Hace algunos días, el Vicepresidente Ejecutivo de la República, Tareck El Aissami, hizo públicas develaciones importantes sobre la neutralización del plan opositor, o por lo menos una parte de él, tendente a propiciar acciones de sabotaje, ataques selectivos, que devinieran en la acumulación de presiones y molestias de nuestro pueblo, propiciando acciones de calle que desembocaran en el derrocamiento del gobierno constitucional y legítimamente constituido del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.

Asimismo, han corrido el rumor a través de diferentes plataformas tecnológicas y redes virtuales sobre el pago de aguinaldos para el próximo 10 de octubre del presente año. La información, evidentemente falsa no es nada inocente, ya que, producto de la difícil situación económica por la que nos encontramos, una información como esta crea una expectativa importante en nuestro pueblo, porque en el supuesto de que hubiese sido cierta, correspondería cobrar los mismos a más tardar el viernes 13 de octubre, por cierto, en plena instalación de centros electorales de cara a los comicios regionales a celebrarse dentro de diez (10) días para el momento en que escribo estas líneas, y al comprobar la no veracidad de esta información, la desilusión que sufriría nuestro pueblo se la achacaría al Gobierno Bolivariano, lo que constituiría una manipulación psico social importante que tendría resultados nefastos para nuestra Revolución en esas importantísimas elecciones (Estoy culminando un trabajo que, antes de que culmine la campaña, espero poder hacerlo público, sobre los potenciales resultados por regiones de esas importantísimas votaciones).

Pero lo cierto del caso es que, todo lo que observemos de aquí en lo sucesivo, no podemos dejar de observarlo en el contexto de los planes que despliega el gobierno de los Estados Unidos tendentes a propiciar el derrocamiento del Presidente Nicolás Maduro.

Es muy importante que tengamos en cuenta, los que habitamos en este país, que en estos momentos nos estamos manejando en un escenario continuo y progresivo de sanciones bajo diferentes órdenes por parte del gobierno de los Estados Unidos con el objetivo de aniquilar el Estado- Nación representando en la República Bolivariana de Venezuela. Pudiéramos expresar, sin temor a equivocarnos, que tenemos en estos momentos una economía de resistencia ante las sanciones gringas.

Pero, dentro del marco de la nueva etapa del plan desestabilizador que despliega el gobierno yanqui en contra de nuestra Patria, nuevamente retomarán el escenario del reposicionamiento de la matriz de opinión de un Estado paralelo, todo ello para continuar desconociendo a nuestras instituciones legal y legítimamente constituidas.

Señalo esto, porque se tiene previsto para el viernes 13 de octubre, en las oficinas de la Organización de Estados Americanos (OEA) la instalación del “Tribunal Supremo de Justicia” legítimo, esto por los dichos de los abogados Antonio Marval y Pedro Troconis, quienes se califican como “magistrados” en el exilio, ya que fueron designados por la Asamblea Nacional en desacato, violando todos los procedimientos constitucionales y legales previstos en nuestro ordenamiento jurídico.

Parte de ese plan es que este “Tribunal Supremo de Justicia legítimo” se instalara en las vísperas de las elecciones regionales en las oficinas de la OEA como ya lo he señalado, incluso con la designación del abogado Miguel Ángel Martín como su presidente.

Además de ello, esta instancia tendría el reconocimiento, además de la OEA, de Estados Unidos, Canadá y del Parlamento Europeo.

Con la instalación de esta instancia, es que las decisiones que este espurio tribunal adopte, sean de obligatorio cumplimiento para el Estado venezolano. Es decir, reforzar la tesis del Estado Fallido y ocasionar todo un enredo institucional que justifique el tutelaje internacional a nuestro país.

Asimismo, se busca la deslegitimación de las instituciones venezolanas ante la comunidad internacional como una opción de gobernabilidad a favor de los intereses del país externamente. Además de reforzar la tesis del actual Secretario de Estado yanqui, Rex Tillerson, cuando en el mes de enero formuló y promovió la tesis de “una transición democrática y pacífica en Venezuela”.

Por otra parte, con el reposicionamiento de la tesis del Estado paralelo por parte de Estados Unidos, se busca la reactivación de las acciones de calle como mecanismo de presión en contra del Gobierno Bolivariano, lo cual coincidiría con la tesis mediática formulada por Freddy Gutiérrez de que el Presidente Nicolás Maduro no aguantaría una “tercera oleada de protestas”.

En lo económico, una decisión de reconocer una institución venezolana “en el exilio” buscaría reforzar, o en su defecto, implementar nuevas sanciones contra nuestro país, principalmente a través de los exhortos por parte del gobierno de Donald Trump para que el Parlamento Europeo se sume a las medidas coercitivas aplicadas en contra de nuestra Patria.

Igualmente, esta es una acción dirigida a nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, ya que buscan generar el quiebre o desconocimiento de la autoridad del Presidente de la República y Comandante en Jefe. Esta es la otra parte del plan desestabilizador o de Golpe de Estado, en el contexto de la estrategia opositora de coaligar a la olvidada e inexistente Asamblea Nacional con el alto gobierno estadounidense en la captación de potenciales militares disidentes.

También allí, habría que agregar el elemento de colapso institucional que la derecha buscó propiciar de cara a estas elecciones regionales. No olvidemos que ellos inscribieron una importante cantidad de candidatos y candidatas a las elecciones regionales, mientras que la Revolución va con candidaturas únicas en las 23 entidades federales donde se escenificarán los comicios. A la hora de las denominadas sustituciones de candidaturas, cada vez establecen unas nuevas exigencias que son contrarias a lo establecido en nuestro ordenamiento jurídico y al mismo cronograma electoral establecido por el Consejo Nacional Electoral. La intención es propiciar la suspensión de estas votaciones, deslegitimar el CNE y por ende, habría que designar un nuevo Poder Electoral, ya que el actual “no sería confiable”.

Así las cosas, estemos atentos y alertas, pues quieren venir por nosotras y nosotros.

Y de ahí la importancia de nuestra participación en las elecciones regionales a celebrarse en nuestro país dentro de diez (10) días.

Y por la memoria de nuestro Comandante inolvidable, a 43 meses de su partida a la eternidad, regalémosle una esplendorosa victoria el próximo 15 de octubre.

Juan Martorano

Abogado, activista por los Derechos Humanos, militante revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas

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