Cárceles con “olor a podrido”
- Opinión
El Salvador se encuentra en la posición número doce a nivel mundial como uno de los países con grave sobrepoblación penitenciaria
“En bartolinas hay alrededor de 10 celdas, el olor es insoportable desde que estás afuera, un olor a podrido, a orines, a heces, a sudor, un vapor podrido. Una celda tiene unos cuatro metros cuadrados y ahí, en cada una, hay más de cincuenta personas que duermen en hamacas hechas de bolsas”, expresó con voz de rechazo en una entrevista a ContraPunto un exprivado de libertad de las bartolinas de la Polícia Nacional Civil de Ciudad Arce, departamento de San Miguel.
El exreo, quién solicitó el anonimato describió la verdad de lo que se vive dentro de las “bodegas humanas”, llamadas así, por la sobrepoblación de privados de libertad que afecta desde hace años el sistema carcelario de El Salvador.
“En un lugar de esos no te imaginas lo que te espera, no te podes ni parar, tenés que esperar seis horas para poder bañarte, si es que hay agua, a veces ya no nos lográbamos terminar de bañar, ese creo que es uno de los principales motivos por los que hay una peste tan insoportable”, añadió el exprisionero.
Asimismo el entrevistado agregó, “la gente está pudriéndose con hongos, enfermos, golpeados y heridos. Ahí te prestan atención si tenés dinero, sino no. Yo escuchaba cuando violaban gente ahí adentro, a los custodios risa les daba, se escuchaba en todo el pasillo cuando los violaban y uno queriendo dormir. Ahí no te dan nada, ni siquiera agua, yo estuve dos meses ahí y no volvería nunca”.
La descripción no es distante de la realidad, las autoridades gubernamentales aceptan el problema que existe dentro de las 21 prisiones que hay en el país; 19 de ellas sancionan a mujeres y hombres mayores de 18 años.
Un estudio sobre “El Sistema Penitenciario salvadoreño y sus Prisiones” realizado recientemente por el Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP) de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA) junto a la Fundación Heinrich Böll Stiftung reveló que aunque las cárceles tienen la capacidad de albergar a 8 mil 100 privados de libertad, actualmente poseen 31 mil 148 reos, es decir, el 367% de hacinamiento.
La investigación además de comprobar la sobrepoblación advirtió que el sistema penitenciario salvadoreño no reúne las condiciones de infraestructura, espacio físico ni suministros de servicios básicos para albergar a la multitud de hombres y mujeres que purgan penas hasta más de 80 años.
PDDH: el problema es estructural
La procuradora adjunta de derechos civiles de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), Sandra Rivera asegura a ContraPunto que el fenómeno de la sobrepoblación carcelaria es un problema estructural que ha afectado desde años al país.
“Los procesos judiciales en el país son lentos. Las autoridades policiales realizan capturas en masa deteniendo a las personas en bartolinas, aguardando el tiempo que estipula la ley, pues la Fiscalía solo se limitan a capturar”, dijo la procuradora.
Además Sandra Rivera insiste en que los centros penitenciarios no deben funcionar solo como “un lugar donde se paga por un delito”, sino también como centros de rehabilitación.
“El Estado no solo debe castigarlos, sino también reinsertarlos para que regresen a la sociedad; deben haber políticas penitenciarias adecuadas, si las existieran supiéramos que hacer, se necesitan centros de rehabilitación diferentes, donde les enseñen a manejar sus finanzas, que les consigan trabajo etc.”, puntualiza Rivera.
Además Rivera ejemplifica: “una persona con problemas de alcohol que golpee a su esposa y lo manden a la cárcel; ¿cómo le vamos a evitar que él vuelva a agredir a su esposa metiéndolo a la cárcel?, verdad que no, a él hay que someterlo a un tratamiento para que deje de ser alcohólico, si va a la cárcel no lo estamos ayudando”.
“(…) sin duda hay que reestructurar el sistema. Están encerrando en celdas con capacidad para unas seis personas a veinte o treinta reclusos. En vez de mejorar estamos generando agresividad”, agrega.
La defensora de derechos humanos señala que el rol de la PDDH es de observador de la aplicación de las políticas penitenciarias de cada prisión y velar para que los reos estén en buenas condiciones. Sin embargo “el diagnóstico no es nada alentador y nosotros solo podemos recomendar para que funcionen como deben ser las políticas penales”.
El Salvador en el ranking de hacinamiento
La sobrepoblación carcelaria se ha ido incrementando violentamente, según datos de la Dirección General de Centros Penales (DGCP) entre el 2009 y agosto de 2015 la población correccional creció por cada 100 mil habitantes del 375% al 440 por ciento.
La estadística proporcionada demostró, de acuerdo al Centro Internacional de Estudios de Prisiones (ICPS), que el país se ubica en el ranking número 12 a nivel mundial en hacinamiento. A nivel centroamericano el país se sitúa en el segundo lugar; Belice encabeza la primera posición con una tasa de 449 reos por cada 100 mil ciudadanos.
El primer lugar en el ranking mundial lo ocupa la República de Seychelles, un archipiélago en el Océano Índico compuesto por 115 islas, de las cuales son habitadas únicamente 33, con una tasa de hacinamiento del 868%.
Por su parte Estados Unidos, posicionado en el tercer lugar del ranking posee 716% de privados de libertad por cada 100 mil habitantes, un total de 229 millones de reclusos, el equivalente a la población de todo el distrito de Brooklyn, el más poblado de Nueva York.
No obstante existen países libres de hacinamiento carcelario como es el caso de la República de San Marino, un Estado europeo, que posee seis presos por cada 100 mil ciudadanos.
Asimismo recientemente Rusia se dio el lujo de anunciar el cierre de cuatro centros penales y un centro de rehabilitación debido a “un declive extraordinario del número de delincuentes”.
Mientras tanto el pequeño país de Centroamérica, El Salvador, tiene mucho que hacer para minimizar el grave problema de multitud carcelaria, las instituciones judiciales y penitenciarias se encuentran frente a un problema que data desde hace más de 20 años con políticas penitenciarias que han creado un “sistema deforme” como lo que ha expresado en varias ocasiones el director de Centros Penales Rodil Hernández.
Lunes, 23 Noviembre 2015
http://www.contrapunto.com.sv/reportajes/carceles-con-olor-a-podrido
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