Ernesto Tornquist: Otro de los grandes olvidados de la historia económica argentina

17/06/2016
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

Las reformas del Plaza Hotel, la última empresa fundada por Ernesto Tornquist, líder de una burguesía nacional que salvó a la Argentina de la crisis de 1890

 

El Grupo Sutton, propietario de una importante cadena de hoteles lujosos en el país, anunció días atrás el cierre por reformas del primer hotel cinco estrellas de la región, creado por el legendario empresario argentino Ernesto Tornquist, fundador de 24 empresas nacionales entre 1883 y 1908, siendo la última de ellas, inaugurada el 15 de julio de 1909 en el marco de la conmemoración el Centenario de la Revolución de Mayo, el ahora paralizado Plaza Hotel, cuya familia, unos 60 accionistas, lo vendiera a sus actuales propietarios en 280 millones de pesos en 2013, equivalentes entonces a 43 millones de dólares estadounidenses.

 

El histórico Plaza Hotel, situado frente a la Plaza San Martín, en el barrio porteño de Retiro, forma parte de un complejo hotelero conocido como “Grupo Alvear” que tiene en desarrollo el “Alvear Icon” en Puerto Madero y es propietario del también histórico Alvear Palace Hotel y del Alvear Art Hotel, además de las Galerías Pacífico y de un porcentaje del Hotel Llao-Llao, en San Carlos de Bariloche, en cuya creación incidieran las ideas y hasta un aporte del ingeniero Horacio Anasagasti, el primer fabricante de automóviles en la Argentina e inventor del sistema de lubricación forzada en los motores que hoy se usa en todo el mundo.

 

La conformación del Grupo Tornquist se amplió aún después del fallecimiento de su fundador, en 1908, cuando el Plaza Hotel estaba en proceso de construcción, y así en 1926 se puso en marcha el Banco Tornquist, en Bartolomé Mitre al 500, cuya sede fue declarada en 2002 Edificio Histórico Nacional, que fuera concluido en 1928 y absorbido en 2000 por el actual Banco Santander Río que más recientemente también optó por poner en venta esa notable construcción arquitectónica.

 

Ernesto Tornquist (germanización del apellido escandinavo Tornqvist) es otro de los grandes olvidados de la historia económica argentina que merece ser reivindicado en este próximo festejo del Bicentenario de la Declaración de la Independencia de 1816.

 

Fue la auténtica expresión de la llamada “burguesía nacional”, concepto al que fue fiel durante toda su vida al punto de llegar a poner sus bienes como garantía de la refinanciación de la deuda externa argentina en el marco del gran colapso de la misma a partir de 1890 y hasta su solución final en 1893 cuando, uno de sus gerentes, Juan José Romero, como ministro de Hacienda durante la Presidencia de Luis Sáenz Peña formalizó el llamado “Arreglo Romero” que dio inicio a los 20 años de gloria de la macro economía argentina (no así a la distribución de la riqueza) que se prolongó hasta 1913 cuando las Guerras de los Balcanes generaron graves problemas para las exportaciones hacia Europa.

 

En la historia argentina jamás existió un grupo económico de semejante envergadura en relación con su participación en el producto nacional, sobre todo en el industrial, con la añadidura de que nunca apuntó a un proceso de transnacionalización ya que mantuvo siempre, hasta su desaparición a comienzos de este Siglo XXI, su central operativa en el país donde sus empresas se fueron reproduciendo mientras se incorporaban, progresivamente, nuevos emprendimientos, aunque originalmente el grupo tuvo su nacimiento en Amberes, Bélgica, donde residía parte de su familia.

 

Vale la pena realizar un racconto de todos ellos para lo cual resulta clave la recopilación realizada por el historiador Jorge Gilbert.

 

1883 José Conen y Cía. (Amberes-A)* Fabricación de velas y glicerina (I)

 

1884 Compañía de Productos Kemmerich (A)* Extracto de carnes/Saladero (I)

 

1886 Refinería Argentina Refinería de azúcar (I)

 

1887 Bristol Hotel Hotelería

 

1891 Compañía Sansinena* Frigorífico (I)

 

1894 Industrial y Pastoril Belga-sudamericana (A) Préstamos hipotecarios, tierras

 

1895 Compañía Azucarera Tucumana (CAT) Azúcar, plantaciones (I)

 

1895 Estancias y Colonias Tornquist Explotaciones agroganaderas, colonias.

 

1897 Cervecería Palermo Cervecería (I)

 

1900 Plantadora Isleña Tierras, frutas, madera

 

1901 Cía. Introductora (CIBA) Importadora. Explotadora de tabaco y sal (I)

 

1902 Talleres Metalúrgicos* Bulonería, remaches, fundición (I)

 

1902 Estancias y Colonias Curamalán Explotaciones agroganaderas, colonias

 

1903 Cía. Belga-Argentina de Ferrocarriles (A) Ferrocarriles; tierras

 

1903 La Buenos Aires Seguros. Seguros

 

1903 El Quebracho S.A. Madera, extractos

 

1904 Compañía Argentina de Pesca. Pesca de ballenas

 

1904 La Alianza Amberesa (A) Préstamos hipotecarios, propiedades

 

1904 Estancias y Colonias La Verde Explotaciones agroganaderas, colonias

 

1905 Crédito Ferrocarrilero Argentino Ferrocarriles

 

1906 Quebrachales Tintina Maderas y extractos

 

1906 Crédito Territorial Argentino (París) Préstamos hipotecarios

 

1907 El Petróleo Argentino Minería

 

1908 Plaza Hotel Hotelería

 

Fuente: Elaboración propia en base a datos del Monitor de Sociedades Anónimas (1903-1914) y Tornquist (1932).

 

(*) Participación en empresas preestablecidas.

 

(I) Industria.

 

(A) Sociedades constituidas en Amberes.

 

También hay que agregar que en 1886 participó como accionista de la fundación de la Compañía Mendocina de Petróleo SA, presidida por Carlos Fader, padre del pintor Fernando Fader que subsistió hasta 1909, incluso abasteciendo al ferrocarril Gran Oeste durante un año. Un par de décadas antes del “descubrimiento oficial” de ese hidrocarburo en 1907 en Comodoro Rivadavia, la empresa cuyana ya extraía el petróleo. A la compañía liderada por Fader le había precedido la Compañía Jujeña del Kerosene en 1865, de efímera duración.

 

Asimismo fue un promotor de la colonización rural mediante la compra de tierras de la Conquista del Desierto y así surgieron numerosos agricultores suizos y alemanes a los que facilitó el acceso a la propiedad para luego fundar la actual ciudad de Tornquist, donde están enterrados sus restos, comenzada a construir el 17 de abril de 1883 y cuya plaza central fuera diseñada por el arquitecto Carlos Thays. En tanto en Mar del Plata hizo construir el edificio conocido como “El Torreón del Monje”, donado a la municipalidad en 1904.

 

Como asesor amistoso de los presidentes Julio Argentino Roca y José Figueroa Alcorta, al igual que Silvio Gesell, influyó para evitar que los conflictos que se mantuvieron con Chile, en el primer caso, y con el Brasil, en el segundo, desembocaran en guerras. La cancillería argentina, molesta por este último hecho, pidió a la empresa alemana Krupp que le retirase su representación en el país.

 

En cuanto al poco conocido “Arreglo Romero”, que como decía el gran economista Héctor Walter Valle, recientemente fallecido, constituyó el acuerdo más exitoso de las deudas argentinas, estableció que se iba a pagar hasta el último centavo pero con los superávits comerciales, lo que generó una enorme expansión de las exportaciones. Un antecedente del acuerdo que en 1953 sus acreedores firmaron con la entonces República Federal Alemana que permitió a la misma salir de sus problemas y convertirse en la primera potencia económica de Europa y hoy la quinta a nivel mundial detrás de los Estados Unidos de América (EUA), China, India y Japón. Hechos que en el marco de la remodelación en marcha del Plaza Hotel merecen ser recordados.

 

Fernando Del Corro es periodista, historiador, docente en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/178184
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS