Charlie Hebdo: El debate sobre la “seguridad global” y el papel de Francisco
12/01/2015
- Opinión
Las casi 4 millones de personas que movilizaron el domingo en Francia se manifestaron frente a los lamentables hechos ocurridos la semana pasada tras el atentado sufrido por la revista Charlie Hebdo. ¿Qué se pidió? Paz y no venganza: se habló de “no tener miedo”. Algunos puntos nos pueden ayudar a entender más que panorama se abre de ahora en más a escala global:
1) Marine Le Pen intenta mostrarse como la garante de la paz en el país galo
La ultraderechista francesa intentó en las últimas 72 hs mostrarse como la política más activa del país, aún cuando el propio Hollande tuvo una intensa agenda con otros mandatarios europeos. En el medio de su frenesí mediático, confirmó su idea de realizar un referéndum para pedir la pena de muerte en el país. Aquí hay que recordar un hecho concreto: la propia publicación Charlie Hebdo realizó numerosas sátiras a Le Pen en particular y a esta idea -la pena de muerte- en general. Resulta paradójico que ahora la propia Le Pen intente “aprovechar” las dolorosas circunstancias del asesinato de los caricaturistas para pedir una idea por ellos rechazada.
Su padre, Jean Marie Le Pen, no tuvo mejor idea que publicar, horas después del asesinato de los periodistas de Charlie Hebdo, una polémica fotografía en twitter que decía “Keep calm and vote Le Pen”, con el rostro de su hija atrás. En conclusión: un burdo intento de usufructuación del sentido momento que vive la sociedad parisina y francesa. La “frutilla del postre” fue el comentario de Le Pen padre sobre los dirigentes europeos que acompañaron a la movilización: los llamó “payasos” porque, explicó, eran “responsables de lo ocurrido” por no combatir “la inseguridad, cuyo origen es la inmigración masiva”.
2) Barack Obama convocó a una Cumbre sobre Seguridad Global en EEUU.
El adelanto lo confirmó el fiscal general estadounidense, Eric Holder, durante su paso por París. "Reuniremos a todos nuestros aliados para discutir formas en las que podamos contrarrestar este extremismo violento que existe en el mundo", manifestó Holder a los periodistas franceses. Ya hay fecha pautada para este encuentro: el próximo 18 de febrero en Washington.
Con esta convocatoria, Washington intentará mostrarse como “garante de la paz” a nivel global, algo que a todas luces choca con la política exterior injerencista que las diversas administraciones han venido aplicando en las últimas décadas, en especial en Irak, Afganistan, Siria y otros países donde hoy se extiende el fundamentalismo de ISIS. El objetivo de Obama es no quedar rezagado ante la dinámica de los Jefes de Estado de Europa, que intentaron mostrar una unidad creciente en París.
3) La islamofobia, una de las preocupaciones en las diversas movilizaciones
En la multitudinaria manifestación del domingo en París apareció una bandera que sintetizó preocupaciones. Decía “Ni Yihadismo, ni Islamofobia”, y así marcaba los límites claros en cuanto a las posibles políticas de seguridad que se puedan dar de ahora en más en el Viejo Continente.
¿En que se basa esta preocupación por un posible avance de la “islamofobia” en Europa? Veamos: El grupo derechista español Democracia Nacional publicó un comunicado, luego del ataque a Charlie Hebdo, donde advertía que “tenemos que empezar a deportar a musulmanes antes de que sea tarde”. En Grecia, en el marco de la campaña electoral para las elecciones del 25/1, el primer ministro Samaras también intentó utilizar el paraguas de la ´inmigración descontrolada´ para posicionarse en contra de Syriza, la fuerza de izquierda que a hoy podría formar gobierno. En Alemania, en tanto, el grupo xenófobo Pegida -cuyo significado es “Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente”- convocó a nuevas movilizaciones tras los hechos parisinos, bajo la supuesta tesis de haber previsto que ellos sucederían.
Aquí, palabras como las del ministro alemán de justicia, Heiko Maas, sirvieron para ilustrar la congoja por la instrumentalización que Pegida quiere hacer de estos lamentables hechos, al calificar de “repugnante” el intento de utilización del grupo xenófobo de estos atentados. La masiva movilización -unas 35 mil personas- que tuvo lugar el fin de semana en Dresde a favor de la tolerancia y en respuesta a las movilizaciones de Pegida es una demostración clara de que un hipotético avance de estas fuerzas ultraderechistas también tendrá su contraparte popular, que no busca una “cajería de brujas” sobre los pueblos árabes.
4) El papel geopolítico de Francisco, clave para un momento turbulento
Para finalizar, una breve apostilla sobre la importancia de las declaraciones del Papa argentino y latinoamericano, Francisco, en torno a estos hechos. El pontífice condenó el fundamentalismo de grupos como ISIS -que hay que recordar tiene “en la mira” a Bergoglio, de acuerdo a informaciones presentadas por los servicios secretos italianos meses atrás- y también cuestionó cualquier posible “terrorismo de Estado”.
Acá hay que recordar la preocupación de Francisco por las víctimas civiles, y su condena a la “cultura del rechazo al otro”, que también se extiende con claridad al plano económico y social: en un encuentro con movimientos sociales latinoamericanos donde participó Evo Morales, Francisco se preocupó por las altas cifras de pobreza en el continente europeo y la elevada desocupación juvenil -algo que en Francia llega al 25% de los jóvenes, y que se triplica en extranjeros-.
En ese marco Francisco realiza dicha crítica a la “cultura del rechazo al otro”, que convierte al ser humano "en esclavo, ya sea de las modas, del poder, del dinero, incluso a veces de formas tergiversadas de religión", tal como afirmó ante diplomáticos. En la exhortación apostólica Evangelii Gaudium ya aparecían similares reflexiones, lo que demuestra la consistencia del pensamiento geopolítico de Francisco, que no hace gala de la instrumentalidad que sobre estos hechos sí realiza -de forma descarada, como vimos antes- la ultraderecha Europea.
Juan Manuel Karg / @jmkarg
Analista Internacional
Foto: El Telégrafo
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