Río+20: Bolivia observa varios puntos al primer documento borrador de negociación presentado en Río de Janeiro

18/06/2012
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A pocos días de la inauguración oficial de la Cumbre de Río+20, la delegación boliviana hizo varias observaciones a un documento elaborado por el país anfitrión y que recoge las propuestas presentadas por las diferentes delegaciones asistentes a esta cumbre mundial sobre desarrollo sostenible.
 
La delegación boliviana hizo varias observaciones y críticas, algunas de ellas “muy duras”, al primer documento borrador completo presentado el 17 de junio a altas horas de la noche y que Brasil –a cargo de la presidencia de la Conferencia– intenta consensuar entre las delegaciones asistentes a las negociaciones oficiales de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable que se realizará del 20 al 22 de junio en Río de Janeiro.
 
René Orellana, Jefe de Delegación de Bolivia para esta Conferencia, conocida como Río+20, informó que el país anfitrión hizo conocer un documento de 50 páginas y 287 parágrafos que recoge las distintas propuestas presentadas hasta el momento.
 
“Bolivia resaltó este esfuerzo por redactar una versión que intenta aproximarse a un documento que exprese las voluntades y las expectativas de los países del mundo”, indicó Orellana en contacto telefónico desde la ciudad brasileña, pero al mismo tiempo hizo observaciones porque "tiene varios problemas y problemas serios, no es un documento balanceado”.
 
Avances
 
La delegación boliviana a la cabeza de Orellana resaltó la importancia de fortalecer los párrafos relacionados con la Madre Tierra y pidió a todos los países del mundo “que no objeten, que no se opongan a los párrafos 37, 38 y 39 que fueron promovidos por Bolivia, Ecuador y el ALBA a través del G77+China y que incluyen el reconocimiento de la Madre Tierra”.
 
Destacó el hecho de que el documento incluye el reconocimiento de los derechos de la naturaleza; el reconocimiento de la armonía con la naturaleza como una forma de aprovechamiento y de relacionamiento con la naturaleza; un enfoque holístico del desarrollo sostenible que articula sus pilares social, ambiental y económico; y el reconocimiento de promover la regeneración y la restauración de la naturaleza.
 
Crítica a la ‘economía verde’
 
Pero también “Bolivia ha hecho una crítica rotunda, durísima, a la ‘economía verde’ y ha pedido que no se intente de ninguna manera promover objetivos de desarrollo sostenible con una visión de una economía verde que expresa un ambientalismo sesgado y equivocado, que en realidad lo que promueve es la transferencia de obligaciones de los países desarrollados a los países en vías de desarrollo”, dijo Orellana.
 
“Este capítulo (‘economía verde’) expresa en gran medida la intención de algunos países desarrollados de promover una visión de desarrollo basado en la privatización de los recursos privados, en el acceso privado a la naturaleza y a los recursos ambientales”, sostuvo.
 
“Este capítulo insinúa que de los diversos modelos de desarrollo existentes en el mundo, solamente aquellos que implementen la ‘economía verde’ serán sujetos de financiamiento”, agregó.
 
Contrariamente a esta visión, Bolivia planteó que todos los modelos de desarrollo del mundo reciban la misma atención, el mismo financiamiento y transferencia de tecnología, así como otros tipos de herramientas relacionados con el desarrollo sostenible. “La ‘economía verde’, en este capítulo, se ha reducido a una herramienta; ya no tiene un significado relevante”, aseveró.
 
Derecho humano al agua
 
Otra de las observaciones de Bolivia recayó sobre el parágrafo 121 del documento presentado debido a su visión gravemente equivocada de que el derecho humano al agua se condicione a las necesidades de salud física y mental mínimas y necesarias para las personas. “Esto está mal, no debe ser así”, dijo Orellana, “es un grave error vincular el derecho humano al agua y el consumo necesario para la vida con los estándares de salud mental y salud física. Bolivia ha demandado que se restituya lo planteado por el G77+China en sentido de que el derecho humano al agua debe ser reconocido plenamente en esta Declaración”.
 
Atentado a la soberanía
 
Asimismo, Bolivia observó el párrafo 130 del documento brasileño “porque consideramos que es un párrafo que atenta contra la soberanía de los pueblos y sienta las bases para, primero, definir objetivos de desarrollo sostenible que obliguen a los países en vías de desarrollo, cuyas economías dependen sustancialmente de los hidrocarburos, es decir de los combustibles fósiles, a disminuir nuestro consumo de nuestras energías fósiles y, segundo, eliminar todo tipo de subsidios vinculados a nuestros combustibles fósiles”.
 
Según Orellana, este párrafo atenta contra la soberanía de los pueblos ya que “está dirigido a eliminar nuestra producción de combustibles fósiles, transfiriéndonos una responsabilidad que en realidad debían cumplir los países desarrollados. Bolivia ha planteado que este párrafo debe ser borrado del capítulo correspondiente”.
 
Consumo responsable
 
Respecto de los patrones de consumo vigentes sobre todo en los países desarrollados, la delegación boliviana observó la poca contundencia del texto sobre los patrones de consumo, “no se dice que son los países desarrollados los que deben cambiar sus patrones de consumo”.
 
Esto quiere decir, continuó el delegado boliviano, "que los países desarrollados deben establecer políticas específicas para evitar una realidad como la que hoy ha expresado la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación): que cada año, los países desarrollados botan a la basura 700 millones de toneladas de alimentos, equivalentes a tres veces la cantidad de alimentos producidos en un año en la región de África subsahariana, y que esto es una vergüenza en un mundo que tiene mil millones de hambrientos".
 
Financiamiento
 
Bolivia también cuestionó que no existan mecanismos claros para la transferencia de tecnología y el financiamiento del desarrollo sostenible. “El capítulo de transferencia de tecnología y financiamiento no da ninguna respuesta concreta a los países en vías de desarrollo en sentido de crear las condiciones para que cuente con recursos financieros y la tecnología para el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza”, aseveró.
 
Mecanismo REDD
 
Orellana también criticó la “aparición” del mecanismo REDD (Reducción de Emisiones de la Deforestación y la Degradación de bosques) en la sección de ‘Bosques’, “porque no corresponde a este documento incluir mecanismos de mercado y mucho más si se asume que estos mecanismos corresponden a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático”, indicó el delegado boliviano para Río+20.
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