Hugo Cabieses : “EE.UU. usa la cuestión narco para derrocar gobiernos“

04/11/2015
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Cabieses, reconocido especialista en políticas anti- narcóticas y desarrollo rural sustentable, analiza el rol de Perú como aliado principal de los Estados Unidos en su guerra regional contra las drogas.

 

Perú exporta al mundo ceviche, pisco, pero también mucha cocaína. Según cifras oficiales de la Unodc (Naciones Unidas) el país gobernado por Ollanta Humala desplazó a Colombia en número de hectáreas cultivadas con hoja de coca. Hugo Cabieses, referente del Centro de Investigación de Drogas y Derechos Humanos, advierte que la expansión de las fronteras productivas narco genera, en paralelo, una mayor presencia militar de Estados Unidos en su país. Una situación que, a su criterio, es funcional para que el Comando Sur pueda utilizar a Perú como “un portaaviones” en pos de “desestabilizar gobiernos populares”.

 

Hugo Cabieses– ¿Es posible identificar una nueva estrategia antinarcóticos y antiinsurgente del Comando Sur para la región? ¿Cuáles serían sus presupuestos centrales y cómo se estaría aplicando en Perú como caso testigo?

 

–Hay en marcha una nueva estrategia pero para seguir haciendo lo mismo y con el mismo objetivo geopolítico. Es decir, Estados Unidos insiste en su esquema de guerra contra las drogas y repite las mismas premisas que ya fracasaron: estrategia de combate al lado “ofertista” de la cadena, confundir la lucha antinarcóticos con la “seguridad nacional”, continuar la erradicación-fumigación de cultivos, criminalizar a los productores-cultivadores, satanizar las plantas, apresar microcomercializadores dejando sueltos a los grandes traficantes, penalizar consumidores.

 

Lo “nuevo” sería, en todo caso, la inter-operatividad entre agencias militares, lo que implica no usar tropas o policías de EE.UU., sino locales, como pasa con la “Brigada Lobo” en el Vraem (valle peruano donde existe la mayor superficie de hojas de coca cultivada). Eso también se vio en el ataque y muerte de Raúl Reyes, comandante de las FARC en Ecuador y en la acción del ejército mexicano contra el (jefe narco) Chapo Guzmán. Otra novedad pasa también por la exportación del “modelo colombiano” de seguridad que no ha sido tan exitoso como se quiere presentar.

 

Algo nuevo también es la extensión de dicha estrategia fallida para operar bajo la excusa del combate a los desastres naturales o la asistencia humanitaria. El portaaviones de la IV Flota de EE.UU. en la costa peruana es parte de esta estrategia, así como la extensión de la Operación Unitas del Pacífico hacia el Atlántico. Obviamente, esta movilización naval no apunta al narcotráfico y las guerrillas, sino hacia los gobiernos de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Brasil. Se trata, evidentemente, de perpetrar “golpes blandos” y “constitucionales” para el control de los recursos naturales de esos países, especialmente de la Amazonia y Orinoquia.

 

– ¿Por qué Estados Unidos prioriza cada vez más la firma de acuerdos militares con Lima? ¿Qué atributos tiene Perú para el Comando Sur?

 

–Para el Comando Sur, desde la pérdida de la Base de Manta (el presidente Rafael Correa dio por terminada la presencia militar norteamericana a inicios de su mandato), Perú se convirtió en el eje estratégico desde donde poder apuntar hacia los gobiernos progresistas –el eje Venezuela-Ecuador-Bolivia-Brasil–; pero, particularmente, para desbaratar los bloques de la Unasur, ALBA, Celac y alinear a estos países con la Alianza del Pacífico y el TPP (Alianza TransPacífico). En definitiva, el gobierno peruano, con Ollanta Humala a la cabeza y la anuencia de su esposa Nadine Heredia, es el más sumiso gobernante de América del Sur hacia los dictados del gobierno de los EE.UU.

 

– ¿Por qué Perú juega un rol cada vez más importante en el tráfico de drogas?

 

–En realidad, desde el gobierno de la dupla Fujimori-Montesinos y con la anuencia del gobierno de EE.UU., Perú nunca dejó de ser una pieza importante en la producción y tráfico de drogas, así como en toda otra clase de delitos: tala ilegal, minería delictiva, falsificación de dinero, biopiratería, trata de personas.

 

– ¿El rebrote insurgente de Sendero Luminoso es real o es un hecho exacerbado desde algunas agencias para justificar una estrategia militarista?

 

–En gran parte es lo segundo. Sendero Luminoso ya no es lo que era en los 1980 y ’90, además de haberse convertido en simples sicarios y mercenarios de los traficantes y de las fuerzas del “orden” en el Vraem.

 

– ¿Cuáles son las claves del modelo extractivista y cómo entiende que un país como China, supuesto aliado de la región, sea uno de los principales financistas en los enclaves mineros peruanos?

 

–La clave del imperio es una sola: tratar de convencernos de que Perú es un país minero-petrolero-gasífero y que no existe otra salida a la falta de desarrollo. Y, para ello, las vallas ambientales –la llamada “permisología”– son mucho más bajas que las que existen en los países desarrollados. El Ministerio de Ambiente peruano es un monigote sin brazos, con la mitad de las piernas y sin cerebro. Es obvio que para impulsar este extractivismo salvaje, con poca o ninguna responsabilidad socioambiental, Humala cuenta con un aliado estratégico como es China, además de Estados Unidos y varios países de la Unión Europea.

 

01/11/2015

 

http://www.miradasalsur.com.ar/2015/11/01/revista/hugo-cabieses-ee-uu-usa-la-cuestion-narco-para-derrocar-gobiernos/#.VjYAblSD4dI.mailto

https://www.alainet.org/es/articulo/173392?language=en
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