Doble filo de información para causas humanitarias

03/07/2015
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La gran acumulación de información que se genera cada día en los sistemas informáticos es lo que se conoce como “big data” o datos masivos. El fácil acceso a los big data desde la red ayuda a las ONG, los medios de comunicación y algunos particulares a informarse de cuál es la situación de los países que se encuentran en conflicto. Internet se convierte así en una herramienta de alcance internacional que sirve para reflejar las injusticias y atrocidades cometidas contra los más desfavorecidos en lugares de difícil acceso.

 

Organizaciones como Humanitarian Tracker, un foro de ciudadanos implicado en causas humanitarias, utiliza la gestión de los datos masivos para hacer un seguimiento de las víctimas del conflicto sirio y de la represión ciudadana que vive el pueblo iraquí desde 2006. Con esta intención iniciaron los proyectos Syria Tracker e Irak Body Count, que a través de la gestión de datos masivos y el trabajo de voluntarios sobre el terreno, elaboran un informe actualizado sobre el número de víctimas que se cobran ambos conflictos, dividido por zonas, número de muertes y su causa. La organización también colaboró con Wikileaks para filtrar “Los registros de la guerra de Irak”, casi 400.000 reportes de campo del Ejército de los Estados Unidos donde se demostraba que en el enfrentamiento se registraron más de 60.000 muertes de civiles de un total de 100.000 muertes, así como crímenes de guerra, violación de las leyes internacionales y otra serie de abusos a prisioneros.

 

Pero los big data tienen una doble cara. Por un lado sirven a los gobiernos de algunos países y a departamentos oficiales como la CIA o el Ministerio de Defensa de Estados Unidos para prevenir determinadas crisis, como el estallido de una epidemia, desastres naturales o conflictos políticos. Uno de los casos más conocidos es el de las elecciones de Kenia en 2013, donde algunas ONG utilizaron los datos masivos para detectar en redes sociales posibles mensajes de odio que incitaran a la violencia. Por otro lado, la cara oscura de la red está vinculada a la propaganda terrorista y criminal. En este caso el máximo referente se encuentra en las bandas criminales de narcotráfico en Latinoamérica y en las ejecuciones públicas de grupos extremistas. En ambos casos utilizan la red para difundir imágenes y vídeos de sus crímenes e incitar al odio y al miedo entre sus rivales. Estos archivos también se incluyen en el seno del “big data”.

 

David García Maciejewski
Periodista

http://ccs.org.es/2015/07/03/doble-filo-de-informacion-para-causas-humanitarias/

 

https://www.alainet.org/es/articulo/170875
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