Memoria viva

Las diez vidas de Hugo Blanco

18/10/2011
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[Hugo Blanco no tiene madera de héroe, pero la lucha para buscar una alternativa revolucionaria al capitalismo no necesita héroes. Hugo Blanco tiene madera de campesino, de indígena, de sindicalista, de militante revolucionario indomable,… Y todo eso sí lo necesitamos, para tener compañeros reconocidos internacionalmente en los que se pueda confiar, que sean como enlaces compartidos entre las rebeliones y revoluciones del siglo XX y las de ahora mismo, en las que por cierto, sea en Tahrir, en las Casbah, en Syntagma o, más modestamente en nuestros 15-M, Hugo se hubiera sentido como en casa.

 

Hugo es capaz además de contarnos su asombrosa vida (que el título de este texto escribe, justamente, en plural) con naturalidad, con una memoria espléndida y con humor, o sea como lo haría un viejo y sabio campesino indígena cusqueño, curtido en mil batallas.

 

Martín Cuneo ha sabido captar la personalidad de Hugo Blanco con tal fidelidad que quienes le conocemos parece que lo tenemos ahí al lado y quienes no lo conocen pueden hacerse una idea de una de las biografías militantes que concitan el respeto, el cariño y la admiración de mucha gente, en muchos lugares, más allá de siglas e ideologías. El precioso dibujo de Emma Gascón que publicamos en la portada interpreta la personalidad de Hugo con cariño e inspiración.

 

Todas las colaboraciones son agradecidas y bienvenidas en nuestras páginas. Pero se entenderá que sintamos una especial satisfacción por publicar esta entrevista. M. R].

 

“El gato peruano tiene siete vidas, el gato sueco nueve... Así que tengo derecho a que la próxima ya me toque”, recita Hugo Blanco, sentado en la cafetería de un hostal en el casco histórico de Cusco. En sus 76 años de vida, hasta nueve veces le vio la cara a la muerte, según su propia cuenta. Sin embargo, a medida que avanza en su relato queda claro que se ha dejado unas cuantas veces fuera. Condenas de muerte, tiroteos, secuestros, intentos de asesinato, alguna enfermedad, catorce huelgas de hambre, torturas y cárceles... Y siempre la muerte salió perdiendo. Tan molesto ha resultado este histórico luchador campesino para los sucesivos Gobiernos peruanos que, en una de sus huelgas de hambre, el entonces ministro del Interior se solidarizó con su situación regalándole un ataúd.

 

* Documento completo en PDF

 

- Martín Cuneo es periodista.

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