Aprender no es necesariamente hacer lo mismo, es precisamente, en este caso, no repetirlo. Lo que enseña la Europa del euro es una vieja práctica, el dinero es el único conductor no solo de la economía sino también de la política, por lo tanto de la direccionalidad de la sociedad, en este caso de la comunidad de países del euro.

También enseña que las manifestaciones callejeras, de los auto designados progresistas con un vocablo demasiado usado gastado y vacío como ser de izquierdas resulta cansador y desagradable. Porque produce el vaciamiento de sentido de cambio que se necesita. Lo diré crudamente, no escribo por dinero ni para que nadie me de golpecitos en las espalda. Si no se apoya al PSOE en las próximas elecciones, la derecha retrógada española cerrará el círculo del euro dentro de la ideología que lo conceptualizó, y todo lo que se haga después será ruido callejero, demagogia izquierdoide que aquí en sudamérica resulta intragable.

Chile es un  ejemplo meridiano. La Concertación pactó una democracia light con la dictadura cívico militar y el resultado es el que llevó a La Moneda al Presidente Piñera. Hoy a perdido popularidad y no entiendo porqué la tenía. El es fiel al concepto contractualista de la sociedad por lo tanto ve con Rawls la benevolencia como el modelo de ayudar a lo más débiles que sería lo que Habermas enfrenta, justicia y benevolencia, con su propuesta de justicia y solidaridad.

Por lo tanto es fiel a su concepción política, por eso han sido los estudiantes los que luchan con fundamento por una educación asentada en la calidad y no en el lucro, articulada desde el Estado docente que no contradice la educación privada. Es impactante saber que 10 familias tienen un capital que triplica el PIB de Bolivia y el doble que Uruguay.

Por eso es deseable que los estudiantes no caigan en la trampa mediática de una sobre exposición que termina siendo un arma de doble filo y sirve para quienes sueñan con algo inexistente como la comunicación alternativa den pasos en serio en esa dirección. Por ahora nada.

La comunicación alternativa desde hace ya bastante tiempo solo se apoya en una retórica verbalista, por falta de formación teórica, por falta de apoyo financiero porque sin investigación solo hay verborrea sin destino.

Golpear a policías no cambia el orden social, destruir autos de gente modesta, robar negocios ensucia las demandas legítimas y a río revuelto ganancia del orden que se quiere cambiar. De un  modo u otro el movimiento estudiantil que podría convertirse en un movimiento ciudadano ha sido visibilizado por los medios que la misma Concertación apoyó.

En Uruguay y Argentina se hacen esfuerzos mediáticos para debilitar a sus gobiernos que dentro de sus debilidades tienen el fuerte apoyo de quienes, dentro de los más débiles, tienen avances verificables como lo recordaba el ex Presidente Vázquez referente a los campesinos que hoy cotizan en la previsión social, tienen un horario base de trabajo, los jubilados han mejorado sus ingresos, la gran mayoría no paga impuestos y se ha extendido la cobertura de salud pública. El acceso de los niños a las tecnologías de la información, etc,etc. Son datos fácticos que afortunadamente son más fuertes que simplemente medios oficialistas con un lenguaje grandilocuente. El apoyo al Presidente Mujica hoy se respalda en esos logros que en su gobierno se profundizan por supuesto con demasiada lentitud, un centralismo enfermizo, una oposición que ya le está buscando el abrigo de pieles al huevo pero si dependiera de medios oficialistas la cosa sería más compleja.

Si aprendemos con racionalidad en Suramérica a evitar el discurso verbalista, y apoyamos en Uruguay al Frente Amplio que por supuesto tiene bastante que hacer para no caer en el error de la Concertación que se transversalizó en un plano cupular que terminó por alejarse de las mayorías y alejar de ellas una democracia participativa que se enriquece con una información cualitativa, racional, abierta sin nombres sagrados.

- Walter Dennis Muñoz es periodista