Paz da salto cualitativo

06/01/2015
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La paz sigue acumulando puntos. La guerra pierde margen al igual que sus promotores de la ultraderecha. 2015 se inicia con buen paso y la decisión guerrillera de ordenar un cese al fuego y de hostilidades indefinido es un bucle lleno de enormes potenciales políticos.
 
Con ocasión del episodio del General Alzate, retenido por un frente de las Farc en el departamento del Chocó a principios del mes de noviembre/2014, y su posterior liberación, se profundizó el debate sobre los riesgos de adelantar los diálogos de La Habana en medio del conflicto y los enfrentamientos militares. Aislar las conversaciones de lo que sucedía en Colombia con el conflicto social y armado generaba enormes tensiones e incertidumbres entre la opinión pública y la ciudadanía.
 
En ese sentido se planteó la necesidad de un desescalamiento del conflicto para darle credibilidad y legitimidad a la Mesa de conversaciones de Cuba.
 
Muchas y adecuadas propuestas se han hecho en esa dirección. La nación ha centrado sus preocupaciones en un asunto de tanta trascendencia. Por supuesto, las salidas no se han hecho esperar y los protagonistas centrales han hecho movimientos en la ruta que conviene. Solo los núcleos más recalcitrantes de la ultraderecha y el militarismo presionan para degradar y agravar la confrontación bélica.
 
En ese orden, conviene recordar que desde hace varias semanas, casi meses, está funcionando en La Habana una subcomisión integrada por altos oficiales de las Fuerzas Armadas y de las Farc que debate aspectos técnicos y políticos de un eventual fin del conflicto armado. Todo indica que sus resultados son muy promisorios.
 
En los primeros días de diciembre/2014, las Farc ordenaron un cese al fuego y de hostilidades indefinido, haciendo la salvedad de que bien podía suspenderse ante acciones ofensivas de las Fuerzas Militares del Estado.
 
En los días recientes las cosas han funcionado muy bien y la sociedad siente un enorme alivio por la radical caída de eventos y sucesos vinculados con la guerra.
 
Ayer lunes 5 de enero de 2015, al término de una reunión con expertos en solución negociada de conflictos que lo asesora, el Presidente Juan Manuel Santos ha dicho que lo que procede es superar la desconexión entre lo que sucede a nivel nacional en materia de conflicto y la Mesa de conversaciones de La Habana. Quiere decir que los avances muy importantes alcanzados deben reflejarse en el desescalamiento del conflicto social y armado. Gran salto para la paz ( http://bit.ly/1HEzRvC ).
 
Contra estos progresos solo se escucha la delirante voz guerrerista de la ultraderecha uribista. Junto con militares violentos, siguen atravesados como mulas muertas para impedir que la paz sea una realidad tangible para millones de ciudadanos. Se inventan toda suerte de mentiras para desacreditar y descalificar cada paso en la tarea cuyo objetivo es una Colombia en paz. Por fortuna rápidamente son denunciados y puestas en evidencia sus falsedades.
 
Nota. Imposible omitir el oportunismo del señor Gustavo Petro, actual Alcalde de Bogotá, quien durante diez años, durante el gobierno de Uribe Vélez, para congraciarse con él, pedía el envío de los líderes de las Farc en extradición a los Estados Unidos y su juzgamiento por la Corte Penal Internacional. Fue quien más celebró con aplausos la extradición de Simón Trinidad y de Sonia a cárceles gringas. Ahora utiliza el tema de la paz para reencaucharse y apalancar sus mediocres fichas electorales en las elecciones del próximo mes de octubre. Una vergüenza de politiquero que algunos quieren hacer ver como de izquierda.
 
https://www.alainet.org/es/articulo/166577?language=es
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