Nueva York. 17 de marzo. SEMlac/SeMéxico.- Ante las dificultades para tener un mapa de la real situación de las mujeres 20 años después, el Banco Mundial y el área de estadísticas de género de Naciones Unidas, se comprometieron a otorgar recursos, apoyo técnico y metodologías para medir a cabalidad lo que ha pasado con el progreso y/o las dificultades para el desarrollo de los derechos de las mujeres en el mundo, durante una mesa de análisis en el marco del 59 periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (59CSW), mesa coordinada por Marcela Eternod, secretaria ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).

Ahí Eternod destacó como una de las cuestiones sustantivas contar con  un conjunto básico de indicadores para que los Estados miembros de Naciones Unidas, puedan evaluar el alcance, la prevalencia y la incidencia de la violencia contra las mujeres. Un asunto ampliamente debatido aquí en la gran manzana y que será fundamental para la agenda para el desarrollo post 2015 que este año discutirá Naciones Unidas, además porque el mapa mundial no es claro.

La generación, análisis y difusión de estadísticas e indicadores son una herramienta para supervisar la aplicación de las 12 esferas de especial preocupación en la Plataforma de Acción de Beijing y de las políticas públicas. Sin datos claros y precisos, sin fotografías de una situación simplemente no se puede actuar y no se puede evaluar lo que se hace.

En la discusión se reconoció que hubo avances y vacíos en las estadísticas.  Demasiados estudios que no dan un panorama completo, encuestas limitadas y no datos de la administración y las agencias del estado, situación que dificulta el conocimiento sobre la realidad actual, por ello es urgente mejorarlo para los planes del futuro inmediato.

Medir y tener evidencias sobre la condición de las mujeres y cómo han operado las políticas mundiales  a favor de las mujeres, no deben ser solo discursos, sino datos y números. Cómo se puede comparar la inversión, sin el dato, o cómo evaluar el progreso, sin la evidencia.

Por ello la tarde de este martes el tema fue examinado en el marco del CSW59. Ahí  37 países y 5 responsables de las estadísticas de su país y de la ONU informaron sobre lo que han hecho y las dificultades para contar con el dato, la muestra que revele cuál es la verdadera situación, por ejemplo en el tema de la violencia contra las mujeres.

La comisión de estadísticas de la ONU, a cargo de México, generó un debate amplio y se anunció que esta vez se hará un resumen que permitirá acelerar los trabajos de los gobiernos para cumplir con la Plataforma de Acción.  Quedó claro que en las últimas dos décadas hay grandes esfuerzos para documentar con datos los progresos y obstáculos de la Plataforma de Acción de Beijing; pero  hay  vacíos: en algunos países los métodos de recolección de información son todavía muy elementales y existen otros donde apenas se empieza de recolectar información por sexo, sin perspectiva de género.

Se trata, explicó Eternod de una urgencia porque los estados deben producir y difundir estadísticas de género que apoyen la definición, seguimiento y evaluación de políticas sobre igualdad de género y empoderamiento de las mujeres.

Se avanzó en crear un sistema de 152 indicadores, según explicó Keiko Osakijefa  de la división de estadísticas de Naciones Unidas, quien señala que se hicieron grandes esfuerzos por unificar la información mundial, pero aun son escasas las evidencias de la contribución económica de las mujeres y no se tienen datos de las áreas empresariales, lo que dificulta las comparaciones como para decir esta es la situación de las mujeres en la vida empresarial o económica.

Dijo que hay 150 países con sistemas estadísticos, pero en muchos de ellos no se incluye la perspectiva de género. Es urgente que los sistemas o instituciones estadísticas los incluyan; hay disparidades en la forma de presentar los datos, lo que impide su comparación. Lo que ella dijo se confirmó en la participación de 37 oradoras al señalar que no se ha podido hacer un mapa claro, por ejemplo de las diversas violencias que viven las mujeres.

No obstante en las últimas dos décadas, dijo Marcela Eternod se han hecho avances significativos, pero no se hace la suficiente difusión de las estadísticas, y no se utiliza todo lo necesario, por lo que instó a las participantes a redoblar esfuerzos para relevar el valor del dato, de la evidencia, para el desarrollo y progreso de las mujeres. Si no se sabe el tamaño y características, por ejemplo, del trabajo de las mujeres o de cómo usan su tiempo de vida, es imposible ser asertivos en las políticas públicas para su desarrollo.

A lo largo de la discusión la representante de Banco Mundial, Masako Hiraga, explicó que se trabaja en un apoyo decidido para tener datos en 15 de los países menos desarrollados, por lo que un importante grupo de 9 países africanos, entre ellos Sudán, Etiopía y otros, demandaron apoyo técnico para empujar sus series estadísticas y los datos. Eternod habría dicho que no necesariamente las estadísticas por sexo son de género y señaló que tampoco son suficientes los estudios o las encuestas, que es necesario combinarlas creativamente.

En las intervenciones Claudia Alonso, directora general adjunta de Género en la Secretaria de Educación Pública, puntualizó que en México se ha creado un Comité Técnico Especializado de Información con Perspectiva de Género (CTEIPG) coordinado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) con el objetivo de promover la generación e integración, uso y difusión de las estadísticas con perspectiva de género, en colaboración con el Inmujeres, y que es un mecanismo que contribuye a hacer visibles las desigualdades entre hombre y mujeres, y las brechas que persisten.

Violencia

En el tema de la violencia contra las mujeres se hizo evidente la urgencia de perfeccionar los datos y las estadísticas, para hacer visibles las diferentes violencias, ahora hay encuestas, pero urge que las áreas administrativas ( ministerios públicos para Mexico, jueces, procuradurías) proporcionen información clara, contundente para poder desarrollar políticas para aminorar esta lacra social y para prevenirla y erradicarla.

Ejemplos como el de la oradora de Finlandia o Suecia que reconocieron que en sus países las mediciones muestran un grave problema de violencia contra las mujeres, elimina el prejuicio de que se trata de países pobres, en conflicto o antidemocráticos únicamente.

Por ejemplo, la señora  Nguyen Thi Viet Nga, de Vietnam dijo que en ese país la primera vez que midieron la violencia contra las mujeres en 2010, reveló que el 6 por ciento de las vietnamitas sufrieron violencia de manos de sus esposos, el 10 por ciento violencia sexual en su casa y lo más grave es que el 54 por ciento recibió de sus maridos violencia emocional. Si se combinan estas violencias, señaló, 60 por ciento de las vietnamitas ha sufrido algún tipo de violencia  y 50 por ciento tuvo consecuencias en su salud.