La inteligencia está de moda

Alejo Vargas Velásquez

01/12/2010

Opinión

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Estamos en los últimos días ante un auge de acontecimientos relacionados con la inteligencia que adelantan los Estados. Por un lado está el escándalo, de proporciones mundiales, que ha desatado Wikileaks al revelar un volumen gigantesco de documentos del Departamento de Estado norteamericano; a nivel local hemos tenido el escándalo del asilo en Panamá de la ex directora de la agencia de inteligencia colombiana en el gobierno Uribe y la declaración de inconstitucionalidad de la Ley de inteligencia y contrainteligencia por la Corte Constitucional.

Inicialmente es necesario precisar que inteligencia no es otra cosa que información analizada –información con valor agregado, que puede provenir de fuentes públicas o reservadas-, suministrada a quienes tienen la responsabilidad de tomar decisiones; a partir de allí debemos decir que normalmente la diplomacia en todo el mundo hace inteligencia para sus países, en el sentido de hacerle llegar a sus gobiernos análisis y valoraciones sobre el país en el cual se encuentran situados; por ello se dice que la política de seguridad y defensa de un país y la política de relaciones exteriores deben andar de la mano; hasta ahí no hay ninguna novedad. Cosa distinta es el espionaje, en lo cual se violan normas legales de cada país o institución –por ejemplo colocar un micrófono secreto para grabar conversaciones, o interceptar ilegalmente teléfonos, acceder o comprar información clasificada de un país-.

En el caso de Wikileaks se presenta la situación en que se dan a conocer apreciaciones reservadas que se hacen sobre situaciones o personajes por los diplomáticos o funcionarios norteamericanos, aquí realmente lo que se hace es poner en público apreciaciones privadas y generar molestias o desconfianzas futuras en las relaciones entre países. Y con seguridad genera dificultades y eventualmente tensiones en las relaciones internacionales. Por supuesto le plantea igualmente a Estados Unidos grandes desafíos sobre la seguridad de sus fuentes de información.

En relación con el caso de la ex directora del DAS y su asilo territorial en Panamá, lo que queremos señalar es que no hay duda que los delitos por los cuales está siendo investigada hacen referencia a abusos por parte de la agencia de inteligencia que ella dirigía, cayendo en uso ilegal de interceptaciones, o espionaje a la Corte Suprema de Justicia.

Pero quizá lo más preocupante para Colombia es que de nuevo se haya quedado sin una ley que regule de manera clara las actividades de inteligencia y contrainteligencia; la ley fue declarada inexequible por razones de trámite, por cuanto fue tramitada como una ley ordinaria y no como una ley estatutaria, en la medida en que afecta derechos fundamentales y por lo tanto debe ser aprobada por una mayoría calificada en el Congreso e ir a control de constitucionalidad en la Corte Constitucional antes de ser promulgada. Esto es lamentable porque las actividades de inteligencia, por su carácter reservado o secreto requieren, como ninguna otra, controles rigurosos por diversas instancias del Estado –sin que esto implique incidir en su eficiencia-, pero igualmente se requiere una regulación que proteja a los miembros de los servicios de inteligencia en las actividades propias de su función- por ejemplo infiltraciones-. Un llamado de atención a los partidos políticos es que se revise el contenido de esta ley porque es claro que la Corte ha sido rigurosa –como debe ser- en no aceptar ninguna norma que afecte los derechos fundamentales o los principios democráticos de subordinación de la Fuerza Pública a las autoridades civiles democráticamente electas, el principio de distinción y el principio de proporcionalidad. Si no se hace esto se corre el riesgo que una vez vaya a la Corte Constitucional pueda ser nuevamente declara inexequible una vez se analice su contenido. No hay duda, la inteligencia está de moda por estos días.

- Alejo Vargas Velásquez es profesor titular de la Universidad Nacional de Colombia y

coordinador del Grupo de Investigación en Seguridad y Defensa.

https://www.alainet.org/es/articulo/145920