FSM – Dakar:

Carta de solidaridad con la lucha de las mujeres del mundo

25/02/2011
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En este año, en que el Foro Social Mundial se une a los pueblos de África por tercera vez después de Malí (2006) y de Kenia (2007), nosotras, las mujeres de diferentes partes del mundo, reunidas en Dakar, conscientes de que la unión de nuestras fuerzas permitirá con el tiempo provocar un cambio, reafirmamos nuestra solidaridad y admiración por las luchas llevadas a cabo por las mujeres de Senegal, de África y del mundo entero. Sus luchas, junto con las luchas de todos, hombres y mujeres, fortalecen la resistencia existente en todas partes en contra del sistema capitalista y patriarcal globalizado.

Al día de hoy, seguimos sufriendo las mismas crisis mundiales a nivel económico, alimentario, ambiental y social, y constatamos con preocupación que estas crisis perduran y se profundizan. Reformulamos aquí nuestro análisis según el cual estas crisis no son aisladas sino que son la expresión de la crisis del modelo caracterizado por la sobreexplotación del trabajo y del medio ambiente, y por la especulación financiera en la economía. Es la razón por la cual nosotras, las mujeres, seguimos afirmando que debemos cambiar este modelo de sociedad, este modelo económico, este modelo de producción y de consumo, que genera más pobreza en nuestros pueblos, especialmente en las mujeres.

Nosotras, las mujeres, en el afán de respetar y defender los principios de justicia, paz y solidaridad, tenemos que avanzar en la construcción de alternativas para hacer frente a estas crisis. Pero no nos interesan las propuestas paliativas basadas en la lógica del mercado.

No podemos aceptar que los intentos por mantener el sistema actual se realicen a expensas de las mujeres.

En este sentido, decimos no a la intolerancia y a la persecución de la diversidad sexual, así como a las prácticas culturales que atentan contra la salud, el cuerpo y el alma de la mujer.

Condenamos toda forma de violencia contra las mujeres, en particular el femicidio, la trata de mujeres, la prostitución forzada, el abuso físico, el acoso sexual, la mutilación genital femenina, los matrimonios precoces, los matrimonios forzados, la violación, la violación utilizada sistemáticamente como arma de guerra y la impunidad de quienes cometen estos actos de terror contra las mujeres.

También decimos no a una sociedad que no respete los derechos de las mujeres, que no les permita el acceso a los recursos, a la tierra, al crédito, al trabajo en condiciones dignas, donde el capital, para reproducirse, precarice los empleos de las mujeres.

Condenamos toda forma de acaparamiento y de colonización de tierras pertenecientes a campesinas y campesinos, por Estados o por empresas transnacionales, y condenamos los cultivos transgénicos que son perjudiciales para la biodiversidad y la vida.

Decimos no a la carrera armamentista y a la carrera nuclear que se llevan a cabo a expensas de la inversión, por parte de los Estados, en favor de programas sociales, de salud y de educación.

Condenamos una sociedad que no permite el acceso de las mujeres al conocimiento y a la educación, donde las mujeres son discriminadas y marginadas en los procesos de toma de decisiones.

Decimos no a los conflictos armados, a las guerras y a las ocupaciones. Decimos SI a la paz justa para los pueblos oprimidos.

Frente a todo ello, nos proponemos reforzar nuestra lucha para que nuestros países logren una soberanía económica, política y cultural con respecto a las instituciones financieras internacionales. Queremos la cancelación de las odiosas e ilegítimas deudas y una auditoría ciudadana que permita a los pueblos solicitar una reparación: las mujeres no deben nada, son el primer acreedor de la odiosa deuda. También hacemos un llamamiento para la aplicación efectiva de la tasa Tobin.

Exigimos la soberanía alimentaria de los pueblos y el consumo de productos locales, el uso de nuestras semillas tradicionales y el acceso de las mujeres a la tierra y a los recursos productivos.

Queremos un mundo donde los hombres y las mujeres tengan igualdad de derechos, las mismas oportunidades en el acceso al conocimiento, a la educación, a la alfabetización, a la educación y a la toma de decisiones, y los mismos derechos a trabajar y a tener salarios justos.

Exigimos un mundo donde los Estados inviertan en la salud de las mujeres y en la de nuestros hijos, sobre todo en salud materna.

Hacemos un llamamiento a ratificar y a aplicar de manera efectiva, todas las convenciones internacionales, en particular el Convenio 156 y el Convenio 183 de la OIT.

Queremos la democratización de las comunicaciones y del acceso a la información.

Nos solidarizamos con las mujeres palestinas por un Estado palestino democrático, independiente, soberano, con Jerusalén como capital, y por el retorno de los refugiados de conformidad con la Resolución 194 de las Naciones Unidas.

Nos solidarizamos con las mujeres de Casamance por el retorno de la paz.

Apoyamos la lucha de los pueblos de Túnez y Egipto por la democracia.

Las mujeres de la República Democrática del Congo por el fin del conflicto.

Las mujeres kurdas, por una sociedad democrática, ecológica, libre e igualitaria entre mujeres y hombres y donde exista el derecho a utilizar su lengua materna en la educación.

Somos solidarias con las mujeres Saharaui, por la obtención de su derecho a la libre determinación, de conformidad con la resolución de la ONU y por el encuentro de una solución pacífica, de conformidad con la Carta del Foro Social Magrebí.

Nos solidarizamos con todas las mujeres víctimas de desastres naturales, como los de Haití, Brasil, Pakistán, Australia...

Nos solidarizamos con los millones de niños y mujeres refugiados y desplazados.
Hacemos un llamamiento a que puedan retornar a sus tierras y para su libre circulación.

Proponemos la creación de redes de alerta e información sobre y para mujeres que se encuentren en zonas de conflicto o de ocupación. Proponemos que el 30 de marzo sea el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino y hacemos un llamamiento al boicot de los productos de los ocupantes israelíes. Apelamos a la creación de un Foro Internacional de Solidaridad con la Lucha del Pueblo Palestino en el 2012.

Reconocemos las luchas de todas las mujeres del mundo y hacemos nuestras sus reivindicaciones: lo que le sucede a una de nosotras, nos incumbe a todas. Es por eso que debemos luchar juntas.

Dakar, 11 de febrero de 2011


Organizaciones signatarias:
Marcha Mundial de las Mujeres
Vía Campesina
Federación Democrática Internacional de Mujeres - FDIM
Articulación Feminista MARCOSUR
IFWF – International Free Women’s Foundation
WILDAF – Senegal (Women in Law and Development in Africa)
AWID
CADTM – Commité pour l’ Annulation de la Dette du Tiers Monde
WIDE
Organisation Continental Latino-Américaine des Etudiants (OCLAE)
UBM – Union Brésilienne des Femmes
CEBRAPAZ (Brésil)
CTB (Brésil)
CUT (Brésil)
AMB – Articulation Brésilienne des Femmes
Democratic Women Freedom Movement “DOKH”
Kurdish Women Peace Office
Coordinación de Mujeres del Paraguay CMP
Isis International
La Red de Mujeres de AMARC (AMARC-RIM/AMARC-RIF/AMARC-WIN)
Attac Argentina
Attac Pais Valencia
CEAS – Sahara (Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara)
Colectivo Granada – España
Generattac
Groupement Dang Dang – Senegal
Groupement Défense Bargny - Senegal
Le Monde selon les Femmes – Belgique
Red Vasca de Apoyo a la Unión Nacional de Organizaciones Saharauis
ENDA - Europe

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*Esta “Carta de solidaridad con la lucha de las mujeres del mundo” fue elaborada por una comisión de trabajo compuesta por mujeres de diferentes organizaciones a partir de los debates realizados al largo del Foro Social Mundial en Dakar, febrero de 2011. Agradecemos al comité género y equidad del Comité Organizador senegalês por haber estructurado el espacio “Village des Femmes”, así como haber realizado diversas actividades de debate sobre los derechos de las mujeres que contribuyeron al contenido de esta Carta.

Este mismo contenido fue presentado como propuesta de declaración a la Asamblea de Mujeres en la mañana de 11 de febrero. La conclusión del debate no fue posible pues un sector minoritario en la Asamblea, pero bastante activo, se oponía a la mención al derecho la autodeterminación por las mujeres saharauies. Varias organizaciones presentes a la Asamblea decidieron por difundir este contenido en la forma de una Carta suscrita, sin con esto desconocer que para que esta Carta existieron mucho más mujeres y organizaciones que han contribuido y que el comité género y equidad sigue actuando en la perspectiva de una declaración consensuada entre las varias organizaciones presentes en la Asamblea.
 
https://www.alainet.org/es/articulo/147865
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