Caminos a tomar
23/01/2012
- Opinión
Las semanas pasadas –por el manejo del caso Conga, la declaratoria del Estado de Emergencia, la caída del Gabinete Lerner e instalación del Gabinete Valdez– se ha abierto un debate entre las fuerzas de izquierda, movimientos regionales e intelectuales que están por el cambio, respecto al rumbo a tomar.
Óscar Ugarteche calificó de “masacre política” la caída del Gabinete Lerner y como una demostración de estilo en un sistema político sin estructuras político partidarias y con fuerte peso caudillista. Fue muy duro y anotó que: “La división derecha-izquierda está delineada por una conciencia ambiental versus políticas extractivistas; democracia participativa versus democracia electoral; derecho al cuerpo versus la sexualidad reproductiva compulsiva; las mejoras en los salarios y en la distribución del ingreso versus concentrar el ingreso y aquietar a los mercados; políticas económicas heterodoxas versus políticas económicas ortodoxas; modelo de crecimiento exportador versus un modelo de crecimiento hacia adentro; más impuestos a los ricos versus exoneraciones tributarias; lucha contra el racismo y toda forma de discriminación versus el status quo”.
Sinesio López, ex asesor de la PCM con Lerner y una cabeza de Ciudadanos por el Cambio, sentenció –en una entrevista– que: “Ollanta Humala renunció no solo a la Gran Transformación sino además a la primera Hoja de Ruta. Ahora creo que la llamada hoja de ruta es cualquier cosa…Ya no asume esos programas y en la práctica acepta el nuevo catequismo neoliberal con el que se viene gobernando desde los 90.” Plantea que las fuerzas del cambio deberían agruparse y asumir como base de unidad los ejes programáticos de la “Gran Transformación”, incluyendo a los nacionalistas que mantengan estas propuestas.
Carlos Reyna afirma: “El peso que ha cobrado el poder económico en este gobierno es notorio, el peso (de) las FFAA…e incluso la dirigencia conservadora. Pero eso ocurre porque se trata de un proceso que lleva a la Presidencia …a líderes construidos a base de su carisma personal y no a través de una organización colectiva, democrática con una plataforma programática y compromisos que se construyeron en el tiempo”. Llama, como Sinesio, a construir un gran espacio socialista con renovación de liderazgos.
Con sus propios matices plantean las cosas Arana en Tierra y Libertad, el MNI vinculado al Gobierno Regional de Cajamarca. En las bases hay malestar y cierto desconcierto respecto al rumbo de las cosas. El PS tiene pronto una Conferencia Nacional para discutir el tema, pero no se aleja de apreciar lo ocurrido como un gobierno en disputa desde que naciera y valora errores cometidos por la falta de articulación y estrategia de las fuerzas progresistas. El PCP, reconociendo problemas, considera que el apoyo al gobierno de Ollanta Humala es una base de unidad, pero con protagonismo de los movimientos sociales y programa.
Las fuerzas por el cambio reconocen la necesidad de definiciones. Pero no hay que ignorar realidades. Ollanta ha anunciado que irá sólo como PNP en las elecciones 2014 y 2016: obliga a otros a articularse y diluye GP que hizo posible la victoria. A su vez, que Humala gobierna en una correlación de fuerzas bajo la hegemonía de la ideología y peso de la derecha y el poder económico minero y financiero, mientras izquierdas y progresistas contribuimos a este escenario con nuestra desunión y falta de estrategia común, que debilitó al Gabinete Lerner. Tampoco podemos ignorar avances: la Consulta Previa, el fortalecimiento de Petroperú, una pizca más de la renta minera para el Estado, más presupuesto para programas y servicios sociales, política exterior, etc. Pero aún nada estructural y poca atención a demandas sociales, mientras los procesos anticorrupción se debilitan o los manipula la derecha.
No está todo dicho. Hay una batalla por dar. No hemos colocado una agenda, ni articulado, renovado y fomentado unidad de acción de los sectores de izquierda y progresistas para un frente por la Gran Transformación y el cambio que millones de peruanos anhelan. Es momento de actuar y unir la esperanza con la acción y la organización.
Diario La República, 23 de enero de 2012
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