Escritor David Gómez Rodríguez:

“No podrán con nuestra voluntad, mucho menos con nuestro amor”

25/01/2018
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Circula en la red y en especial por whatsap un mensaje de un video grotesco y perturbador de un militar encapuchado que, con la voz distorsionada, declara la guerra al Gobierno Bolivariano de la forma más cobarde. Él sugiere que era parte de los equipos especiales de la fuerza armada, pues cuenta que fue parte de la escolta del ex presidente de Libia, Muammar Gadafi, asesinado el 20 de octubre de 2011. Expresó refiriéndose al exmandatario: "Gadafi parecía invencible y bien protegido - dice-. En cambio, han visto cómo terminó".

 

La amenaza está dirigida a Nicolás Maduro, al cual el hombre que habla de atentados llama "dictador comunista”. Según el vídeo existe una conspiración magnicida contra el presidente bolivariano, en la que se involucran "300 francotiradores" desplegados en toda Venezuela. El llamado del hombre encapuchado – que quiere parecer un jefe, y que se presenta como el nuevo Rambo, formato de videojuegos- está dirigido a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana: "Quien se rinda o robe armas -promete el paramilitar- quedará tranquilo con una buena pensión".

 

La propaganda de guerra de la derecha, en Venezuela, es principalmente dirigida al exterior. Para apoyarla, también hay personajes de refuerzo como el señor Nicmer Evans, quién, en su página web, al no tener otra alternativa que proponer, pasa su tiempo contando las miserables hazañas de los peones norteamericanos.

 

El video, sin embargo, no debe subestimarse. El 23 de enero es una fecha histórica en Venezuela, pues en esa fecha se conmemora la derrota del dictador Marco Pérez Jiménez. La resistencia, liderada por el entonces Partido Comunista, unió a los sectores de izquierda y aquellos oficiales progresistas de los cuales nació Hugo Chávez. Para esta fecha, las derechas quieren imponer nuevamente su aliento mortal sobre el país.

 

En este año electoral, tanto en Venezuela como en Colombia, una candidata colombiana anunció en su programa la invasión de Venezuela. Para colmo los Estados Unidos enviaron sus condolencias a las familias del grupo terrorista de Oscar Pérez ¡Imagínese si Maduro hubiera hecho lo mismo con la familia de Bin Laden! Para colmo, Almagro ha "rechazado" nuevamente el diálogo, respondiendo al llamado de la parte más reaccionaria de la derecha venezolana. Y, desde Miami, rindiendo homenaje al fallecido ex policía-Rambo, mostró como se podría llegar a la invasión de Venezuela: con la formación de "campos de refugiados" en la frontera con Colombia a los que EEUU podría llevar la "ayuda humanitaria".

 

Contra los falsos héroes de videojuegos, patrocinados por las grandes corporaciones de Miami, contra los símbolos del imperialismo que quieren atraer a los jóvenes al agujero negro de las guerras de agresión y arrollar el futuro, proponemos leer esta entrevista con el escritor David Gómez Rodríguez, quien es militante de la JPSUV y fundador del Colectivo Cultural "El Cuarto de los Duendes", que entre arte y política contribuye a la transformación radical del presente.

 

Gómez también es parte del David Gómez Rodríguez y en este momento es becario del Gobierno Bolivariano a través de Fundayacucho en Rusia, allí hace un máster en Ciencias Políticas. Él estuvo recientemente en Italia para presentar en Nápoles (GalleRi@rt) y otras ciudades como Cava de Tirreni el documental Abril, de Fabio Gargano, hecho en Venezuela, del cual David es uno de los protagonistas. Esta iniciativa forma parte de la "Diplomacia Bolivariana de Paz" que promueve desde su movimiento, en coordinación con la Cónsul de Venezuela, Amarilis Graffe. En esa ocasión, Gómez conoció también la propuesta política y organizativa de Potere al Popolo, nacido del centro social napolitano Ex-Opg, con ellos y otras organizaciones desarrolló algunos foros y talleres sobre el poder popular, la organización de la juventud y la democracia participativa y protagónica.

 

-¿Cuál ha sido tu camino con la revolución, cuántos años tienes?

 

La revolución siempre es como un martillo que hecho de esperanzas da golpes a la realidad mientras construye puentes para la justicia y la belleza, nosotros andamos construyendo esos puentes. Sin embargo, mi historia en la revolución nace antes que yo, ese puente cruza el tiempo, porque uno a veces siente que también estuvo junto a Bolívar luchando por la independencia, o junto a Guacaipuro resistiendo frente a la invasión española, incluso uno se ve haciendo el socialismo junto a Lenin, es que Chávez era todo eso, porque traía la historia en las manos.

 

También está el hecho de que mi abuelo fue un revolucionario, se llamó Roberto Gómez, era un economista marxista que hacía parte de la Liga Socialista, un hombre que luchó mucho contra la corrupción y que luego muere en extrañas circunstancias, sí, en esa época en que los accidentes siempre convenían al gobierno o a determinada empresa. A él lo podemos nombrar como el héroe mítico de una historia que luego se extendería con mis abuelas y con mis tíos y fundamentalmente con mi padre, Carlos Gómez, entonces sí, tengo una relación biológica con la revolución, eso me hace recordar a Allende “Ser joven y no revolucionario es una contradicción hasta biológica” decía, por eso siento la revolución hasta en la sangre, anda viva dentro de mí.

 

Recuerdo el día que le dije a mi papá que quería militar en la Liga y él me respondió “Hazle una carta a la dirección regional” y unos días después me llevó a conversar en una cancha de bolas criollas con un camarada al que le llaman “Chucho” Díaz, yo tenía como 14 años, como 5 años después me estaban entregando la Orden Presidencial “José Félix Ribas” y yo sentí que también fue gracias a esa carta que hice casi cuando niño.

 

También está mi mamá, que es una luchadora social incansable, profundamente cristiana, puedo decir que comprendo eso que decía Chávez, eso de que Cristo fue el primer socialista, gracias al ejemplo de mi mamá, Carolina Rodríguez, ella es como un vendaval de amor porque sabe decir socialismo con una sonrisa, con las cosas más sencillas, sin tanto enredo teórico.

 

La historia nos situó en este tiempo y Dios me dio esta familia que tengo y uno debe ser agradecido, por eso también agradezco a Chávez, que es el gran maestro de todos nosotros.

 

Yo recuerdo que un día en el XVI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, en medio de una marcha de la juventud, comencé a escuchar cómo se acercaba un susurro que de a poco se fue convirtiendo en un gran estruendo, como si fuera una brisa que anuncia un huracán, decía “Chávez, amigo, el mundo está contigo” y yo miraba a los lados y habían jóvenes de todo el planeta que repetían esa frase ¡era realmente impresionante! entonces fue definitivo, sentí como se me erizó todo el cuerpo y entendí la grandeza de ese hombre, era como si la patria lo encarnara, o la humanidad, si leemos a Martí.

 

Desde ese momento, creo que tenía 16 años, comencé a militar más allá de las consignas que me habían enseñado y comencé a tomar los libros que cubrían en su totalidad las paredes de la casa, en realidad hubo una época en donde una biblioteca era una de las paredes de un rancho que hicimos... y recuerdo que la otra pared era una pancarta gigante de Chávez que mi papá había llevado, lo demás eran latas de zinc y unos bloques puestos como legos. El Quilombo, le decíamos a ese rancho que hicimos en una comunidad llamada El Roble, en Barquisimeto.

 

Entonces, también está el asunto de la clase, también procuro ser revolucionario porque comprendí de qué lado de la historia estoy. Ahí está mi amigo Carlitos Marx, porque sí, soy marxista, pero sobretodo chavista... y cristiano de los que creen en el amor y la justicia. Y es porque soy hijo de una familia de trabajadores, de artistas, de revolucionarios, de poetas, y a ningún poeta se le ocurriría andar a un lado de Donald Trump, es como imaginarse a un cristiano a un lado del diablo, sería la negación de sí mismo, una vergüenza. Sería la peor de las corrupciones.

 

Tú me preguntaste por mí edad, pero yo creo que ese espíritu que los jóvenes revolucionarios tenemos no tiene edad, es como una flecha que atraviesa los siglos y por eso lo importante es mantener el espíritu, hacerlo llamarada. Igual te respondo, tengo 27 años y con esa edad la revolución me ha dado oportunidades para crecer, pero sobretodo responsabilidades, cuestión que demuestra su confianza en la juventud. Por ejemplo, fui director general de cultura del estado Miranda, Especialista de Trabajo Político Ideológico del FFM en el estado Lara, en otra ocasión dirigí una sala de la cinemateca nacional, fui parte de una dirigencia estudiantil revolucionaria y mucho después asesor en planificación en PDVSA Gas ¡he estado algo ocupado en estos años! (jajaja) uno hasta comenzó a amar con la revolución. En fin, en estos años he procurado ser útil y seguir el ejemplo de hombres como el Che o Pío Tamayo, ser integral e incansable, quiero llegar a viejo y poder decir lo mismo. Hablando de Pío, cuando fundamos la JPSUV en Lara, recuerdo que llegamos de Puerto Ordaz del congreso y creamos un equipo llamado “Pío Tamayo” y también “El Cuarto de los Duendes” y “La Carpa Roja”, todos los que lo integrábamos esas organizaciones éramos en ese entonces unos adolescentes, seguro que hoy seguimos adoleciendo de muchas cosas (risas), pero de lo que no adoleceremos nunca es de espíritu.

 

-Nosotros nos conocimos en Barquisimeto, junto al Colectivo Cultural "El Cuarto de los Duendes" hace algunos años. ¿Puedes resumirnos la experiencia en esa organización?

 

Chávez nos dijo a los jóvenes de Venezuela “Vayan al futuro y tráiganlo”, entonces nosotros nos inventamos una máquina del tiempo a la que bautizamos como “El Cuarto de los Duendes”. Trabajamos por 8 años con mucha fuerza, fundamos una revista que tenía como nombre “La Lucerna”, fuimos a comunidades y hasta a encuentros internacionales pregonando una poética colectiva, que contribuyera a la comuna y que a la vez diera paso a nuevas realidades y a nuevas esperanzas, le llamamos Eco poético; tuvimos núcleos en varias universidades y generamos talleres en liceos y escuelas, andábamos empeñados en hacer la revolución cultural y ciertamente contribuimos en ella, aunque falta mucho por hacer.

 

No obstante, las organizaciones, como la propia realidad van cambiando, y varios compañeros asumimos responsabilidades que nos situaron en nuevos escenarios donde debimos dirigir no solo una organización social sino la política de Estado en determinada área o lugar.

 

Hoy hay compañeros que se formaron y militaron en El Cuarto de los Duendes que son dirigentes sociales, como José Miguel Méndez, Milagros Sánchez y Ana Torrealba; directores o trabajadores de alguna institución, como Jhonny Fernández, Ronny Pacheco, Carlos Castañeda, Greicys Barrios y Angélica Rodríguez; o artistas destacados como Franco Camargo, Ernesto Orellana, Luis Suárez y Nelson Miranda, algunos de ellos hacen las tres cosas al mismo tiempo, otros siguen estudiando y también están los que desde trincheras más pequeñas siguen contribuyendo. Lo cierto es que El Cuarto de los Duendes asumió una nueva etapa, donde sus cuadros han asumido responsabilidades concretas en la revolución.

 

Muchos pensamos en El Cuarto de los Duendes como una organización que permanecería en el tiempo como estructura orgánica, pero las circunstancias determinaron que en su primera etapa esa organización fue más que cualquier otra cosa una escuela, definitivamente fue una escuela. Nosotros procuramos construir un método revolucionario de dirección para la juventud y avanzamos mucho, andábamos corriendo y por eso nos convertimos en una referencia para algunos, no fue tiempo perdido, esa experiencia nos permitirá tener ventaja frente al futuro. Por cierto, ahora estoy viendo cómo hacer un Cuarto de los Duendes en Rusia (risas), no obstante, estoy seguro de que toda esa gente que aglutinamos y formamos en el trabajo revolucionario nos volveremos a reunir, pero como generación, como eco, para asumir junto a otros camaradas las riendas de la revolución y seguir contribuyendo política y culturalmente a la construcción de socialismo.

 

-Después de aquel entonces, la guerra económica y los ataques de la derecha han aumentado las dificultades. ¿Cómo ha reaccionado el colectivo?

 

Los militantes del colectivo hemos asumido cada día mayor militancia y responsabilidades en un colectivo mayor, es el colectivo de Nicolás Maduro, y hemos madurado en un escenario de conflictos. Los duendes siguen haciendo su trabajo en los ríos y en la revolución, solo se salieron del cuarto para llegar más lejos. Les mando mis saludos a todos esos camaradas y hermanos.

 

-¿Por qué estás en Europa? ¿Cuál es la política del gobierno bolivariano hacia los estudiantes y en particular, con respecto a las becas en el extranjero?

 

Pues actualmente estudio en la Federación rusa un máster en Ciencias Políticas gracias a Fundayacucho, es otra responsabilidad y oportunidad que la revolución me ha dado a mí y a otros jóvenes patriotas que se han destacado en diversas áreas, pero fundamentalmente la académica. El Ministro de Educación Universitaria nos llamó “La delegación de la dignidad”. Lo primero que hicimos fue organizarnos, pues hay que contribuir con nuestra revolución en cualquier lugar del mundo en el que nos encontremos y sembrar las perspectivas del poder popular. Ha sido una gran experiencia, llena de conocimiento, también ha sido fuerte, pues igual estamos en la guerra, hasta nos han cerrado cuentas bancarias para que no nos llegue la beca, también está todo lo que extrañamos a nuestras familias, a una arepa, incluso al sol... Porque Rusia es muy fría, pero no hay de qué preocuparse, nosotros llevamos un ardimiento que es como un volcán que no se apaga y cumpliremos con nuestro pueblo y la revolución no detendrá su política educativa incluyente y de calidad, que garantiza el desarrollo nacional. Imagínate, Canaimas, becas, muevas universidades, gratuidad, posibilidades de organizarse. Nos falta, pero estamos venciendo.

 

¿Qué propone el Movimiento Internacionalista "De Miranda a Chávez"?

 

El Movimiento “De Miranda a Chávez” es la instancia en donde se canaliza toda esa fuerza de la que te he hablado, pues es una organización revolucionaria de los estudiantes venezolanos en Rusia, podría decir que esta organización es otra máquina del tiempo en la que procuramos prepararnos para asumir las riendas de la patria cuando así lo demande la historia.

 

Hoy día organizamos actividades académicas, políticas y culturales con el fin de promover la integración entre Rusia y Venezuela, así como para difundir la verdad sobre lo que sucede en América Latina, especialmente en Venezuela... en resumen practicamos el internacionalismo bolivariano, la diplomacia bolivariana de paz. Hemos estado muy activos desde que llegamos a Rusia, participamos en el XVIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, estuvimos en las actividades que se hicieron con motivo del Centenario de la Revolución Bolchevique, hemos venido constituyendo una red estudiantil en las diferentes universidades donde nos encontramos, estamos promoviendo una serie de foros y reuniones que nos han permitido generar relaciones con organizaciones rusas y de diferentes países europeos. Bueno, nosotros nos pusimos en contacto en Nápoles en una de esas gestas. Por cierto, pienso que desde Nápoles puede nacer la revolución italiana donde le entreguen todo el poder al pueblo. Recuerdo que esa era la consigna que resumía el programa de lucha de la Liga Socialista: todo el poder para el pueblo. Finalmente eso es una democrática participativa y protagónica ¿verdad?

 

La Revolución Bolivariana es eso, democracia directa y el pueblo ha votado y se ha organizado una y otra vez por un porvenir revolucionario y ha apostado a la juventud, el pueblo tiene toda su esperanza puesta en la juventud que formó Chávez y el socialismo tiene su corazón sujeto al Poder Popular, en tal sentido hay que crecer como generación y como clase para ser del inmenso tamaño de nuestra tarea, eso creo. Es por esa razón que estamos en Rusia, somos jóvenes de la clase trabajadora y de la generación Chávez... Sí, estamos bajo un ataque inclemente a nuestra economía, pero no debe sorprender a nadie que un país al que el imperialismo ataca con descaro asuma políticas de vanguardia en el área educativa, pues para una revolución la mayor de las armas es el conocimiento, por eso mientras más nos ataquen más invertiremos en educación, más universidades abriremos, más becas en el mundo otorgaremos para que la juventud venezolana pueda diagramar el presente y el futuro de la patria con mayor eficiencia, precisión y contundencia, para que el socialismo sea garantía de desarrollo humano y podamos seguir demostrando que es posible hacer una sociedad más humana.

 

El mundo en el que vivimos está terriblemente sometido por un paradigma de desarrollo que lo ata al capital y que procura un salvajismo que nos hace caníbales, en ese escenario es fundamental crearnos estrategias para que la humanidad pueda reencontrarse, hay que apostar al desarrollo humano. El capitalismo no solo nos ha lanzado en una crisis de carácter económico, o en un camino que sólo nos lleva al suicidio sino que nos ha hecho perder parte de nuestros valores como humanidad. Yo le doy gracias al Presidente Maduro y a Fundayacucho por insistir aun en los momentos más difíciles en la educación... la educación, estoy seguro que esa es la máquina del tiempo más grande que tenemos, con ella podemos mirar el pasado y traer un futuro venturoso y justo.

 

-¿Qué piensas sobre lo que está sucediendo en tu país? ¿Cómo ves la situación?

 

El país no escapa de la crisis global del capitalismo, pero lo que es peor se encuentra atacado por un animal herido de muerte, ya te lo decía hace un momento, es el imperialismo norteamericano. Vivimos en un tiempo en el que vemos al dólar perder fuerza, donde la hegemonía política norteamericana se quiebra frente a países como China y Rusia, donde hay perspectivas revolucionarias en países como Francia, donde la energía comienza a generar un debate sobre el futuro de la humanidad y su modelo de desarrollo, donde América Latina sigue en combate y organizándose para volver a asumir la hegemonía política de la región, donde un enfermo mental gobierna la Casa Blanca en una suerte de película de terror hecha entre Tarantino, Hitchcock y Chalbaud. Vivimos en un mundo en crisis. Pero que nadie se asuste, estoy seguro que también estamos asistiendo a un parto, como dice la canción, creo que es de Silvio Rodríguez “La era está pariendo un corazón”. Y todo parto es difícil, doloroso y nos pone a todos a rezar. El pueblo de Venezuela asumió una revolución en pleno albor del siglo XXI y con ello asumimos ser paridores y paridoras de esta nueva historia, debemos entonces pujar hasta ver la vida entre nuestras mano, no será fácil. Nosotros sufriremos una ira parecida a la de Erodes, nos perseguirán para matar al niño que es el nuevo mundo, pero no podrán con nuestra voluntad, ni con nuestro amor.

 

Venezuela hoy atraviesa una situación muy fuerte, donde la inflación inducida golpea el sueldo de los trabajadores y trabajadoras, donde la especulación es un flagelo para las familias humildes, donde las empresas acaparan los productos de la cesta básica mostrando su desdichada posición de clases, donde los oportunistas se hicieron ver con descaro, donde nos bloquean cuentas bancarias en el exterior y donde se produjo una gran conspiración para agredir al sector petrolero. Pero el pueblo venezolano resiste sabiendo que el camino que asumió es el correcto, que hay que insistir en la democracia, en la justicia social, en el antiimperialismo y en el poder popular. No obstante, es vital superar esta situación, por ello el Presidente Nicolás Maduro crea políticas de protección y junto al pueblo diseña estrategias para la producción nacional. Nicolás no está solo, tiene un pueblo que lo respalda, prueba de ello son las últimas elecciones, fundamentalmente la elección de la Asamblea Nacional Constituyente que muestra como la revolución es profundamente democrática, pero además que da una lección de participación política y de consciencia al mundo entero, pues mientras todos veían como la derecha venezolana asumía el terrorismo, el pueblo heroico de Venezuela fue capaz con toda su madurez de transformar la realidad y volver a la paz diciéndole no al fascismo de la derecha venezolana y a la pretensiones imperiales de EEUU.

 

La propaganda mediática dice que el socialismo bolivariano ha fracasado y que no hay futuro para los jóvenes venezolanos...

 

Te decía hace un momento que no podrán con nuestra voluntad, mucho menos con nuestro amor, y es que construiremos el Socialismo Bolivariano del siglo XXI con todo el peso de la democracia participativa y protagónica, haremos un Estado a partir de la comuna ¡lo haremos! y en ese proceso también nos renovaremos de formas creativas y profundas, porque pondremos a la gente a bailar a nuestro ritmo... y nuestro ritmo es diverso y caben los que amamos la salsa, pero también los de la electrónica, y los del rap y los del rock, los de las chatarritas, las rancheras y hasta los del vallenato, todos caben en este ritmo, en este baile, en este movimiento que somos. Por cierto, vamos para el millón de músicos en el sistema Nacional de orquestas, ahí todos sueñan con ser parte de la "Simón Bolívar".

 

En los momentos difíciles los venezolanos tenemos la capacidad de renovarnos, de conservar la alegría. Yo no creo que salgamos de esta situación económica de una manera mágica, nos tienen declarada una guerra y hay que ganarla para poder continuar demostrando que nuestro proyecto es viable para la humanidad, porque eso es lo que le duele al imperialismo, que ya la humanidad se dio cuenta de que el capitalismo solo nos lleva a la extinción, basta con buscar las cifras que grafican el hambre, la desigualdad, el analfabetismo, y contrastarlas con el proyecto bolivariano, en Venezuela hasta cumplimos con las metas del milenio en medio de una revolución, nos mostramos en ese contexto como una esperanza. Entonces invito a eso, a la esperanza, pero no una esperanza de brazos cruzados, sino una esperanza trabajadora, una esperanza que sea capaz de forjar una nueva economía y una nueva cultura, así como hemos hecho con el sistema político, si salimos victoriosos en esas batallas seremos tan grandes como Bolívar y Miranda... y habremos parido un nuevo mundo. Tengan la confianza de que cuando nos toque ser voceros en una comuna, presidentes, ministros, embajadores, incluso empresarios, entonces sabremos hacer las cosas mejor, porque ciertamente hay mucho en lo qué mejorar, y yo creo que el primero en querer impulsar esas mejoras y profundizaciones es Maduro, por eso hay que defender a Maduro, justamente porque hay que garantizar la maduración de nuestra revolución y con ello la continuidad en este camino hacia la victoria, hacia la justicia y la belleza, hacia el desarrollo humano, hacia la felicidad. Veamos a esa esperanza que es el socialismo en el espejo, si decidimos hacerlo, nosotros mismos seremos una máquina del tiempo y una fábrica o un campo fértil.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/190631
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