¿Para qué vivir?

01/12/2014
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¿Es posible construir un mundo más humano y justo? ¿Cómo explicarnos tantas catástrofes naturales, tanta desesperación, tanta confrontación, tanto dolor? ¿Qué se nos viene a la mente cuando advertimos terremotos, inundaciones, volcanes, incendios, huracanes? ¿Cómo explicarnos que los seres humanos aniquilen a otros sin piedad? ¿Por qué el ser humano, que se dice es animal racional y criatura inteligente, es cariñoso y salvaje a la vez? ¿Cómo explicarnos las confrontaciones bélicas, las invasiones de un país a otro sembrando el terror y mezclando las lágrimas con la sangre de inocentes?
 
Son algunas de las tantas preguntas que nos hacemos en nuestro programa de radio “La Otra Cara”, que se difunde por la señal satelital de Radio Santa Cruz de Santa Cruz de la Sierra, un espacio de reflexión, donde intentamos explicar lo que busca el ser humano.
 
¿Acaso la madre tierra está descontrolada y enloquecida por la mano perversa del ser humano?
 
Según informes científicos, el calentamiento global podría eliminar a una cuarta parte de todas las especies de vegetales y animales de la tierra el año 2050.
 
Los fenómenos atmosféricos que amenazan al planeta son cada vez más inciertas y catastróficas, algo parece estar fuera de control y que también se haya desfasado. Y que no se entienda mal, esto no es sensacionalismo, no es irracionalidad, no es ciencia ficción, esto es real y parece inminente.
 
A mi juicio, algo que está fuera del control humano se acerca, y con mucha prisa. La verdad yo estoy preocupada, la verdad, no sé si usted también.
 
Contrariamente, ¿Cómo nos explicamos tantas catástrofes naturales, tanta desesperación, tanta confrontación, tanto dolor? Veo con preocupación en un futuro próximo, muy próximo un cuadro de terror, desolación y muerte a consecuencia de la perversidad de la mano del hombre que también es víctima de una confusión existencial. ¿Qué busca ese hombre?
 
¿Por qué cuando encendemos la TV, nos impregnamos de sangre inmediatamente?
 
¿Por qué los medios de TV abren sus portales con desgracias ajenas, tiroteos, violencia, suicidio, homicidios?
 
Muestran a unos jóvenes jugando a la “ouija” y a otro que se suicida y al otro día otros jóvenes juegan la ouija y otros se suicidan... 
 
¿Acaso ese uso excesivo, inescrupuloso de la crónica roja los transforma en medios de venta masiva?
 
¿Será que los medios de comunicación priorizan el lucro sobre el servicio a la sociedad?
 
¿Acaso la confrontación, la manipulación, la tergiversación, el sensacionalismo, son relativamente atractivos para lucrar mejor?
 
¿Acaso algunos seres vivos con los atracos diarios que muestran los medios pretenden convertirse en millonarios?
 
A juzgar por los hechos, un millonario de la noche a la mañana, no es nadie de manera decente ni honrada.
 
¿Acaso hemos perdido la perspectiva de la vida, razón por la cual andamos a la deriva?.
 
¿Acaso no existen noticias alentadoras para mostrar al público?
 
Los medios de comunicación televisivos deben proclamar la construcción de una sociedad con mejor calidad de vida, donde se cultive los valores humanos para dar nacimiento a un nuevo ser.
 
Ya lo reiteré en varias ocasiones; existen medios de comunicación que ofrecen programas preestablecidos que tienen como objetivo único, adormecer la conciencia del ciudadano a efectos de inducirles a vivir de fantasías y en medio de las desgracias, me refiero a los programas de farándulas, chismes, mis colitas, etc.etc.
 
Considero que esta es una forma de manipulación que empobrece al ser humano a objeto de subordinarlo fácilmente.

Ojo, con las sobrevaloraciones mediáticas, son verdaderamente una bomba de tiempo, muchas veces son armas de destrucción masiva y  un verdadero atentado a la libertad de expresión.
 
Cuando pregunto “para qué vivir” o ¿por qué vivimos?, ¿por qué hacemos las cosas que hacemos? reflexiono por ejemplo sobre la vida de Michael Jackson, quizá, el cantante de pop más famoso del mundo y con seguridad el más infeliz del planeta hasta su desaparición, la razón es sencilla, el dinero, el éxito y la fama no traen felicidad, al contrario acarrean histeria, desgracias, dolor, luto. No vaya muy lejos, querido lector, ahí están los patéticos ejemplos reales: La Princesa Diana, Whitney Houston, Marilyn Monroe y tantos otros.
 
Finalmente, ¿para qué ganar plata mediante la explotación de los pobres, mediante juegos clandestinos, demoliendo el medio ambiente o vendiendo armas, si nuestra vida es tan corta para terminar en piltrafa humana?
 
No es lo mismo la plata que se despilfarra en suntuosidad que la que se invierte en mejorar el nivel de vida de los pobres.
 
Ahí estamos…
 
María Eugenia Claros Bravo
Directora periódico Visión “Z”
Bolivia
 
https://www.alainet.org/es/articulo/165821
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