Salida hacia el mar para Bolivia
De dialogar, ni hablemos
12/06/2011
- Opinión
Una novela de tratados y desacatamientos sobre un problema que hace treinta años busca solución diplomática. Al diálogo promovido por Evo Morales se oponen declaraciones belicistas del Ministro de Defensa de Chile.
El martes 7 de junio, en la ciudad capital de El Salvador, se llevó a cabo un muy esperado debate acerca de la salida al mar para Bolivia. Fue en el marco de la Asamblea General de Organización de Estados Americanos (OEA).
La demanda fue elevada por el canciller boliviano, David Choquehuanca, en la reunión de cancilleres de la semana anterior al inicio de la asamblea. Contó con el apoyo de la totalidad de sus colegas americanos para tratar un tema sobre el cual la OEA ya emitió once fallos en las décadas del setenta y ochenta, todos en favor del país mediterráneo.
"Quedó demostrado que el gobierno de Chile no ha podido hacer frente o contrarrestar la actitud del canciller David Choquehuanca, quien ha defendido la búsqueda de una salida pacífica, equitativa y consensuada a este conflicto", manifestó el presidente Evo Morales tras la reunión de ministros de relaciones exteriores americanos.
Sin embargo, durante la discusión del día martes hubo fuertes cruces entre Choquehuanca y su par chileno, Alfredo Moreno. En su exposición, el primero rechazó rotundamente el Tratado de Paz, Amistad y Comercio firmado por ambas naciones en el año 1904. Ese tratado definió la actual delimitación territorial, según la cual la soberanía chilena se extiende hasta la frontera con Perú y la de Bolivia no alcanza a tocar el mar.
Choquehuanca afirmó que aquel acuerdo consagró el “enclaustramiento geográfico”boliviano y que fue "impuesto por la fuerza" tras su derrota en la guerra del Pacifico(1879-83), sumado a que Chile incumplió, a su juicio, varias de sus cláusulas como por ejemplo la de “libre tránsito”.
En el documento se le otorga a Bolivia, a perpetuidad, un amplio y libre derecho de tránsito comercial por territorio chileno y por los puertos situados en el Pacífico.
Por su parte, el canciller Moreno declaró en el plenario que el tratado de 1904 “es válido y está vigente”, y que “Bolivia debe elegir entre el camino de la justicia internacional o el del diálogo”.
El primer descontento que hubo con el presidente Evo Morales fue justamente que mientras proponía una mesa de diálogo con la nación trasandina para discutir sobre la salida al mar se barajaba también la posibilidad de llevar el conflicto a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en la Haya (Holanda).
Lo cierto es que no se trata de vías excluyentes, puede trabajarse tanto por el camino diplomático como a través de la justicia internacional. No necesariamente debe tratarse de situaciones “inamistosas” para que una mediación de este carácter intervenga en la situación.
Además de la doble vía de Morales, Alfredo Moreno adjudicó el rechazo chileno a negociar soberanía a la manera en que se tomó al tratado de 1904 en la última reforma constitucional boliviana llevada a cabo en el año 2009.
Sobre la Constitución Plurinacional de Bolivia criticó los artículos que denuncian los tratados que "obstaculicen la recuperación de una salida al mar" porque, adujo, "ningún país puede unilateralmente buscar resolver un conflicto que es binacional.
Luego enfatizó que Chile no está en condiciones de ofrecer una salida soberana al mar, "mucho menos sin una compensación" de ese eventual corredor. Se refiere a que Bolivia querría conseguir un corredor de unos 10 kilómetros de ancho que se extienda unos 160 kilómetros desde su frontera con Chile al Pacífico, más un pedazo de costa en la cual desarrollar la actividad industrial y comercial bajo su bandera.
Indagaciones sobre la legitimidad del pedido boliviano
Desde su nacimiento como país en 1825 y hasta 1904, el territorio soberano de Bolivia se extendía hacia el occidente hasta llegar al mar. En la costa, su frontera norte era con Perú y la del sur con Chile. Bolivia en sus orígenes tenía salida al mar.
Según la página oficial del gobierno boliviano "los derechos bolivianos sobre el Pacífico vienen de la etapa prehispánica, probada por la presencia de Tiahuanacu en el Litoral y la expansión incaica posterior. Este límite fue heredado por Bolivia como consta en toda la cartografía internacional de la época”.
Inglaterra mantenía enormes intereses en el comercio del salitre. Capital chileno y británico poseían el 33 por ciento del salitre que se extendía desde el desierto de Atacama hasta el extremo sur peruano.
A raíz de que Bolivia elevó el impuesto en 10 centavos por quintal de salitre exportado a un contrato privado de transacción, Chile invadió su territorioargumentando que violaba el tratado de 1874, que establecía que los bolivianos no incrementarían los impuestos sobre el salitre por 25 años, es decir, hasta 1899.
El conflicto bélico se extendió entre 1879 y 1884 y la victoria chilena determinó que su frontera se extendiese hacia el norte y dejó a Bolivia sin acceso al mar.
La visón Boliviana respecto del Tratado puede resumirse en las declaraciones de la Cancillería dadas a conocer durante el centenario de la firma: “La firma del Tratado de 1904 tuvo para Bolivia una significación política y económica adversa. El tratado selló su mediterraneidad, limitó su desarrollo, obstaculizó su comercio y representó una amenaza para su seguridad nacional”.
Pero quizás lo más extemporáneo de las actuales conversaciones fue que dieron lugar a un resurgimiento del clima de hostilidad por parte del Ministro de Defensa chileno, Andrés Allamand.
En un comentario contrario al clima latinoamericanista imperanyte, Allamand manifestó que su país tiene “una muy sólida fortaleza. Es un país que en esta materia actúa unido, es un país que tiene en su posición todo el amparo del derecho internacional y, por último, tiene Fuerzas Armadas prestigiadas, profesionales y preparadas, que están en condiciones de hacer respetar los tratados internacionales y de cautelar adecuadamente la soberanía y la integridad territorial de Chile”.
Posteriormente resaltó que "Chile tiene plena confianza en su posición internacional y en su apego al derecho internacional". Sin embargo, dada la negativa chilena de acceder a los reclamos de su país hermano, pareciera que los 11 pronunciamientos previos de la OEA en favor de Bolivia, al igual que el apoyo explícito de los cancilleres americanos, quedan fuera del “apego de Chile al Derecho Internacional”.
Bolivia obtuvo es apoyo de presidentes norteamericanos en décadas anteriores, como fue el caso de los presidentes de Estados Unidos Jimmy Carter y, sobre todo, Ronald Reagan; simpatías cosechadas en tiempos en que Bolivia tenñia administraciones funcionales a la política exterior del país del norte.
Le tocó al presidente del Partido Comunista chileno, Guillermo Teillier oficiar de bombero para intentar apagar el incendio generado por los torpes dichos de Allamand:“Los argumentos o apelaciones de carácter político o jurídico se deben contestar con el mismo tenor, no con el uso del potencial bélico”, afirmó el dirigente, a pesar de compartir su negativa al pedido boliviano.
Hace treinta años que Bolivia espera una resolución favorable con respecto al tema y, si bien en ningún momento planteó recuperar los 400 kilómetros que perdió durante la guerra, solo un acceso al mar le abriría las puertas intercontinentales al comercio mundial y cambiaría sus perspectivas de desarrollo futuro.
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