Los impactantes daños ambientales y sociales de la minería en México
- Opinión
La actividad minera en México ocasiona, conflictos sociales, cuentan analistas de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (Rema) el primero de ellos es el rechazo de la comunidad, debido a que no son tomados en cuenta, es decir, no se realizan las consultas previas para presentarles el anteproyecto acerca de la apertura minera; no los consultan debido a que saben de antemano que habrá un rechazo por los graves daños que ocasionan estas actividades a la salud y al medio ambiente.
Se cumplieron 12 años de la explosión en la Mina Pasta de Conchos, Coahuila, donde quedaron atrapados 65 trabajadores mineros, durante todo este tiempo, los restos humanos aún permanecen en la Mina, ni las autoridades municipales, estatales y federales, ni el Grupo México -concesionario de la Mina-, hicieron lo conducente por rescatarlos con vida y, aún siguen tras largos años sin rescatar los cuerpos para entregarlos a las familias que perdieron sus seres queridos, para que les den debida sepultura.
Rema, informa que los conflictos más tensos se localizan en la mina de oro Media Luna de la transnacional Torex Gold en el estado de Guerrero; en noviembre de 2017 se fueron a paro donde resultaron 3 mineros asesinados; en el mismo estado se localiza Carrizalillo, de la canadiense Gold Corp, allí hubo ilegalidad en la compra de tierras, y lo mismo pasó en la mina Peñasquito en Mazapil, Zacatecas, de la misma empresa; en Tetlama, Morelos, también de la canadiense Esperanza Silver, se señala culpable de daños en la zona arqueológica de Xochicalco y en las tierras comunales del cerro El Jumil; otro conflicto se localiza en Chicomuselo, Chiapas donde apareció un activista muerto por oponerse a los impactos ecológicos de la canadiense Blackfire Exploration. La lista continúa en San Luis Potosí, en la mina Guadalcazar; otra en Pachuca, la de Zimapán, Hidalgo; otras más, la mina Sierrita en Durango y en Ixtaca en Ixtacamaxitlán, Puebla.
En el conflicto de Ixtaca, el proyecto de extracción de oro, de la empresa Almaden Minerals que está en la fase de exploración, ha provocado a la comunidad dividida y enfrentada, e incluso está creando problemas entre las familias. De aprobarse este proyecto afectaría la cuenca del río Aculco, afectando seriamente la región campesina e indígena, que se verían afectados por la contaminación del agua.
En Magdalena Teitipac, Oaxaca, se realizó recientemente, el Segundo Encuentro Estatal de Pueblos, Comunidades y Organizaciones, con la proclama de “Sí a la Vida, No a la minería”. Más de 60 comunidades indígenas del estado de Oaxaca, rechazan la imposición de los proyectos mineros, porque estos dan pésimas condiciones de trabajo, pocos empleos, despojos y destrucción de los bienes comunales. Argumentan, además, que las imposiciones de los proyectos extractivistas ocasionan desplazamientos forzados de miles de pobladores, utilizando la fuerza bruta, de las autoridades policiales, gubernamentales y militarizadas, en ocasiones apoyados por el crimen organizado, todo esto les acarrea pérdidas en la salud, la conexión con la naturaleza y las identidades culturales.
La Secretaría de Economía debe informar y explicar puntualmente, caso por caso sobre las concesiones mineras otorgadas y que afectan millones de hectáreas del territorio nacional, el crecimiento expansivo de los proyectos mineros nacionales, privados y extranjeros de explotación y el cómo están resolviendo los conflictos sociales y los graves daños a la naturaleza que estas actividades están produciendo en varias zonas del país.
El extractivismo minero y petrolero se multiplican en México y en varias regiones del mundo, recuperándose de manera leve el precio del petróleo, sin embargo hace falta mayor información –fidedigna- en cuanto a qué hacen con el oro que se extrae de las vetas mexicanas, si existen algún control, si han acumulado estratégicamente las reservas para la defensa del peso mexicano y para defenderse de los percances de la economía. Las grandes potencias mundiales ya lo están haciendo. Este metal áureo no es cualquier cosa, es de gran importancia para México, por lo que no debe ser vilipendiado por las autoridades mexicanas ni saqueado por las transnacionales.
Durante la colonia española, el oro despertó un voraz apetito por poseerlo, que despertó la codicia de los colonizadores, así como lo diamantes lo fueron en África. Habría que volver a preguntarse ¿México cuida el oro que hay en diversas zonas dentro del país, o lo sigue entregando deliberadamente a las compañías transnacionales, canadienses, estadounidenses y otras? ¿Dónde y a cuánto asciende su reserva, en caso de haberla?
México, en años pasados y recientes, sigue estando en uno de los primeros lugares en la producción y exportación de plata, e incluso la moneda mexicana contenía –hace años atrás- ese metal plateado. Los países ricos en esos recursos minerales, debieran tener cierta estabilidad económica y mejoría constante de sus pueblos. Otras preguntas para nuestro gobierno serían ¿A dónde van a parar las grandiosas utilidades netas que dejan estas materias primas? ¿Cuánto se llevan y qué le dejan a México?
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