A propósito del despido de Carmen Aristegui (parte 1/2)

¿Qué ocurre con los periodistas que se salen del guión? (I)

21/02/2011
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El despido de Carmen Aristegui, conductora del noticiario de la cadena radial MVS de México, por presiones del gobierno de Felipe Calderón, muestra que los grandes medios y los gobiernos de América Latina castigan a los periodistas que se salen del libreto, tal como ocurre en países desarrollados como EEUU y el Reino Unido. Al fin de cuenta, los gobiernos otorgan las concesiones de radio y televisión para el lucrativo negocio de la “libertad de expresión”.
Aristegui regresó al trabajo el lunes 21, un final que no consiguieron “Los chicos malos en la guerra de Iraq” (1) descritos en el libro del cubano José Bodes Gómez, un texto que todo periodista debería conocer. También debería leerlo cualquier ciudadano interesado en saber cómo el poder viola su derecho a la información veraz y oportuna.
 
 
Cinco historias
 
Centrado en la invasión de Iraq, Bodes describe 4 casos en que medios o periodistas desafiaron al poder, contaron la verdad y desoyeron presiones. Pero tras esas rebeliones por el periodismo libre en EEUU y Reino Unido hubo retractaciones, disculpas y el implacable despido. La lectura de este libro provoca reflexiones sobre el rol del periodista en el tiempo en que vivimos.
 
Bodes relató: 1°) el conflicto entre el ex premier Tony Blair y la BBC, que cuestionó “informes de inteligencia” falseados para justificar la participación británica en la invasión a Iraq, 2°) el despido de la cadena NBC del corresponsal Peter Arnett por haberse dejado entrevistar por la televisión iraquí, 3°) la ruina del vicepresidente de CNN Edson Jordan tras decir en Davos 2005 que en 2003 EEUU mató periodistas en Iraq, y 4°) el arrepentimiento del semanario Newsweek por haber revelado torturas en Guantánamo.
 
BBC vs Blair   
                                                                 
El periodista Andrew Guilligan reveló el 22/05/2003 que “una fuente de inteligencia” estimó exagerada la peligrosidad atribuida por Tony Blair al Iraq de Sadam Hussein en su informe al Parlamento del 24/09/2002, cuando aseguró que podía atacar  Londres “en 45 minutos” y, por tanto, se debía ir a la guerra con Bush. Otro informe sobre Hussein fue divulgado el 2/08/2003, pero luego se supo que fue copiado de una tesis doctoral de 10 años atrás. La invasión comenzó el 20/03/2003, pero la BBC siguió fastidiando a Blair. Hubo debates parlamentarios y cuestionamientos, con una opinión pública que no se entusiasmó con la guerra. El ex canciller Robin Cook renunció y el avispero político exigió una investigación independiente sobre la real peligrosidad de Iraq.
 
Guilligan invocó “una fuente de inteligencia” para proteger a su informante de Defensa, el experto David Kelly –conocedor de Iraq como inspector de la ONU- e identificó al jefe de prensa de Blair, Alastair Campbell, como el autor del informe y la teoría de “los 45 minutos”. El gobierno exigía desmentidos y disculpas, pero la corporación pública BBC defendió su libertad de informar sin propaganda de guerra, pese a que su jefe era el banquero Gavyn Davies, políticamente afín a Blair, quien lo nombró en septiembre de 2001.
 
El 30/06/2003 Kelly le confesó a su jefe que era la fuente de la BBC. El 8/07 el ministro de Defensa Geoff Hoon ordenó divulgar su nombre como informante y la presión estresó tanto al experto, que salió a caminar el 17/07 y jamás regresó a casa. Al otro día hallaron su cadáver: oficialmente, suicidio por corte de venas. Su viuda dijo que fue traicionado por sus superiores que le aseguraron que su nombre nunca saldría en los medios. La investigación estuvo a cargo del juez Brian Hutton, el mismo que en 1999 consideró extraditable a España a Pinochet, reclamado por el juez Garzón.
 
El epílogo fue que el 28/01/2004, Hutton exculpó al gobierno de Blair de la muerte de Kelly y... censuró a la BBC. Su presidente –Davies- renunció y el sustituto –Richard Ryder- pidió disculpas por los “errores” de la emisora. El 4 de febrero Blair admitió en el Parlamento que no sabía que los datos de inteligencia aludían armas convencionales de corto alcance. Salió del cargo en 2007 con el estigma de haber sido comparsa de Bush.
 
Peter Arnett pierde su empleo
 
Peter Arnett se desgració por dejarse entrevistar en la TV de Iraq en 2003, cuando cubría la invasión para la cadena NBC, MSNBC y National Geographic. Antes cubrió la guerra de Vietnam desde 1962 hasta la derrota de EEUU en 1975. En 1998 denunció el uso de gas sarín en Laos en 1970 por CNN y revista Time. Pulitzer 1966, cubrió la invasión soviética de Afganistán en 1979 y la Guerra del Golfo de 1991 para CNN, junto a Bernard Shaw. Después de reportar que EEUU bombardeó una planta de leche, el gobierno Bush exigió desmentidos y “disculpas” por su trabajo. Trabajó 18 años en CNN, hasta 2001.
 
Regresó a Iraq en febrero de 2003, para cubrir la guerra que comenzó el 20 de marzo y que Bush prometió rápida, “un paseo” de una semana. El 31 de marzo aceptó una entrevista en la TV de Iraq que causó escozor: "Ahora EEUU está revaluando el campo de batalla, retrasando la guerra contra Iraq, quizá por una semana y reescribiendo el plan de guerra”, observó. “El primer plan ha fallado debido a la resistencia iraquí. Ahora están intentando escribir otro plan…” No se lo perdonaron. Primero, la NBC lo defendió diciendo que la entrevista fue una cortesía a sus colegas iraquíes y sus observaciones eran “de naturaleza analítica”, pero luego despidió al corresponsal, al igual que MSNBC y National Geographic. Desde entonces, Arnett está excluido de las grandes cadenas de EEUU. (Continuará).
 
Nota
 
1) “Los chicos malos de la guerra de Iraq”, José Bodes Gómez, Editorial Prensa Latina, 2008, 200 pp, gerenciaeditorial@cl.prensa-latina.cu
 
-  Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno.
https://www.alainet.org/es/articulo/147746?language=es
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