Rebasando a la nota informativa de los medios globales

25/05/2015
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

Entre el jueves 21 y el viernes 22 de mayo, tuvo lugar en Washington la tercera ronda de conversaciones entre Cuba y los Estados Unidos sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas. Pero la normalización de tales relaciones bilaterales, es otro proceso mucho más complicado.

 

Este encuentro dio continuidad a las rondas previas, efectuadas el 22 de enero en La Habana y el 27 de febrero en Washington, así como a una reunión de seguimiento de las anteriores, celebrada en la capital cubana el 16 de marzo. La delegación cubana estuvo encabezada por Josefina Vidal Ferreiro, directora general de Estados Unidos de la Cancillería.

 

Roberta Jacobson, al frente de la delegación estadounidense.

 

Intentando discernir sus resultados pudiera resumirse que:

 

1. Se trabaja en la coordinación de condiciones para la apertura de las sedes diplomáticas en La Habana y en Washington, luego de que el presidente Obama propusiese borrar a Cuba de esa infame lista de países auspiciadores del terrorismo, y que un llamado Stonegate Bank fue asignado a la misión de la Isla para sus operaciones en territorio de los EEUU.

 

2. Se acordó continuar las rondas de conversaciones y contactos para que a tenor del Tratado de Viena, se cumpla la asignación de personal en ambas sedes diplomáticas; aun cuando en su conferencia de prensa Jacobson comentase que aspiraba a que el personal de la futura embajada estadounidense en La Habana, tuviese la misma libertad y prerrogativas que cualquiera de los países donde tales embajadas existen en el mundo. ¿Tendrá eso algo que ver con el Tratado de Viena teniendo en cuenta la histórica mala fama de tales misiones diplomáticas en la organización y soporte material y financiero para la subversión en otras naciones? Realmente se evidencia la premura en materializar la apertura de una embajada en La Habana, lo que puede ocultar la intención angloestadounidense de radicar una estación de inteligencia, espionaje para la subversión indispensable conque cambiar a, o mejor desmantelar al gobierno revolucionario. Algo improbable de no "refrescar" a la disidencia local moralmente sin prestigio ni apoyo interno. La embajada yanqui en la capital de la Isla comenzaría una prospección de nuevos "líderes" de esa disidencia.

 

3. Si bien ya está aclarado que incluso la apertura de tales embajadas no significa una normalización de las relaciones bilaterales, si sería un paso positivo, en tanto avance de tales conversaciones. Dicha normalización se localiza ahora mismo en la confrontación diplomática que se percibe:

 

Desde Cuba:

 

1. El desmantelamiento definitivo del bloqueo de los EE.UU. contra Cuba.

 

2. La devolución del territorio usurpado ilegalmente a Cuba en Guantánamo donde se ubica la Base Militar estadounidense sede de una prisión ilegal que Obama jamás pudo o quiso desmantelar.

 

3. Cese de las transmisiones de las ilegales TV y Radio Martí desde La Florida.

 

Desde los EE.UU.:

 

1. Un arreglo justo para el gobierno de los EE.UU. de la indemnización por las "propiedades" embargadas y nacionalizadas por el gobierno revolucionario hace más de medio siglo.

 

¿Los EE.UU. estarían dispuestos a indemnizar a Cuba por el daño causado a la Isla durante ese bloqueo genocida; aún vigente?

 

Se habla de la aprobación de veinte millones de dólares en el presupuesto de los EE.UU. para estimular el “cambios de régimen”; ¿Se mantiene la labor subversiva?

 

Desde apreciación personal, si bien es cierto que ambos países pudieran beneficiarse mucho, de materializarse los posibles intercambios comerciales hacia donde apunta la mayoría de la atención angloestadounidense que está a favor de su acercamiento a Cuba, también lo es el que Cuba se ha abierto al mundo, y lo que realmente estorban son las prerrogativas extraterritoriales que se arroga el gobierno de los EE.UU. a tenor de ese bloqueo codificado como ley, que multan y reprimen de manera ilegal. La exigencia por el cierre de la prisión ilegal de la Base Naval de Guantánamo es mundial.

 

Se localizaron intereses comunes para la colaboración mutua; sobre todo en el campo de la salud pública, pero cada uno de ellos de una forma u otra es transversalmente por ese bloqueo.

 

De todas maneras, siempre se mantendrá la pugna por parte de los EE.UU. por “halar” a Cuba hacia el espacio de sus intereses.

 

Resulta lamentable que ciertos medios de información subvaloren esa circunstancia, y estén dando por efectivo lo que aún está en la mesa de negociaciones.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/169848
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS