Sobre la re-negociación de la deuda externa de Venezuela

15/11/2017
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Venezuela enfrenta problemas con su deuda externa que gira entorno a los 120 millardos de dólares. Eso no debiera ser una tarea tan difícil porque constituye apenas el 28% de su PIB.

 

El problema es que su PIB tiene un crecimiento negativo (-4%) y las reservas en divisas son relativamente escasas (cerca de US$7 millardos) y tienden a agotarse rápidamente, por los vencimientos del servicio de la deuda externa y por la necesidad de importar la casi totalidad de los alimentos y medicinas que necesita el país. Venezuela acaba de recibir un alivio al re-estructurar exitosamente su deuda con Rusia.

 

El Presidente Maduro anunció que el país buscará una re- negociación de su deuda externa, que será complicada por las sanciones y restricciones impuestas recientemente por la Administración Trump. Es de esperar que la renegociación de la deuda con China, que es uno de sus mayores acreedores, se desarrolle, con el mismo goodwill y espíritu de cooperación que existió durante la renegociación de la deuda rusa. La parte problemática será la re-estructuración de la parte de la deuda detentada por entidades financieras que operan en el área del US Dollar y que están sometidas a las normas, reglamentos y presiones de Washington. El gobierno venezolano ha anunciado su deseo de esquivar las sanciones de la Administración Trump saliéndose del US Dollar vendiendo su petróleo en otras divisas como el yuan (remimbiI y el rublo.

 

 La mayor dificultad es que el petróleo venezolano tiene ciertas características en cuanto a densidad y contenido de azufre por lo cual es mayoritariamente procesado por refinerías norteamericanas ubicadas en el golfo de México, que lo compran en dólares. Le quedan pocos clientes potenciales que lo pueden comprarlo en otra moneda. Rusia difícilmente estará interesada, en comprar petróleo venezolano porque es tal vez el mayor exportador; eso deja como clientes potenciales a China y la India. China es el mayor importador de hidrocarburos, pero se suple principalmente de Rusia y Arabia Saudita, pagando el suministro en yuanes en ambos casos. En ocasiones China ha comprado y pagado en yuanes petróleo venezolano, pero la enorme distancia y las características cualitativas inclinan las preferencias hacia los suministros rusos y árabes. Queda la India como potencial cliente y en efecto ya existe el vínculo de proyectos y asociaciones operativas, que utilizan como intermediario el banco ruso Gazprombank. Esa prometedora perspectiva está en riesgo porque PDVSA está atrasada en el pago de dividendos por US$ 40 millones a su socia hindú ONGC.

 

El resto de la deuda externa de Venezuela que cae dentro del ámbito financiero norteamericano debiera renegociarse usando el temor pánico que causaría una cesación de pagos a causa del instrumento financiero llamado Credit Default Swaps, que es un seguro de riesgo contra no pago de créditos. Ese instrumento, repartido a lo largo y ancho de las bolsas del área del USDollar crea una especie de solidaridad financiera. Por la cual en caso de que un deudor importante no pueda pagar y se declare en cesación de pagos, el banco acreedor está obligado a borrar ese crédito de sus libros y pedir resarcimiento a los otros bancos con los cuales había asegurado el crédito; eso puede crear una reacción en cadena, que haga quebrar a alguno de los grandes bancos del sistema. Fue ese temor a un colapso del sistema entero lo que facilitó la re-negociación con grandes descuentos de la deuda externa de Argentina en la época de Néstor Kirchner. El estratega de la renegociación argentina fue Roberto Lavagna, un verdadero estadista a quien cualquier gobierno que quiera renegociar su deuda externa debiera consultar.

 

Ginebra 09/11/2017

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/189256
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