Las elecciones en Venezuela y la urgente necesidad de repensarse de Nuestra América

01/12/2015
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Las elecciones en  Argentina con el triunfo de Macri y las elecciones del 6 de diciembre en Venezuela, más la crisis del gobierno de Dilma Rousseff que alcanzan al propio Lula, obligan a un análisis más amplio, que no nos encierre en pago chico, nuestras consideraciones.

 

Por un lado, no existe cambio de "orden" mundial sin una guerra de por medio. El "orden" multipolar europeo, luego de la caída de Napoleón, fue el triunfo de la Santa Alianza. Las guerras mundiales fueron cambio de "ordenes" mundiales. Y el "orden " mundial que desplaza a la bipolaridad y a la fugaz y fracasada unipolaridad militar jerárquica que quiso imponer EE.UU es una naciente multipolaridad, ya definitiva, con dos novedades geopolíticas, ya no es un " orden" occidental que se impone al mundo, sino es global teniendo al Pacifico-Indico como eje geoeconómico y a los Estados continentales industriales como únicos actores con autonomía o sea soberanía en el siglo XXI.

 

Ellos son EE.UU, China, Rusia, India, Europa es una incertidumbre, Irán es un estado regional que no logra unificar a la cultura islámica. Y América del Sur, una esperanza con la perentoria necesidad de pensar estrategias nuevas en el camino de fortalecer la Patria Grande.

 

Estamos en una tercera guerra mundial de a trozos, nos advierte el papa Francisco. Y la guerra es de Estados continentales industriales ante los retos geopolíticos del nuevo "orden" multipolar. Es una guerra global con escenarios precisos: Ucrania, frontera entre Rusia y Occidente y sede de la flota rusa en parte en Crimea, Siria,  último eslabón ante el ataque a Irán que fracasó, y Daesh, un engendro de mercenarios inventados desde Occidente, reconocido por Hillary Clinton. Y Europa sin estrategia al ser cómplice de esta  geopolítica anacrónica.

 

Ahora vamos al grano. América del sur es la única que puede generar la alianza de América Latina.

 

EE.UU necesita tener tranquilo Medio Oriente-no puede- , Ucrania -no puede-, y revitalizar el patio trasero de la doctrina Monroe. Ya no será a garrote, ni con alianzas de libre comercio-aprendieron de la derrota de Mar del Plata, por algo son imperios, piensan-

 

Los movimientos nacionales populares cuyo paradigma es el peronismo de Perón sentaron las bases del Estado planificador y Perón la doctrina del continentalismo.

 

Los movimientos nacionales pos consenso de Washington recuperaron la política como conductora de las finanzas y el proceso de integración único camino para nuestra independencia  con Unasur, Mercosur, Alba, y Celac. Romper Mercosur planteando la expulsión de Venezuela es romper la neutralidad suramericana y apuntar a Irán, cuando EE. UU negocia diplomáticamente con el país persa, significa mandar a pelear a nuestros jóvenes en la tercera guerra mundial, esto nadie lo dice, es una barbaridad.

 

Se está en deuda con la:  1. Inseguridad, donde el crimen organizado es aliado de las guaridas fiscales; 2.  Con la corrupción:  acaba de reconocer el  Papa que en el Vaticano hay corrupción, pero cuidado , no hay corrupto sin corruptores y a los corruptos hay que inhabilitarlos de por medio con tribunales especiales, pero hay que identificar que EE UU está inventando una extraña doctrina  de la "anti impunidad  "  curiosa que apunta a las empresas energéticas como Petrobras y PDVSA,  y 3. Con un Estado eficiente y ágil: es urgente armar escuelas de gobierno , con formación política, pero no fundaciones que vienen a enseñarnos desde el extranjero. Aquí habría que hacer una colección de libros.

 

En suma,  la batalla es cultural y hay que darla, con la frente en alta, asumiendo los grandes logros y buscando los errores, aunque duela el alma. Pero siempre reconociendo que nuestra bandera es la independencia definitiva y el continentalismo. ¡Unasur o muerte!

 

Este debate hay que darlo. Detrás del discurso emocional , de la paz, el amor, y la armonía, de las cuales no renegamos, porque solo la cultura del amor genera fraternidad, pueden venir a romper el Mercosur, la Unasur, incorporando a la Alianza del Pacífico y alinearnos en la tercera guerra mundial con EE.UU, Turquía, Arabia Saudita, Qatar y Israel, con el riesgo de que vayamos a pelear a tierra lejana, como mercenarios, en el mundo de la privatización de la guerras.Nadie sale a advertir esta barbaridad inhumana.

 

Las elecciones del 6 de diciembre en la Venezuela, frontera real con el imperio de los EE.UU será una batalla frontal, con el fin de parar a lo que esconde el discurso emocional. Por eso, como se dice en tierra adentro,  al pan, pan y al vino, vino.

 

Y el 6, seguramente el relámpago fulgurante del inmortal Comandante supremo, volverá polvo al discurso emocional que esconde un programa de destrucción de Nuestra América.

 

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Miguel Ángel Barrios

Doctor en Ciencia Política

Doctor en Educación

Investigador y autor de obras de reconocida referencia en América Latina

 

https://www.alainet.org/es/articulo/173945

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