En el día de ayer se firmó en Madrid el TLC de la Unión Europea con Colombia y Perú, tras más de dos años y medio de negociaciones en que los espacios de participación para las organizaciones sociales fueron inexistentes y la información se mantuvo clandestina durante todo el proceso.

 

Colombia terminó ampliando los beneficios y garantías para la actuación de las empresas transnacionales en el territorio nacional, lo que les permitirá continuar extrayendo recursos naturales sin beneficios para la población colombiana, y aumentando las tarifas de los servicios públicos sin ninguna consideración. Por otro lado, el sector lechero se verá seriamente afectado por la llegada de leche subsidiada por la UE, lo que llevará a la quiebra a más de 400.000 familias que subsisten de esta actividad.

 

 Los representantes gubernamentales de Colombia y la Unión Europea, afirman que el TLC protege los derechos laborales. Sin embargo, quien lea con detenimiento el texto del acuerdo concluirá que no hay una sola cláusula que impida que en Colombia o en Europa se desmejoren los derechos de los trabajadores. En los últimos veinte años las normas laborales colombianas se han modificado en favor del “libre comercio”, modelo que se profundiza en este TLC.

 

Contrario a lo que ha querido argumentar el gobierno, no se trata de sectores específicos o de intereses particulares que serán afectados por la firma del tratado. Este TLC perjudicará a la mayoría de la población, a través de la profundización de políticas económicas que han llevado a la crisis actual y beneficiará a una élite reducida de empresarios nacionales y a las grandes empresas europeas que tienen inversiones en el país. Tampoco es cierto que habrá nuevas exportaciones colombianas, pues el 85% de lo que compra ese bloque, que son productos primarios, ya lo controlan sus multinacionales. A dos siglos de la independencia, el TLC con la Unión Europea busca convertir al país en un enclave de las compañías europeas para el suministro permanente y barato de materias primas y recursos naturales.

 

Al firmar este tratado el gobierno espera ganar la absolución de la UE en relación con las violaciones a los derechos humanos y, a cambio de ello, ha entregado importantes sectores de la economía nacional, como la industria metalmecánica, farmacéutica y el sector agropecuario.

 

El TLC con la UE no protege los derechos laborales y agravará la profunda crisis social y laboral en Colombia, un país donde caen asesinados más sindicalistas que en el resto del mundo, pese a que se intente ocultar esta realidad. Exigimos al parlamento europeo, a los congresos y gobiernos de Colombia y la UE que se suspenda el trámite de este TLC por considerarlo lesivo para los pueblos de Europa y de Colombia.

 

 Suscriben:

 

Red Colombiana de Acción Frente al Libre Comercio, Recalca.

Gran Coalición Democrática, GCD.

Central Unitaria de Trabajadores, CUT.

Confederación de Trabajadores de Colombia, CTC.

Asociación Nacional por la Salvación Agropecuaria.

Federación Colombiana de Educadores FECODE

Federación Nacional de Profesores Universitarios FENALPROU

Unión Nacional de Empleados Bancarios UNEB

Movimiento por la Defensa de los Pueblos MODEP

Movimiento Por Constituyente Popular MCP

Minga Nacional Indígena y Comunitaria

 

Bogotá, 20 de mayo de 2010