Elecciones presidenciales
24/01/2008
- Opinión
El próximo 7 de octubre se llevará a cabo la elección presidencial en Venezuela, donde existen principalmente dos bloques, el sector de la oposición conformado por las cúpulas de partidos políticos de vieja data venezolana (Acción Democrática y COPEI Partido Social Cristiano principalmente) y aquellas subdivisiones que emergieron de sus grandes rupturas, como lo son Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, Proyecto Venezuela, entre otros, que representan los viejos intereses de la política neoliberal de mercado. Y por el otro lado, tenemos el proyecto político que lideriza el Presidente Comandante Hugo Chávez Frías, que nos presenta a los y las venezolanas continuar con la profundización de los cambios socialistas revolucionarios, con el manejo de políticas de inclusión y de participación del pueblo como vía directa en la toma de decisiones.
Desde el año 1998, cuando la revolución bolivariana llegó al poder manejando un proyecto político el cual fue presentado al país como propuesta de cambio, ha consistido en la refundación de la República, ya que la misma se encontraba completamente desmoronada debido a los fracasos en la aplicación de planes y programas neoliberales que plagaron de hambre y miseria a unos millones de venezolanos, llegándose a manejar cifras hasta del 50% de pobreza, entre los que se destacaba un 20% de pobreza extrema; y por el otro lado un sector ínfimo de la población enriquecido; situación que viene siendo completamente contradictoria, en vista de que la República Bolivariana de Venezuela es un país con riquezas naturales inimaginables, donde mediante una justa distribución de las mismas todos pudiéramos alcanzar un nivel de vida digno en condiciones de igualdad y no discriminación.
Ciertamente, al llegar un gobierno con políticas socialistas de pueblo con el único fín que revertir dichas cifras de pobrezas (Ver datos de la CEPAL 2011 y el Coeficiente de Gini 2012), surgió una incomodidad y disconformidad tanto para aquellos políticos del pasado, acostumbrados a manejar la renta petrolera para negocios fraudulentos, como especialmente a quienes desde el exterior se beneficiaban por las regalías del crudo venezolano, lo que generó desde el mismo año 1998 una serie de acontecimientos como, sabotaje en la industria petrolera, desestabilización política mediante paros de transporte y llamados a desconocer la autoridad mediante una desobediencia civil, y una campaña desenfrenada de falsos supuestos y medias verdades, manipuladas por los dueños de los medios de comunicación social y los sectores de poder económico del país.
Este breve recuento histórico es sólo para llamar la atención de quienes hacen vida política en el sector de la oposición haciendo llamados de “Paz”, cuando el pueblo venezolano que ha vivido intensamente el proceso revolucionario 1998 – 2012 (ojo, apoyemos o no a la revolución), sabemos de todos las artimañas y trucuñuelas que son capaces de hacer los opositores para regresar a Miraflores, (golpes de Estados, francotiradores, mentiras mediáticas, etc) y que ahora pretenden vestirse de corderitos pacíficos y disfrazarse de hipies al vender un discurso político basado en “la paz , el amor y la unidad”, cuando todos y todas sabemos que existe un sector fascista encabezado por Leopoldo López y el candidato de oposición Capriles, exalcaldes de los Municipios Chacao y Baruta del estado Miranda respectivamente, encargados de perseguir y acosar a toda persona que no les sigua el juego guarimbero, agrediéndoles sus viviendas y amenazando con las policías administrativas que manejan. No olvidemos el asedio a la Embajada cubana y la cacería de brujas a los líderes bolivarianos durante los acontecimientos del 2002.
El pueblo venezolano , que día a día se levanta bien temprano a trabajar, que tiene su familia al cual se debe, está consciente de que las políticas revolucionarias proyectadas y llevadas a cabo por el gobierno del Presidente Chávez ha beneficiado a millones de personas (reconocidas por la UNESCO y las Naciones Unidas), de que no existe grupos de castas ni privilegiados a la hora de construir en un sector popular un “Metro Cable”, o la creación de un “Mercal, alimentos de buena calidad al alcance de todos”, construcción de vías alternas en sectores populares, la construcción de vías ferroviarias y metros a zonas con abundante población habitacional (Caracas-Los Teques; Caracas-Guarenas; Valencia; Maracaibo; etc), las misiones educativas, destinadas a llevar educación a todos los sectores del país completamente gratuita y en igualdad de condiciones y oportunidades; el tema habitacional, siendo este último un reto de la revolución bolivariana del cual se están tomando cartas en el asunto, en fin, una serie de beneficios sociales a favor del pueblo, que realmente resulta irreversible su cambio de dirección.
No hay mayor juzgado para una gestión de gobierno que el mismo pueblo. Observemos y hagamos una encuesta al pueblo venezolano, sobre la gestión del Presidente Chávez y los 40 años de la cuarta República. Si algo se conoce en política, es que un Gobierno se desgasta, sobre todo cuando no existen políticas de desarrollo y progreso. El pueblo venezolano conoce muy bien cuales fueron las consecuencias de la Venezuela del pasado, sabemos el resultado de la entrega del manejo de la economía venezolana al Imperio Norteamericano para que desde Washington, mediante sus agencias internacionales de dominación (FMI y el Banco Mundial) se controlaran las políticas del Estado, que obviamente les beneficiaba a su mercado industrializado neoliberal, dejándonos a cambio como legado hambre y miseria a la mayoría de los venezolanos y venezolanas
Desde la Venezuela Socialista que construimos, el pueblo venezolano hace un llamado a los sectores de la oposición democrática para que desde ya, declaren que van a acatar los resultados de las elecciones presidenciales del 7 de octubre de 2012 y, a su vez, le instamos a que se separen de posibles escenarios de violencia desestabilizadora, generando caos en la calles venezolanas. Nuestro pueblo es pacífico y amante de la paz, pero bajo ningún concepto permitiremos que la violencia y el uso de las armas sean utilizados de nuevo para revertir el orden Constitucional que traiga consigo enfrentamientos entre el pueblo venezolano, como ocurrió en el año 2002 en Venezuela y en el año 2009 en Honduras, por citar sólo algunos ejemplos recientes.
Esperemos que ese discurso político de paz que maneja la oposición venezolana sea verdadero y que sepan aceptar los resultados que el árbitro electoral, de manera autónoma, arrojará en las próximas elecciones.
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