La Hemorragia Latinoamericana producida por los Flujos Financieros Ilícitos
- Opinión
Resumen
¿Qué perspectivas tiene un organismo cuando el flujo o salida excesiva del cuerpo se acerca al volumen necesario para satisfacer las necesidades internas? Lo mínimo es caer en estado de deficiencia crónica, que puede conducir al raquitismo del desarrollo.
Parte de esto es lo que viven muchos países “subdesarrollados”, y en particular en Latinoamérica, que han vivido en estado de crónica hemorragia financiera, entre otras causas por la fuga permanente de flujos financieros ilícitos (FFI)
Los avances en el cálculo del volumen de la hemorragia financiera que nuestros países sufren, por las políticas económicas dominantes, nos ofrece un panorama sorprendente y a la vez un reto para ponerle remedio y no bandita curativa o maquillaje financiero.
Los flujos Financieros ilícitos (FFI), específicamente, “el movimiento transfronterizo de fondos que son o han sido ilegalmente ganados, transferidos y/o utilizados”. Estos capitales, en este caso, tienen tres componentes.
1.-Aquellos capitales que se han transferido a otro país sin registro específico en el país de origen (FI), 2.- los capitales transferidos y obtenidos mediante la falsificación o alteración de facturas del valor real de bienes o servicios (subvalorando o sobrevalorando) conocidos como precios de transferencia, y 3.- capitales producto de operaciones ilegales o ilegítimas que para justificar su transferencia e incorporación a la economía normal requiere “lavar” la fuente de su origen. En todos los casos, la evasión de controles y regulaciones financieros y fiscales que buscan estos capitales, son pérdidas netas de recursos para atender necesidades de desarrollo de nuestros países.
La siguientes tabla muestran la magnitud de estos flujos en tres subregiones de América Latina y el Caribe, así como su proporción con respecto a tres indicadores frecuentemente esgrimidas como fuentes para subsanar la supuesta carencia de capital necesario para el desarrollo.
Comparativo entre Flujos Ilícitos + Deuda Desembolsada vs ODA+ IED Montos acumulados en el periodo 2003-2012 (Millones de dólares) | ||||||||
| Flujos | Deuda Des | FFi+Deuda D | ODA | IED | ODA+IED | Diferencia | # veces |
F. Mesoamérica | 725.705 | 128.939 | 854.644 | 23.329 | 297.896 | 321.225 | 533.419 | 2,7 |
F. Sudamérica | 406.831 | 407.980 | 814.811 | 29.754 | 779.562 | 809.315 | 5.496 | 1,0 |
F. Caribe | 73.850 | 59.678 | 133.528 | 14.938 | 53.552 | 68.490 | 65.038 | 1,9 |
Precios T.A. | ||||||||
P. Mesoamérica | 645.455 | 128.939 | 774.394 | 23.329 | 297.896 | 321.225 | 453.169 | 2,4 |
P. Sudamérica | 330.633 | 407.980 | 738.613 | 29.754 | 779.562 | 809.315 | -70.702 | 0,9 |
P. Caribe | 53.599 | 59.678 | 113.277 | 14.938 | 53.552 | 68.490 | 44.787 | 1,7 |
Lavado D.A. | ||||||||
L. Mesoamérica | 79.113 | 128.939 | 208.052 | 23.329 | 297.896 | 321.225 | -113.173 | 0,6 |
L. Sudamérica | 72.618 | 407.980 | 480.598 | 29.754 | 779.562 | 809.315 | -328.717 | 0,6 |
L. Caribe | 7.517 | 59.678 | 67.195 | 14.938 | 53.552 | 68.490 | -1.295 | 1,0 |
Sangría A.A. | ||||||||
S. Mesoamérica | 1.450.273 | 128.939 | 1.579.212 | 23.329 | 297.896 | 321.225 | 1.257.987 | 4,9 |
S. Sudamérica | 810.082 | 407.980 | 1.218.062 | 29.754 | 779.562 | 809.315 | 408.747 | 1,5 |
S. Caribe | 134.966 | 59.678 | 194.644 | 14.938 | 53.552 | 68.490 | 126.154 | 2,8 |
Total | 2.395.321 | 596.598 | 2.991.919 | 68.021 | 1.131.010 | 1.199.031 | 1.792.888 | 1,7 |
Fuente: Original A.VIllamar, cálculo a partir de datos base de Global Financial Integrity , Banco Mundial y CEPAL |
Los datos ilustran los flujos financieros ilícitos acumulados y el monto del pago la deuda desembolsada en cada subregión de América Latina y el Caribe durante el periodo de 2003 a 2012, y también lo mismo que el monto de la Inversión Extranjera Directa (IED), y la cantidad de la llamada Ayuda al Desarrollo (ODA por sus siglas en inglés).
La dimensión de la hemorragia nos la da, no sólo los números multimillonarios, sino las proporciones respecto a los otros indicadores. Así, la suma de los flujos más los pagos de la deuda desembolsada que salen de nuestro subcontinente es 1.7 tres veces la suma de flujos de Inversión Extranjera Directa (IED), más ODA. Sin embargo, hay una notable variación entre las subregiones. Para la subregión Mesoamericana la diferencia entre ambas montos mencionados es de casi 5 veces, es 2.8 veces para el Caribe y una vez y media para Sudamérica.
También, resalta la ridícula cantidad de Ayuda al Desarrollo, que los países desarrollados envían para subsanar carencias, pues es 2.3% respecto de la magnitud de la hemorragia, y la multi-alabada Inversión Extranjera Directa (IED) termina siendo 37.8% de la fuga de recursos de nuestros países.
Aún más, la proporción de esas salidas de capital que por omisión o complicidad escapan es, respecto al tamaño del llamado Producto Interno Bruto (PIB) o valor nacional de bienes y servicios producidos, de una dimensión asombrosa. En la región Caribe alcanza el 17% del PIB, En Mesoamérica 13% y en Sudamérica 3%, y un valor general promedio de 6.3%, como se muestra en la siguiente gráfica.
Así como existen diferencias regionales en el volumen de capital fugado, las hay interregionales. Por ejemplo, encabezados por México, cuatro países –Brasil, Costa Rica y Chile, concentran 73% de la fuga de capitales o hemorragia financiera latinoamericana. Pero en términos proporcionales al valor del PIB, la fuga en Mesoamérica la encabeza Costa Rica con 65% de su PIB, en Sudamérica Paraguay con 48% de su PIB, y en el Caribe San Vicente y Granadinas con 57% de su PIB .
Basta recordar que el gasto promedio en educación y salud en América Latina y el Caribe, para el periodo 2003-2012 fue 4.4% y 7.2% respecto al valor del PIB y el gasto gubernamental se ubicó entre el 15% y 22%. Por lo tanto la fuga de capitales, únicamente de Flujos Financieros Ilícitos, resulta proporcionalmente mayor al gasto en educación y salud en Mesoamérica y el Caribe, y mayor al gasto gubernamental en el Caribe y cercano al 65-75% del gasto gubernamental en los países de la subregión Mesoamericana.
En consecuencia, enfrentar y detener la hemorragia financiera, mediante una política institucional de verdadero control y regulación de flujos de capital, podría ofrecer mayores recursos para las necesidades y servicios públicos básicos, fundamento para escapar del raquitismo de desarrollo.
¿Cuánta voluntad política gubernamental y social se ha acumulado para lograr ese propósito?
- Alejandro Villamar / RMALC / 03/10/2015 alermalc@gmail.com
(Agradezco a Alberto Arroyo sus valiosas observaciones)
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