Grecia: símbolo de la deuda ilegítima

20/01/2011
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Resumen: La deuda pública griega estuvo en primera plana cuando los dirigentes de ese país aceptaron el tratamiento de austeridad recetado por el FMI y la Unión Europea, provocando importantísimas luchas sociales a lo largo de 2010. Pero ¿de donde viene la deuda griega? El aumento de la deuda a cargo del sector privado es reciente: hubo un primer aumento fuerte después de la entrada de Gracia en la zona euro en 2001; una segunda explosión de la deuda se produjo a partir de 2007, cuando la ayuda financiera concedida a los bancos por la Reserva Federal de Estados Unidos, por los gobiernos europeos y por el Banco Central Europeo (BCE) fue en parte reciclada por los banqueros hacia Grecia y otros países como España o Portugal. En cambio, el crecimiento de la parte pública de la deuda es más antiguo. Después de la deuda heredada de la dictadura de los coroneles, el recurso al préstamo sirvió desde los años noventa para rellenar el agujero producido en las finanzas públicas por la reducción del impuesto de sociedades y sobre las rentas más altas. Por otra parte, desde hace décadas, muchos préstamos permitieron financiar la compra de material militar, principalmente a Francia, Alemania y Estados Unidos. Tampoco hay que olvidar el asombroso endeudamiento en que cayó el gobierno griego para financiar la organización de los Juegos olímpicos de 2004 en Atenas. El engranaje de este endeudamiento público estuvo bien engrasado por los sobornos de las compañías transnacionales con el afán de conseguir suculentos contratos: Siemens es un caso emblemático.
 
Todo esto hace que se deba examinar rigurosamente la legitimidad y la legalidad de las diferentes deudas, según el método llevado a cabo en Ecuador, en 2007-2008, por la comisión de la auditoría integral de las deudas públicas. Las deudas que se calificarán de ilegítimas, odiosas o ilegales deberán ser declaradas nulas. Por lo tanto Grecia podrá repudiar su reembolso, al mismo tiempo que podrá demandar ante la justicia a aquellos que las hayan contratado. Existen signos alentadores provenientes de Grecia que indican el cuestionamiento de la deuda, convertido en tema central, y el pedido de una comisión de auditoría progresa de forma interesante.
 
Elementos evidentes de ilegitimidad de la deuda pública
 
En primer lugar está la deuda contraída por la dictadura de los coroneles, que se cuadriplicó entre 1967 y 1974. Evidentemente, esta deuda responde al calificativo de odiosa.[1]
 
A continuación, nos encontramos con el escándalo de los Juegos olímpicos de 2004. Según Dave Zirin cuando, en 1997, el gobierno anunció con orgullo a los ciudadanos griegos que Grecia tendría el honor de acoger siete años más tarde los Juegos olímpicos, las autoridades de Atenas y el Comité Olímpico Internacional previeron un presupuesto de 1.300 millones de dólares. Algunos años más tarde, el coste se había multiplicado por cuatro y se elevaba a 5.300 millones de dólares. Justo después de los Juegos, el coste oficial alcanzaba la suma de 14.200 millones de dólares.[2] Actualmente, según diferentes fuentes, el coste real sobrepasaría los 20.000 millones de dólares.
 
Numerosos contratos firmados entre las autoridades griegas y las grandes empresas privadas extranjeras provocan el escándalo desde hace varios años en Grecia. Estos contratos implicaron un aumento de la deuda. Podemos citar varios ejemplos que saltaron a los titulares en Grecia:
 
-. Por ejemplo, varios contratos firmados con la transnacional Siemens, acusada —tanto por la justicia alemana como por la griega— de haber pagado comisiones y otros sobornos al personal político, militar y administrativo griego por un monto de cerca de 1.000 millones de euros. El principal dirigente de la firma Siemens-Hellas,[3] que reconoció haber «financiado» a los dos grandes partidos griegos, huyó en 2010 a Alemania, y la justicia alemana rechazó el pedido de extradición realizado por la justicia griega. Estos escándalos incluyen la venta, por Siemens y sus asociados internacionales, del sistema antimisil Patriot (en 1999, con 10 millones de euros de sobornos), la digitalización de los centros telefónicos de la OTE (Organismo Griego de Telecomunicaciones) (sobornos por 100 millones de euros), el sistema de seguridad «C4I» comprado con ocasión de los JJ OO de 2004 y que nunca funcionó, la venta de material a los ferrocarriles griegos (SEK), la venta del sistema de telecomunicaciones Hermes al ejército griego y de equipamientos costosos a los hospitales de ese país.
 
-. El escándalo de los submarinos alemanes (producidos por HDW, que fue absorbida por Thyssen) por un valor global de 5.000 millones de euros —submarinos que desde el comienzo presentaban el defecto de escorarce enormemente hacia…la izquierda—, y de tener un equipamiento electrónico defectuoso. Una investigación judicial sobre las eventuales responsabilidades (corrupción) de ex ministros de defensa está en curso.
 
Por lo tanto, es completamente normal suponer que las deudas contraídas para cumplir con esos contratos estén salpicadas de ilegitimidad, incluso de ilegalidad. Y que por lo tanto deberían ser anuladas.
 
Además de los casos que acabamos de citar, es necesario comprender la evolución reciente de la deuda griega.
 
La aceleración del endeudamiento durante la última década
 
La deuda del sector privado se incrementó aceleradamente durante los años 2000. Las familias, a las que los bancos y todo el sector comercial privado (gran distribución, automóviles, construcción…) proponían condiciones tentadoras de compra, recurrieron al endeudamiento masivo, así como las empresas no financieras y los bancos que podían obtener préstamos a bajo coste (tipos de interés bajos y una inflación fuerte en comparación con los países más industrializados de la Unión Europea como Alemania, Francia, el Benelux, y Gran Bretaña). Este endeudamiento privado fue el motor de la economía del país. Los bancos griegos (a los que hay que añadir las filiales griegas de los bancos extranjeros), gracias a un euro fuerte, podían extender sus actividades internacionales y financiar con un coste menor sus actividades nacionales, puesto que habían pedido dinero en cantidades industriales. El gráfico siguiente muestra cómo la adhesión de Grecia a la zona euro en 2001, disparó la entrada de capitales financieros que correspondían a préstamos o a inversiones de cartera.
 
En el gráfico, Non-IDE quiere decir entradas que no corresponden a inversiones a largo plazo y que han aumentado enormemente, mientras que la inversión a largo plazo (IDE, Inversión Directa Extranjera) está estancada.
 
Gráfico 1
 
 
Fuente: FMI[4]
 
Con la enorme liquidez puesta a disposición de los bancos del oeste europeo ( sobre todo los bancos alemanes y franceses pero también belgas, neerlandeses, británicos, luxemburgueses, irlandeses…) por los bancos centrales durante 2007-2008, produjo un aluvión de préstamos a Grecia, tanto al sector privado como a los poderes públicos. También hay que tener en cuenta el hecho de que la adhesión de Grecia al euro le valió la confianza de los banqueros de Europa occidental, que pensaban que los grandes países europeos los ayudarían en caso de problemas. Por lo tanto, no se preocuparon de la capacidad de Grecia para reembolsar la deuda y consideraron que podían afrontar riesgos muy elevados en el país. La historia les ha dado la razón hasta ahora, la Comisión Europea y, en particular, los gobiernos francés y alemán aportaron un apoyo continuado a los banqueros privados de Europa occidental. En consecuencia, los gobiernos europeos lograron llevar las finanzas públicas a un estado lamentable.
 
El gráfico que aparece aquí abajo muestra que los bancos de los países del oeste europeo aumentaron sus préstamos a Grecia por primera vez entre diciembre de 2005 y marzo de 2007 (durante ese período, el volumen de los préstamos aumentó un 50 %, pasando de un poco menos de 80.000 millones a 120.000 millones de dólares). Mientras que la crisis de las subprime estallaba en Estados Unidos, los préstamos aumentaron de nuevo fuertemente (+33 %) entre junio de 2007 y el verano de 2008 (pasando de 120.000 millones a 160.000 millones de dólares), para después mantenerse en un nivel muy elevado (cerca de 120.000 millones de dólares). Esto significa que los bancos privados de Europa occidental utilizaron el dinero que les prestaba abundantemente y a bajo coste el Banco Central Europeo y la Reserva federal de Estados Unidos para aumentar sus préstamos a países como Grecia.[5] Siendo en esos países los tipos de interés más altos la banca privada pudo obtener jugosos beneficios. Por consiguiente los bancos privados tienen una gran responsabilidad en el excesivo endeudamiento de Grecia.
 
Gráfico 2. Evolución de la intervención de los bancos de Europa occidental
con respecto a Grecia en miles de millones de dólares
En el eje horizontal: marzo; junio; septiembre; diciembre; y se repite
 
Fuente: BPI [BIS consolidated statistics, ultimate risk basis][6]
 
Como lo muestra el gráfico siguiente, una aplastante mayoría de las deudas griegas están en manos de bancos europeos, comenzando por bancos franceses, alemanes, italianos, belgas, holandeses, luxemburgueses y británicos.
 
Gráfico 3.
 
Tenedores extranjeros (casi exclusivamente bancos extranjeros y otras sociedades financieras) de títulos de deuda (fines de 2008)[7]
Dentro del recuadro: Francia; Alemania; Italia, Bélgica; Países Bajos; Luxemburgo; Reino Unido; Resto del mundo.
 
Los ciudadanos griegos tienen todo el derecho de esperar que el peso de la deuda sea radicalmente reducido, lo que implica que se debe convencer a los banqueros para que borren las acreencias en sus libros de cuenta.
 
El comportamiento odioso de la Comisión Europea
 
Después del estallido de la crisis, el lobby militar-industrial respaldado por los gobiernos alemanes, francés y por la Comisión Europea consiguió que el presupuesto de defensa apenas estuviera tocado, al mismo tiempo que el gobierno del PASOK comenzó a recortar los gastos sociales (ver mas adelante el recuadro sobre las medidas de austeridad). Sin embargo, en plena crisis griega, a comienzos de 2010, Recep Tayyip Erdogan, el primer ministro turco, país que mantiene unas tensas relaciones con su vecino griego, fue a Atenas y propuso una reducción del 20 % en el presupuesto militar de ambos países. El gobierno griego no se cogió al salvavidas que le echaron. Se sentía presionado por las autoridades francesas y alemanas que deseaban garantizar sus exportaciones de armas. En proporción, Grecia gasta muchísimo más en armamento que los otros países de la Unión Europea. Los gastos militares representan el 4 % del PBI griego frente al 2,4 % para Francia, 2,7 para el Reino Unido, 2,0 para Portugal, 1,4 % para Alemania, 1,3 para España, 1,1 % para Bélgica.[8] En 2010, Grecia compró a Francia seis fragatas de guerra (2.500 millones de euros) y dos helicópteros de combate (400 millones de euros). A Alemania le compró 6 submarinos por 5.000 millones de euros. Grecia fue uno de los cinco más grandes importadores de armas en Europa entre 2005 y 2009. La compra de aviones de combate representó el 38 % del volumen de las importaciones, en particular con la compra de 26 F16 (a Estados Unidos) y 25 Mirages 2000 (a Francia), este último contrato por un valor 1.600 millones de euros. La lista de equipamientos franceses vendidos a Grecia no acaba allí: también se compraron vehículos blindados (70 VBL), helicópteros NH90, misiles MICA, Exocet, Scalp y «drones» Sperwer. Las compras de Grecia la convirtieron en el tercer cliente de la industria armamentística francesa durante la última década.[9]
 
A partir de 2010, los tipos de interés cada vez más altos, exigidos por los banqueros y otros actores de los mercados financieros con el apoyo de la Comisión Europea y del FMI, produjeron el clásico efecto «bola de nieve»: la deuda griega prosegue una curva al alza puesto que las autoridades del país piden prestado capital para reembolsar intereses (y una fracción del capital pedido anteriormente).
 
Los préstamos concedidos a partir de 2010 a Grecia por los miembros de la Unión Europea y el FMI no sirven en absoluto a los intereses de la población griega, todo lo contrario, ya que los planes de austeridad implantados comportan múltiples perjuicios a los derechos sociales de la población. De acuerdo con estos efectos[10], el concepto de «deuda ilegítima» debería ser aplicado a estas deudas y su reembolso repudiado.
 
La exigencia de una auditoría de la deuda gana terreno
 
En diciembre de 2010, la diputada independiente Sofía Sakorafa hizo una intervención remarcable en el Parlamento griego, proponiendo la constitución de una Comisión parlamentaria de auditoría de la deuda pública.[11] Sofía Sakorafa, que hasta hace pocos meses era parte del partido gubernamental PASOK (partido socialista), votó, por otro lado, contra el presupuesto de 2011,[12] en particular, por el peso del reembolso de la deuda. En la justificación de su valiente posición, se refirió ampliamente a la experiencia de auditoría llevada a cabo en Ecuador en 2007-2008, que condujo a una reducción significativa de la deuda del país. Esta diputada propuso que Grecia siguiera el ejemplo ecuatoriano y afirmó que había una alternativa a la sumisión a los acreedores, ya sea el FMI o los banqueros privados. En su argumentación insistió en el concepto de «deuda odiosa» que no debe ser reembolsada. Esta toma de posición produjo un eco importante en la prensa. El líder de Sinaspismos (uno de los partidos de izquierda radical) Alexis Tsipras, también en el Parlamento griego, pidió en forma similar la constitución de una comisión de auditoría «para que se sepa qué parte de la deuda es odiosa, ilegítima e ilegal». La opinión pública griega está evolucionando y los media no se equivocan.
 
El 5 de diciembre de 2010, un gran diario griego publicó un artículo del economista griego Costas Lapavitsas titulado «Comisión internacional de auditoría de la deuda griega: una demanda imperativa». En su conclusión, el autor afirma: «La Comisión internacional de auditoría tendrá un campo de acción privilegiado en nuestro país. Sólo pensemos en los contratos de deuda firmados con la mediación de Goldman Sachs o destinados a financiar la compra de armas de guerra para constatar la necesidad de una auditoría independiente. Si las deudas se revelan odiosas o ilegales deben declarase nulas y nuestro país podrá repudiar su reembolso, y al mismo tiempo podrá llevar ante la justicia a los que las hayan contraído.» Organizaciones sindicales, varios partidos políticos, numerosos intelectuales respaldan esta proposición ya que estiman que es un instrumento para encontrar una solución a la deuda ya sea con respecto a su anulación o con respecto a la penalización de personas y empresas que se determinó que son responsables de ese endeudamiento ilegítimo. Es necesario señalar que un comité griego contra la deuda fue creado en 2010.[13] Todos estos elementos son prometedores. El año 2011 podría por lo tanto representar el inicio de un cambio bienvenido en lo correspondiente a la capacidad de la izquierda de ofrecer perspectivas para resistir a las imposiciones de los acreedores.
 
Anexo
 
Vulneración de los derechos sociales y otras medidas neoliberales
en Grecia a partir de 2010
 
Reducción de los salarios del sector público entre un 20 y un 25 %. Reducción de los salarios nominales que podría alcanzar un 20 %. Las dos pagas extras reemplazadas por una paga única que varía de acuerdo al salario. Salarios congelados durante los próximos 3 años. De cada 5 jubilaciones en la función pública, 4 no serán cubiertas. Reducción masiva de salarios en el sector privado, llegando a ser del 25 %.
 
Las subvenciones de desempleo han sido reducidas y un sistema de ayuda a los pobres implantado en 2009 fue suspendido. Hay una reducción drástica de las subvenciones para las familias numerosas.
 
Existen planes para suprimir los convenios colectivos y reemplazarlos por contratos individualizados. La prácticas de estadías de larga duración, sin retribución o con muy poca, ha adquirido fuerza de ley. El sector público está desde ahora autorizado a recurrir a la interinidad.
 
Empleo
Recortes rigurosos de las subvenciones a los municipios y comunas lo que conlleva despidos masivos de trabajadores municipales. Despido de 10.000 trabajadores CDD del sector público. Cierre de las empresas públicas deficitarias.
 
Impuestos
Aumento de los impuestos indirectos (el IVA pasó del 19 % al 23 % y la introducción de impuestos especiales sobre los combustibles, el alcohol y el tabaco). Aumento del 11% al 13 % de los tipos inferiores del IVA ( concernientes a los bienes de gran consumo cotidiano como la electricidad, el agua, etc.). Aumento del impuesto a la renta para los ingresos medios. En cambio, reducción del impuesto de sociedades.
 
Privatizaciones
Voluntad de privatizar los puertos, los aeropuertos, los ferrocarriles, la distribución de agua y de electricidad, el sector financiero y las tierras que pertenecen al Estado.
 
Sistemas de jubilación
Las pensiones deben reducirse y luego congelarse. La edad de jubilación se aumenta, lo mismo que el número de años cotizados, que pasa de 37 a 40 años en 2015. El monto será calculado sobre el salario medio de la totalidad de los años trabajados y no sobre el último salario. También para los jubilados del sector privado se eliminan las dos pagas extras anuales. Imposición de un límite de gastos dedicados a las pensiones, que no pueden sobrepasar el equivalente del 2,5 % del PNB.
 
Tarifas del transporte público
Aumento del 30 % de los billetes en todos los transportes públicos.
 
Traducción: Griselda Piñero y Raúl Quiroz
 
- Eric Toussaint (CADTM)


[1] Según Alexander Sack, teórico de la doctrina de la deuda odiosa «Si un poder despótico contrae una deuda, no según las necesidades y los intereses del Estado, sino para fortificar su régimen despótico, para reprimir la población que le combate, esta deuda es odiosa para la población de todo el Estado […] Esta deuda no es obligatoria para la nación: es una deuda del régimen, una deuda personal del poder que la contrajo, y por consiguiente deja de existir con la caída de ese poder.» (Sack, 1927). Para una presentación sintética, véase la posición del CADTM Bélgica sobre la doctrina de la deuda odiosa y su estrategia jurídica para su anulación http://www.cadtm.org/La-posicion-del-CADTM-Belgica y también «Deuda ilegítima: la actualidad de la deuda odiosa. Posición del CADTM internacional» http://www.cadtm.org/La-actualidad-de-la-doctrina-de-la
[2] Dave Zirin, «The Great Olympic Scam, Cities Should Just Say Nowww.counterpunch.org/zirin07052005.html : «Pero para aquellos con corta memoria, solo necesitan observar los Juegos de verano 2004 en Atenas, que destrozaron la economía griega. En 1997, cuando Atenas “ganó” los juegos, los dirigentes de la ciudad y del Comité Olímpico Internacional calcularon un coste de 1.300 millones.. Cuando se dio a publicidad el presupuesto real, este subió a 5.300 millones . Cuando terminaron los Juegos, Grecia había gastado alrededor de 14.200 millones, originando un déficit récord en el país.»
[3] Véase un resumen detallado del escándalo Siemens-Hellas en http://www.scribd.com/doc/14433472/Siemens-Scandal-Siemens-Hellas Los delitos que la justicia alemana incriminaba a Siemens eran tan evidentes que para evitar una condena clara y contundente, la empresa acepto pagar una multa de 201 millones de euros en octubre de 2007 a las autoridades alemanas. Este escándalo ha manchado la imagen de Siemens de tal forma, que para limpiarla el portal Internet de la transnacional anuncia con buena visibilidad que ha dotado un fondo de lucha contra la corrupción con 100 millones de euros. Véase: http://www.siemens.com/sustainability/en/compliance/collective_action/integrity_initiative.php
[4] Gráfico tomado de C. Lapavitsas, A. Kaltenbrunner, G. Lambrinidis, D. Lindo, J. Meadway, J. Michell, J.P. Painceira, E. Pires, J. Powell, A. Stenfors, N. Teles : «The eurozone between austerity ans default», Septiembre de 2010. http://www.researchonmoneyandfinance.org/media/reports/RMF-Eurozone-Austerity-and-Default.pdf. Podéis ver el resumen francés (redactado por Stéphanie Jacquemont del CADTM) de este estudio: http://www.cadtm.org/Resume-de-The-Eurozone-between
[5] El mismo fenómeno se produce en el mismo momento en Portugal, en España, y en países de Europa central y del Este.
[6] Gráfico tomado de C. Lapavitsas et al., op.cit.
[7] Este gráfico fue tomado de C. Lapavitzas et al., op. cit. Según el BPI, en diciembre de 2009, los bancos franceses poseían deuda pública griega por un monto de 31.000 millones de dólares, y los bancos alemanes poseían 23.000 millones de dólares.
[8] Cifras 2009. Entre los países miembros de la OTAN, sólo Estados Unidos gasta más que Grecia: 4,7 % de su PIB.
[9] Una parte de los datos mencionados provienen de François Chesnais, «Répudiation des dettes publiques européennes!» in Revue Contretemps n°7, 2010 que se basa en Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI), www.sipri.org/yearbook
[10] Se puede agregar otro argumento para declarar ilegítima o nula esta nueva deuda. Y es este: para que un contrato entre dos partes sea válido, según la Common Law, es necesario que cada parte haya ejercido la autonomía de la voluntad, es decir, que es necesario que cada parte haya estado en situación de poder decir no o de poder rechazar ciertas cláusulas del contrato que van en contra de sus intereses. Cuando los mercados financieros comenzaron a chantajear a Grecia en marzo-abril de 2010 y que rápidamente la Comisión Europea y el FMI se aliaron para imponerle condiciones draconianas (medidas de austeridad muy duras que constituyen una violación de los derechos económicos y sociales), se puede considerar que Grecia no estaba capacitada para ejercer la autonomía de voluntad y de rechazar esos contratos.
[13] Véase su sitio: http://www.contra-xreos.gr/ este comité se adhirió a la red mundial del CADTM en diciembre de 2010.
https://www.alainet.org/es/articulo/146899?language=es
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