Camino a la Soberanía Alimentaria
Paridad social o Monopolios
24/09/2012
- Opinión
En el marco de la presentación del libro “Seguridad y soberanía alimentaria” de Myriam Gorban se reconocieron las acciones llevadas a cabo por el gobierno argentino para la equidad social ante los problemas de los monopolios de la alimentación.
En el aula anfiteatrada de la sede Presidente Néstor Kirchner de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata (FPyCS-UNLP), la licenciada en Nutrición Miryam Gorban presentó su trabajo “Seguridad y Soberanía Alimentaria”.
Lo hizo junto al secretario académico de la Casa de Altos Estudios, Carlos Ciappina; el profesor Víctor Ego Ducrot y el periodista especializado de APAS, Fernando Glenza, colega de Gorban en la Cátedra Libre Soberanía Alimentaria de la UNLP.
Ciappina, docente de Historia de América Latina, fue el encargado de dilucidar el escenario político regional sobre el cual sucede la batalla por la soberanía alimentaria.
Luego, Ducrot se refirió a los territorios fronterizos que hay entre los campos de la historia, la literatura y las prácticas periodísticas. “Nunca en el siglo XX hubo tantas hambrunas” por eso las luchas de la humanidad se basaron en la obtención justa de alimentos.
Sin embargo, en la historia se observan situaciones en que sectores bien abastecidos protagonizaron revueltas, que fueron en contra de procesos de distribución más equitativa. Allí se inscriben los ejemplos de Chile en 1973, y Argentina 2008. El primero refiere al Golpe de Estado que derrocó al gobierno de Salvador Allende y la Unidad Popular. Fue impulsado por sectores sociales donde la comida sobraba. Asimismo, en 2008 en Argentina, tras el intento de implementar la resolución 125 que establecía retenciones móviles a la agroexportación. Las protestas de entonces, del mal llamado "campo" se hicieron con “cacerolas de teflón” e iban en contra del gobierno de tinte nacional y popular.
La autora del libro y Licenciada en Nutrición, Miryam K. de Gorban, realizó un recorrido crítico de la distribución de los alimentos que conforman la canasta básica de los pueblos y señaló que “el control del sistema alimentario mundial está en concentrado en pocas empresas”.
Tal es así que “10 empresas nos imponen lo que hay que consumir”, explicó la licenciada. En referencia a esto, añadió que la concentración monopólica de alimentos para abastecer a los 7 mil millones de habitantes se refleja con las 51 empresas multinacionales situadas en 49 países.
La puja e intereses de esta estructura oligopólica repercute directamente en los costos alimentarios que deben pagar los consumidores, atentando contra los bolsillos populares.“Los alimentos se utilizan para voltear gobiernos”, dijo la autora del libro.
Asimismo, destacó que las políticas públicas implementadas desde el 2003 en Argentina contribuyeron con la disminución de la pobreza, que en aquel entonces era del 54 por ciento y hoy ronda un 8 por ciento. Resaltó la importancia de las políticas de distribución social que viene realizando el gobierno nacional.
La pelea distributiva continúa siendo un obstáculo que los procesos populares deben afrontar ante lo que más tienen. Así lo señaló Víctor Ego Ducrot en relación al problema de la soberanía alimentaria asociada a los escenarios históricos, como el desabastecimiento que sufrió Chile por parte de los más poderosos como preparación del terreno para derrocar a la Unidad Popular en los años ´70.
“Mientras acá se cacerolea, en ciudades del primer mundo como Boston aparecieron, estos últimos días ollas populares en las plazas”, afirmó la licenciada en nutrición. Por eso la parábola que hay entre los defensores de esta estructura monopólica con las ollas populares, emblemas de las resistencias populares, coexisten en nuestros tiempos, destacando que “acciones como las de este gobierno argentino, demuestran cómo la intervención del Estado ayuda a la paridad social”, finalizó Gorban.
Lo hizo junto al secretario académico de la Casa de Altos Estudios, Carlos Ciappina; el profesor Víctor Ego Ducrot y el periodista especializado de APAS, Fernando Glenza, colega de Gorban en la Cátedra Libre Soberanía Alimentaria de la UNLP.
Ciappina, docente de Historia de América Latina, fue el encargado de dilucidar el escenario político regional sobre el cual sucede la batalla por la soberanía alimentaria.
Luego, Ducrot se refirió a los territorios fronterizos que hay entre los campos de la historia, la literatura y las prácticas periodísticas. “Nunca en el siglo XX hubo tantas hambrunas” por eso las luchas de la humanidad se basaron en la obtención justa de alimentos.
Sin embargo, en la historia se observan situaciones en que sectores bien abastecidos protagonizaron revueltas, que fueron en contra de procesos de distribución más equitativa. Allí se inscriben los ejemplos de Chile en 1973, y Argentina 2008. El primero refiere al Golpe de Estado que derrocó al gobierno de Salvador Allende y la Unidad Popular. Fue impulsado por sectores sociales donde la comida sobraba. Asimismo, en 2008 en Argentina, tras el intento de implementar la resolución 125 que establecía retenciones móviles a la agroexportación. Las protestas de entonces, del mal llamado "campo" se hicieron con “cacerolas de teflón” e iban en contra del gobierno de tinte nacional y popular.
La autora del libro y Licenciada en Nutrición, Miryam K. de Gorban, realizó un recorrido crítico de la distribución de los alimentos que conforman la canasta básica de los pueblos y señaló que “el control del sistema alimentario mundial está en concentrado en pocas empresas”.
Tal es así que “10 empresas nos imponen lo que hay que consumir”, explicó la licenciada. En referencia a esto, añadió que la concentración monopólica de alimentos para abastecer a los 7 mil millones de habitantes se refleja con las 51 empresas multinacionales situadas en 49 países.
La puja e intereses de esta estructura oligopólica repercute directamente en los costos alimentarios que deben pagar los consumidores, atentando contra los bolsillos populares.“Los alimentos se utilizan para voltear gobiernos”, dijo la autora del libro.
Asimismo, destacó que las políticas públicas implementadas desde el 2003 en Argentina contribuyeron con la disminución de la pobreza, que en aquel entonces era del 54 por ciento y hoy ronda un 8 por ciento. Resaltó la importancia de las políticas de distribución social que viene realizando el gobierno nacional.
La pelea distributiva continúa siendo un obstáculo que los procesos populares deben afrontar ante lo que más tienen. Así lo señaló Víctor Ego Ducrot en relación al problema de la soberanía alimentaria asociada a los escenarios históricos, como el desabastecimiento que sufrió Chile por parte de los más poderosos como preparación del terreno para derrocar a la Unidad Popular en los años ´70.
“Mientras acá se cacerolea, en ciudades del primer mundo como Boston aparecieron, estos últimos días ollas populares en las plazas”, afirmó la licenciada en nutrición. Por eso la parábola que hay entre los defensores de esta estructura monopólica con las ollas populares, emblemas de las resistencias populares, coexisten en nuestros tiempos, destacando que “acciones como las de este gobierno argentino, demuestran cómo la intervención del Estado ayuda a la paridad social”, finalizó Gorban.
APAS | Agencia Periodística de América del Sur | www.prensamercosur.com.ar
Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Universidad Nacional de La Plata.
Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Universidad Nacional de La Plata.
https://www.alainet.org/es/articulo/161235
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