Teoría y Praxis: instruirse, agitarse, organizarse
29/03/2011
- Opinión
“La esperanza no es ni realidad ni quimera.
Es como los caminos de la Tierra:
sobre la Tierra no había caminos;
han sido hechos por
el gran número de transeúntes.” [1]
En el treinta y un aniversario de la resurrección de Mons. Romero en el pueblo salvadoreño y latinoamericano.
“Que se capacite a los niños y a los jóvenes a analizar la realidad de su país. Que los prepare para ser agentes de transformaciones, en vez de alienarlos con un amontonamiento de textos y de técnicas que los hacen desconocer la realidad. Así hay muchos técnicos, muchos sabios, muchos profesionales que saben su ciencia, su profesión, pero que son como ángeles, desencarnados de la realidad en que actúan su profesión. Lo primero que debe buscar una educación es encarnar al hombre en la realidad, saberla analizar, ser críticos de su realidad. Una educación que sea educación para una participación política, democrática, consciente. Esto, ¡cuánto bien haría!” (Homilía 30 de abril de 1978, IV p. 194. Día a día con Mons. Romero).
En estas semanas con mayor acentuación, conmemoramos la vida de Nuestro Obispo Mártir Mons. Oscar Arnulfo Romero, si con mayor auge, ya que a pesar del transcurso del tiempo, pues su voz y actitud está presente en nuestras vidas.
En la realidad de hoy, aunque muy poco ha cambiado a la realidad de ayer que valiente y acertadamente denunciaba Mons. Romero, los salvadoreños y salvadoreñas, estamos enfrentando infinidad de problemáticas, y tal parece que a los que dedicamos la vida para que el reino de Dios se refleje cada vez mas plenamente, nos está haciendo falta considerablemente hacer análisis de la realidad que parta de los intereses de la población y desde ahí construir pensamiento socio teológico que proponga y denuncie proféticamente.
Para los que somos cristianos, necesitamos iniciar, retomar, o reforzar, los análisis de la realidad nacional a partir de los valores del reino y pensando como pueblo de Dios, puesto que el análisis y reflexión teológica debe de tener como base fundamental, partir de la realidad, pues de otra manera tal reflexión se vuelve enajenadora, manipuladora y especialmente contraria a los valores del reino de Dios.
Uno de nuestros estancamientos en la producción de pensamiento teológico coherente y que contribuya a la lucha histórica de los pueblos, ha sido y continua siendo, fundamentalmente el esperar que otros nos digan cómo interpretar la realidad, como acercarnos a ella y como actuar; tal acomodamiento puede provocar que solo seamos instrumentos de los intereses de a quien acudimos para analizar la realidad.
Lo que deberíamos de hacer es utilizar métodos que nos permitan contar con análisis propios a partir de nuestra identidad de pueblo de Dios de forma incluyente. Considero vital para la militancia del reino que se escuche y atienda la voz de los jóvenes, no hablando en su nombre sin incluirlos realmente, plateo esto como vital, debido a que se hacen necesarios e inevitables los cambios generacionales en este trabajo cotidiano por la Plenitud de vida.
Para nosotros, cristianos salvadoreños es recomendable analizar la realidad a partir de la palabra y la acción de Jesús, y de Mons. Romero, y debo hacer énfasis en lo siguiente: recordando que Monseñor fue calidad de Pastor y Profeta, ser humano de profundo amor, fiel a la Iglesia de Cristo, a la proclamación de la Buena Nueva, transparente en todas sus relaciones, apasionado de la Vida y la Verdad, realizó esfuerzos mas allá de lo imaginable para que este pueblo algún día disfrutara de la paz fruto de la Justicia, por eso se dice que “con Mons. Romero Dios paso por El Salvador” en ese sentido podríamos hacernos algunas preguntas e intentemos responderlas sin bagajes ideológicos, recordando que la Verdad tiene más tonalidades que negro o blanco, que si bien las causas estructurales continúan siendo injustas, hay situaciones que han cambiado en treinta y un años:
¿Mons. Romero hubiese recibido y aceptado conversar con el Sr. Obama? En el supuesto caso que hubiese decidido recibirle y conversar con él Sr. Obama ¿Qué le hubiese dicho Mons. Romero al Sr. Obama?
¿Qué le diría al presidente Mauricio Funes y su gabinete de gobierno? ¿Y al FMLN?
¿Qué diría Mons. Romero ante las actitudes de las izquierdas y las derechas salvadoreñas?
¿Qué les diría a los señores empresarios?
¿Qué diría Mons. Romero de los jerarcas de las iglesias no romanas y católico romana de hoy?
¿Qué les diría Mons. Romero a las personas que orientan las Organizaciones No gubernamentales y agencias cooperantes?
Citare dos frases de Monseñor Romero que nos ayudan a reflexionar acerca de nuestra realidad hoy. Las letras son resaltadas por mí:
“Dios es la vida. Dios es evolución. Dios es novedad. Dios va caminando con la historia del pueblo. Y el pueblo creyente en Dios no debe aferrarse a tradiciones, a costumbres; sobre todo cuando esas costumbres, esas tradiciones empañan el verdadero Evangelio de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Tiene que estar siempre atento a la voz del Espíritu: ¡Convertirse, ir en pos de ese Evangelio, de ese llamamiento del Señor! Todo aquél que se sienta seguro y que crea que no tiene necesidad de cambiar, es fariseo, es hipócrita, es sepulcro blanqueado, que está muy seguro; pero a saber su conciencia qué reclamos le está haciendo” (Homilía 11 de junio de 1978, V p. 33. Día a día con Mons. Romero).
“Seremos firmes, sí, en defender nuestros derechos, pero con un gran amor en el corazón. Porque el defender así, con amor, estamos buscando también la conversión de los pecadores. Esa es la venganza del cristiano” (Homilía 19 de junio de 1977, I-II p. 101. Día a día con Mons. Romero)
“La palabra es fuerza. La palabra, cuando no es mentira, lleva la fuerza de la verdad. Por eso hay tantas palabras que no tienen fuerza ya en nuestra patria, porque son palabras mentira, porque son palabras que han perdido su razón de ser” (Homilía 25 de noviembre de 1977, I-II p. 342. Día a día con Mons. Romero).
Considero que debemos revisar nuestras actitudes, ser consecuentes con la causa del reino, lo cual también significa ser autocríticos y recordar que en los procesos de liberación siempre necesitamos Acción – Reflexión – Acción, en franco y saludable equilibrio, y que a pesar de todo lo negativo de hoy, debemos siempre buscar la esperanza, allí donde en ocasiones no la queremos ver, es necesario limpiar nuestros lentes revolucionarios para estar siempre a tono con el desarrollo de la historia, de manera que esta no nos rebase, sino que como pueblo de Dios, nos coloquemos a la altura de los procesos de liberación. Esas actitudes pueden contribuir para que cotidianamente hagamos homenaje a nuestro guía espiritual Mons. Romero.
Concluyo esta reflexión citando a Antonio Gramsci y quiero dedicarla principalmente a los jóvenes y también a los adultos que están entendiendo la necesidad de los relevos generacionales en los procesos de liberación, así como son consientes y actúan en consecuencia en cuanto a la urgente necesidad de no caer en desequilibrios de activismo extremo o teorización extrema: "Instrúyanse, porque tendremos necesidad de toda vuestra inteligencia. Agítense, porque tendremos necesidad de todo vuestro entusiasmo. Organícense, porque tendremos necesidad de toda vuestra fuerza
- Rev. Héctor Fernández es Coordinador IED Esteban. San Salvador, El Salvador, Centro América.
[1] Lu Xun, conocido como pitu genolla. Representante del Movimiento Cuatro de Mayo, considerado el padre de la literatura moderna en China. Formó parte de la Liga de Escritores de Izquierdas, grupo de intelectuales afines al Partido Comunista Chino
https://www.alainet.org/es/articulo/148655?language=es
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