Las volteretas mediáticas se han encargado de dilucidar, con buena o mala fe, al proceso de normalización de las relaciones bilaterales entre Cuba y los EE.UU. como asunto expedito mediante intercambio con el enterteiment global; ¿quién da más?

“Me llega a admirar que funcionarios norteamericanos crean que hacer visitas y parecer simpático sea suficiente para que los cubanos se sientan reconocidos y gratificados, algo solamente explicable por la subvaloración del que se siente imperial y el desprecio que ya les conocía José Martí.” Fernando Martínez Heredia.

En locaciones populares de La Habana como el Cerro, Rihana se hizo algunas fotos para la portada de Vanity Fair. Katy Perry el sábado por la noche estuvo en la Fábrica de Arte Cubano. Spike Lee fue recibido en la sede del ICAIC (Instituto Cubano de Industria Cinematográfica); asegura que desea filmar en Cuba con cubanos. Mick Jagger visitó un selecto restaurante privado en el Vedado. Ramones dieron un concierto en La Habana.

Lang Lang y Chucho Valdés compartieron escenario en la Plaza de la Catedral en la Habana Vieja, acompañados por la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por la estadounidense Marin Aslop...

Según Marcia Cairo, Dominic Miller en la Fábrica de Arte, sin protagonismo cedió mucho espacio a los músicos cubanos, lo que no fue una decisión muy acertada (al parecer los músicos cubanos no poseen suficiente talento y prestigio).

Según Julio Iglesias: 'Antes no podías ir a Cuba porque te ponían bombas en Miami', aunque él mismo es una "bomba" añeja que ahora desea visitar la isla, aún si en silla de ruedas, y sugiere que desea actuar en Cuba y grabar con músicos del país; una vez que el mediocre de su hijo se la jugó y salió por la puerta ancha con muy buenos músicos y compositores cubanos.

En Diario de Cuba comentan que Juan Carlos Cremata tilda de 'fascismo puro' la 'censura infame' de su obra 'El rey se muere' basada en un clásico de Ionesco (http://www.diariodecuba.com/cultura/1436603311_15632.html.).

Según Max Lesnik, refiriéndose al mismo Julio Iglesias: “No hay día que una figura de relieve mundial no se aparezca en La Habana para alborotar con su presencia las calles populosas de la urbe bautizada por Alejo Carpentier como “la ciudad de las columnas”. "La lista de los prominentes personajes de la política, el clero, las artes, la música o el periodismo que han visitado en los últimos tiempos a la capital isleña sería interminable, lo que refleja una nueva realidad cubana santificada con la presencia del Papa Francisco en su reciente estadía en La Habana. [...] Cuba se ha puesto de moda. Hasta Julio Iglesias quiere ir a cantar a La Habana la popular tonada criolla de los convulsos años treinta del siglo pasado, que al compás de rítmico son pregonaba ¿quién tiró la bomba, quien tiró?" (http://www.contrainjerencia.com/index.php/?p=110439 )

A casi diez meses de iniciado el proceso de normalización de las relaciones bilaterales entre los EE.UU. y Cuba, lo que observamos desde la ventana de casa es que la capital cubana ha devenido en una pasarela de la cultura (angloestadounidense) capitalista del entretenimiento. No es que uno esté en contra de los intercambios culturales entre países, algo que resulta muy útil y por lo general antecede a etapa de relajación saludable en el campo diplomático. Pero llevamos más de medio año contemplando la portada del american system; y ni un mínimo gesto que manifieste la voluntad del gobierno de Obama por aliviar el bloqueo genocida contra Cuba, a pesar de que hasta los coupiers de Las Vegas están de acuerdo con que ha sido una acción inútil contra el gobierno y el pueblo cubanos.

Por aquí pasó la Secretaria de Comercio de los EE.UU. dizque para conocer cómo funcionan las cosas en ese campo en el país. ¿La señora reside en Júpiter? Porque la CIA pudo haberla informado muy bien al respecto.

Hasta para un paciente del Psiquiátrico de La Habana, es evidente que estamos experimentando el comienzo de un bombardeo de símbolos proveniente del “american way of life”, quizás como parte del proceso de ablandamiento mental que antecede a etapas de manipulación y presión políticas mas expeditas de ese proceso de normalización de las relaciones entre ambos países, por parte de los EE.UU., para que el gobierno revolucionario comience a hacer concesiones veladamente descabelladas a favor de los intereses angloestadounidenses. Un brinco de oveja hacia el pasto neoliberal.

Parece necesario rescatar a través de un proceso de deshistorización edulcorado todo lo que de una manera u otra pueda ser exhibido como nostalgia por la cultura y la sociedad “americana”. Los autos viejos que aún corren por las calles no solo de la capital cubana, no son, como algunos ingenuos o ignaros pudieran creer una muestra de la calidad de la industria estadounidense, sino del talento y la inteligencia de los mecánicos e ingenieros cubanos. Muchos magnates y empresarios angloestadounidenses deberían venir a pasar un curso a la isla sobre resistencia e ingeniosidad de la parte de adentro del bloqueo –que nada tiene de embargo.

A pesar de lo anterior el pasado viernes 14 de agosto de 2015 en que se abrió oficialmente la embajada de los EE.UU. en La Habana –y que no fue ni remotamente un día histórico-, en saludo al evento cierta asociación de chóferes de autos yanquis de época, organizaron frente a la antigua SINA un “paseo” de tales autos ¿en honor a Kerry? Ahí llega el turismo rezumando desesperación por el arribo del mercado estadounidense, aun cuando existe bloqueo, subversión, Base Naval de Guantánamo ocupada ilegalmente. Cuidado con dar un “cachete” desnudo de la retaguardia a cambio de un par de dólares.

Martínez Heredia advierte con sagacidad que:

“Desde diciembre del año pasado asistimos a una nueva coyuntura política. Dos

Estados que tienen una diferencia abismal entre sí en cuanto a poder material, y que han vivido más de cincuenta y seis años en virtual estado de guerra –porque el más poderoso le aplica permanentemente medidas de guerra al otro–, se han sentado a negociar la paz y han logrado dar un primer paso, muy pequeño: restablecer relaciones diplomáticas. El más poderoso las había roto hace cincuenta y cuatro años, cuando estaba seguro de que derrocaría el gobierno del otro mediante una invasión y la fuerza militar.”

Pero, ¿adivinan? No sucedió; y resistimos, aquí estamos para demostrar que las herramientas de subversión, dominación y control político se oxidaron por inútiles.

Bajo esa lluvia edulcorada de símbolos de la cultura banal del capitalismo en su versión hegemónica angloestadounidense, se crea en la zona afectada un extenso fangizal que cala desde los pies hasta el cerebro. Las neuronas se convierten en fango. La cultura del capitalismo en expansión histórica –y no es la primera vez que lo decimos-, es el arma más sofisticada y eficaz de exterminio masivo.