Unas de principales fuentes de que se nutren las políticas públicas, son los temas de la agenda pública.  Estas políticas, se definen como aquellas normas institucionales generalmente aceptadas por la sociedad para solucionar uno o más problemas que obstaculizan el desarrollo de la economía y la misma sociedad, y la segunda como mecanismo de expresión de demanda de la población y de los actores sociales, económicos y políticos.

En teoría, parafraseando a Eugenio Lahera, el gobierno de la Republica debe diseñar, ejecutar y evaluar políticas públicas de consenso, y no imponerlas como resultado del triunfo en elecciones, por el hecho simple de ser electo Presidente de la Republica o Alcalde Municipal.  Se piensa,  esta es la tónica del proceso eleccionario, que lo prometido en campaña política es lo que se hará como gobierno, aunque no sea la solución a la problemática enfrentada ya que   se necesita  de la participación efectiva de la comunidad, sector privado, actores sociales y políticos. Una Política Publica sin consenso, es una política de gobierno pero no una política de Estado; rápidamente entra en desuso, incluso antes de que sea formulada.

El presidente Juan Orlando Hernández  hizo público los temas de su agenda de gobierno, donde destaca la militarización de la sociedad para reducir las muertes violentas, el combate al narcotráfico, la ejecución de un mega programa de compensación social denominado “Vida Mejor”, la privatización de las empresas y servicios públicos, la venta del territorio nacional con las Zonas de Empleo y Desarrollo (ZEDES) y las Alianzas Público-Privadas, el apoyo a la producción de palma africana, azúcar, ganadería y en menor medida granos básicos, y la reducción de la migración infantil no acompañante en el marco de la Alianza del Triángulo Norte.

Sin embargo, maneja una agenda oculta en temas como la reelección presidencial, las reformas a la Ley Electoral, elección de los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y los Comisionados del Tribunal Superior de Cuentas, los alcances de las reformas educativas y de los regímenes de aportación y de pensiones ¿INPREUNAH?, endeudamiento externo más allá del convenio con el FMI, privatización de los servicios de salud, derechos humanos, corrupción y la impunidad.

En el caso de la reelección presidencial, lo último es que el expresidente Rafael Callejas, con problemas de visado para entrar a EEUU y bajado de un avión por las autoridades norteamericanas, ha exigido a la Corte Suprema de Justicia se pronuncie a favor de las reformas a la Constitución de la Republica que permita la relección presidencial de preferencia continua. Ha dicho que si esto se aprueba, el Movimiento Nacional Rafael Callejas (MONARCA), el cual lidera, se prepara para competir y ganar las elecciones generales en 2017. A criterio de analistas independientes como el Dr. Edmundo Orellana, lo del expresidente Callejas es una estrategia del presidente Hernández para ejercer mayor presión a los Magistrados de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia que emitirán el fallo, por lo que el Misterio Publico debe actuar de oficio en contra de los promotores de violaciones de la Constitución de la Republica.

En realidad, la visita del expresidente Callejas a la Corte Suprema de Justicia ocurre cuando la Selección de Futbol SuB-17 se clasificó al Mundial de Chile, atribuyéndole dicho logro a su persona por ser el presidente de la Federación Hondureña de Futbol.  Se le atribuye también haber clasificado a Honduras en forma consecutiva a dos mundiales de Futbol y la contratación de José Luis Pinto como nuevo entrenador de la Bicolor Nacional, catalogándolo la prensa mediática como un hombre exitoso, honesto y popular. Sin embargo para Mauricio Villeda, el expresidente Callejas que tendrá 74 años en 2017, no busca la reelección presidencial sino apoyar la candidatura de Juan Orlando Hernández, en su defecto, de su amigo Ricardo Maduro. Para el Abogado Villeda, si la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia se pronuncia a favor de esta solicitud de diputados y dirigentes del Partido Nacional, el país enfrentará de nuevo  una crisis política al usurparse funciones y competencias de otro poder del Estado.

La Coalición de Partidos por la Democracia (PL, LIBRE, PAC y PINU-SD) se mantienen firmes frente a las pretensiones continuistas del presidente Juan Orlando Hernández y los ataques de la prensa tarifada (¿Rodrigo Wong Arévalo ha hablado de más en contra de Villeda y Mel Zelaya?) contra sus líderes, pero deben ir más allá para construir una agenda compartida a lo interno y con la sociedad hondureña. Ello puede ayudar a la formulación de verdaderas políticas públicas de consenso para beneficio del pueblo hondureño, que posibilite transitar hacía una ruta más creíble en la reivindicaciones de los derechos violados a la población después del golpe de Estado; es decir,  hacía una ruta  menos autoritaria y excluyente.

Tegucigalpa, DC, 18 de marzo de 2015