El independentismo o secesionismo catalán es la corriente político-social derivada del nacionalismo local que promueve la independencia de ésta comunidad autónoma del Reino de España. Ésta corriente plantea la tesis que el pueblo de Cataluña es una nación soberana, aludiendo básicamente a la interpretación de su historia, cultura, lengua propia y al derecho civil catalán, y sobre la afirmación de que Cataluña no alcanzará su máxima plenitud cultural, social ni económica mientras forme parte de España. Igualmente consideran que Cataluña es una nación oprimida por España desde su ocupación por las tropas borbónicas en 1714.

El día 27 de septiembre de 2015, fueron celebradas las elecciones parlamentarias en Cataluña, consideradas éstas como un plebiscito, por aquellos promueven la independencia de esta comunidad. Entre las representaciones políticas que se presentaron en esta contienda destacan: JuntsPel Sí (Juntos Por El Sí), Candidatura D'unitat Popular (CUP), Unió Democrática De Catalunya (UDC), Catalunya Sí Que Es Pot (Cataluña Sí Que Puede), Ciutadans (Ciudadanos), Partido Socialista De Cataluña (PSC), Partido Popular (PP). Antes de conocerse los resultados electorales, los candidatos que apoyan la independencia de Cataluña amenazaron con declarar unilateralmente la separación de España si lograban la mayoría de los escaños.

El Juntspel Si, la alianza independencia catalán, alcanzó 62 escaños del Parlamento, ello sumado a 10 ganados por el partido de izquierda secesionista, CUP,  le otorgó una victoria a los grupos independentistas.

Previo a estos comicios, se realizó en noviembre de 2014 un referendo, sin aparente carácter legal, sobre la independencia de Cataluña, en la que participaron 2.3 millones de personas, y en las que 1.9 millones apoyaron la libre determinación. Esta consulta popular se realizó frente a la negativa del gobierno español de permitir una consulta de autodeterminación reclamada desde 2012.

El Parlamento catalán aprobó el 9 de Noviembre de 2015, una propuesta para iniciar el proceso hacia la independencia de esa comunidad autónoma de España y su declaración como República. La Resolución independentista, fue aprobada por 72 votos a favor y 63 en contra. El texto destaca que como depositario de la soberanía y expresión del poder constituyente, el Parlamento catalán y el proceso de desconexión democrática no se supeditarán a las decisiones de las instituciones del Estado español, en particular del Tribunal Constitucional, al que considera deslegitimado y sin competencia a raíz de la sentencia de junio de 2010 sobre el Estatuto de Autonomía. La resolución, también promete que en el plazo máximo de 30 días se iniciará la tramitación de las leyes que hagan factible ese proceso constituyente, así como de la Seguridad Social y de Hacienda pública.

Esta iniciativa impulsada por el Parlamento Catalán, fue rechazada por el presidente de España, Mariano Rajoy, quien presentó un recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional. El recurso presentado por la Abogacía del Estado señalaba que la citada resolución viola ocho artículos de la Constitución Española, además de los principios de lealtad constitucional y de fidelidad a la Carta Magna.

Atendiendo a la solicitud del presidente español, el día miércoles 11 de noviembre de 2015, el Tribunal Constitucional de España suspendió el proyecto independentista del Parlamento de Cataluña. El ente constitucional cuenta con un plazo máximo de cinco meses para decidir acerca de la constitucionalidad o no de la moción secesionista. El Tribunal les advierte que han de impedir cualquier iniciativa que suponga ignorar esta decisión y sobre las eventuales responsabilidades, incluso penales, en que pueden incurrir.

La independía de Cataluña es considerada viable para aquellos que promueven esta iniciativa, en vista de las potencialidades demográficas, económicas y de autogestión que presenta esta región: Representa un 16% de la población total del Estado Español; produce el 20% del PIB y genera el 25% de las exportaciones. También cuenta con un alto nivel de autogobierno.Sus competencias van desde la Policía propia hasta la gestión de las cárceles, pasando por empleo, economía, educación o sanidad.         

Tras la aprobación de la Resolución del gobierno Catalán, diversas reacciones han sido generadas en apoyo y rechazo a esta iniciativa, entre ellas:

-Los promotores de la independencia, señalaron previo a conocerse el dictaminen del Tribunal que no lo considerarían. El portavoz de Juntspel si, Raul Romeva afirmó que se trata de una “demanda democrática y una urgencia social”, porque la independencia “va esencialmente de defender los derechos de las personas” y que éstas “vivan mejor”.

-A juicio de los independentistas el gobierno pretende bloquear no solo las tres leyes prometidas por los independentistas —las de proceso constituyente, seguridad social y hacienda propia—, sobre las que existe escaso o nulo margen al estar el Ejecutivo catalán en funciones, sino también el bloque de medidas sociales que Juntspel Sí y la CUP pactaron y decidieron añadir en el anexo de la resolución secesionista.

-El presidente de España, Mariano Rajoy, Rajoy, cuyo Partido Popular cuenta con 11 escaños en el parlamento catalán, prometió tras las elecciones de septiembre una "respuesta medida pero contundente" ante cualquier intento secesionista en Cataluña. El jefe del Gobierno español reiteró el lunes 16 de noviembre en Turquía, donde concluyó la Cumbre del G-20, que no va a aceptar "liquidar la unidad de España y privar a todos los españoles de la posibilidad de opinar sobre lo que deba ser su país o forzar a los catalanes a qué elijan qué nacionalidad prefieren".

-La cúpula militar hizo llegar discretamente a Mariano Rajoy un mensaje en el que le comunican que las Fuerzas Armadas se encuentran a su plena disposición “ante cualquier escenario” que se presente en Cataluña.

-Según un sondeo del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat[1] (el CIS catalán), publicado el día viernes13 de noviembre, un 47,8 por ciento de los ciudadanos catalanes están en contra de que Cataluña se convierta en un estado independiente, frente a un 46,7 por ciento que se pronuncian a favor. Preguntados sobre qué prefieren que sea Cataluña, un 41,1% creen que Cataluña debe ser un Estado independiente, mientras que un 22,2% de catalanes apuestan por un Estado dentro de una España federal y un 27,4% por que continúe siendo una comunidad autónoma.

- De acuerdo con otro estudio reciente del Centro de Investigaciones Sociales (CIS) los nacionalismos se han colocado entre los diez primeros problemas de los españoles con un (4,2%) mostrando un aumento del (1,9%) con respecto al mes anterior, aunque distante del paro (desempleo) que preocupa al (79,1%), le siguen la corrupción, la economía, los políticos, la sanidad, los problemas sociales, la educación y la calidad del empleo.

El proyecto separatista iniciado por el grupo independentista que integra el Parlamento Catalán (Juntspel Si, la alianza independencia catalán,  el partido de izquierda secesionista, CUP), demuestra un claro descontento hacia las políticas implementadas por el Gobierno central español y por su presidente, Mariano Rajoy. A pesar consecuencias que pudiera tener para esta comunidad un futuro escenario secesionista, el pueblo catalán y el resto de las regiones españolas que se sienten desarraigadas y excluidas, como el caso de la Comunidad Autónoma Vasca, no abandonan tal aspiración.

* Articulo elaborado con la colaboración del pasante de la Unidad Sala Situacional, Gary Moisés Frías Ortiz.