logrado desarrollar, durante quinientos años de existencia, en el que hemos demostrado que somos diferentes a los africanos, como de los europeos, mestizos, blancos criollos, etc., y que somos venezolanos, criollos de piel negra.

Vivimos en un país que celebra la inclusión, la participación, la solidaridad, el protagonismo, lo pluricultural y multilingüístico, pero que se olvida que es hora de que otros asuman el poder político para que no sigan siendo los mismo actores que han llevado al fracaso al país.

Vivimos en un país donde el concepto de igualdad se ha convertido en un cliché, pero la población negra cada vez padece más de las secuelas de la pobreza, de la discriminación y la Asamblea Nacional Constituyente se niega que las poblaciones venezolanas de piel oscura sean visibilizadas, reconocidas  en la nueva Constitución que se piensa hacer, como en el nuevo ordenamiento jurídico que se está creado, a pesar que su presidenta es morena, porque posee un color oscuro e indígena por su pelo liso y grueso y por ese color azabache que la caracteriza.

Debería darnos vergüenza que los venezolanos de piel oscura o negros que representan el 54 por ciento del total de la población venezolana, no poseamos representación política, un marco jurídico adecuado, que la mujer negra quede desamparada y sus hijos abandonados cuando su pareja es sometida a proceso sancionatorio, para después negarlo y seguir con la prédica a través de los diferentes medios de comunicación… que este es un país donde todos los estratos estamos incluidos, a pesar que seguimos sufriendo, las consecuencias de la discriminación política de manera muy bien solapada, porque en lo político se sigue pensando en el tono de la piel (véase el caso de muchos negros y negras con aspiraciones políticas, de quienes conforman el Tribunal Supremos de Justicia, el Poder Ciudadano, etc.).

Con un poco de vergüenza conmemoramos la lucha contra la discriminación racial, honrando a todas las personas negras que perdieron sus vidas en la lucha de independencia o en el proceso desarraigo producido por los negreros africanos que trajo como consecuencia el Sistema de la Trata Negrera, quienes se dieron a la tarea de cambiarlos por cualquier producto sin importancia…, a todas las personas negras que se les ha negado sus derechos políticos en un país donde son las mayorías y hoy nos encontramos en rebeldía,  luchando por un país más justo, donde logremos nuestra visibilización política, el ser aceptados como seres inteligentes, donde alcancemos una sociedad libre, idónea  y  más democrática…, y donde las personas vivan juntas en armonía y con igualdad de oportunidades. Ese es el país que queremos y no el que invisibiliza la participación política de los negros y negras y nos sigue discriminando políticamente.

Prensa alternativa y Comunitaria EL NEGRERO