Qué partidos y qué candidatos están tras el “nuevo” Congreso de la República?

08/02/2010
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Tras uno de los períodos legislativos más cuestionados de la historia de Colombia, donde el Congreso fue el ojo del huracán por escándalos como la Yidis-política, la para-política, la narco- Valencia Cossio política, la Cuello-política (o feria de las notarías) y de una sumisa actitud del bloque mayoritario en el Parlamento frente al Ejecutivo, que rayó en la complicidad frente a escándalos de corrupción como el de Agro Ingreso Seguro, la zona franca de los hijos del Presidente, las chuzadas de la Policía de Presidencia, DAS (a la oposición, la prensa, los sindicatos, las ONG, la justicia y hasta a consulados y embajadas) y el irregular trámite parlamentario de un referendo corroído por todos los vicios posibles, nuevamente se disponen los colombianos, el próximo 14 de marzo, a elegir 102 Senadores, 166 Representantes a la Cámara y, por primera vez, 5 Parlamentarios Andinos bajo las promesas de renovación, cambio y honestidad que se repiten cada que hay elecciones.

 

Cuadro. 1. Número de listas y candidatos inscritos

 

Corporación

Número de listas inscritas

Número de candidatos

 

Congresistas a elegir

Senado de la República

16

948

100

Cámara de Representantes

353

1553

161

Senado Especial Indígena

5

11

2

Cámara especial (Indígena, Afro y exterior)

61

181

5[1]

Parlamento Andino

12

57

5

 

Pero, ¿qué tan renovadas están las listas inscritas al Congreso para corregir el torcido y hasta criminal rumbo que tomó el Parlamento colombiano en los últimos dos períodos?

 

La respuesta parece no ser muy alentadora; ya que, varias voces, entre ellas la de la Misión de Observación Electoral, MOE, y la revista Semana se han levantado para advertir que de renovación poco se ve y que por el contrario las mismas fuerzas mafiosas, armadas y corruptas que se tomaron contemporáneamente la política, los partidos, el parlamento y parte del Estado siguen integrando las listas al Congreso; o, que sus representantes por encontrarse inhabilitados, encarcelados o por evadir un debate público, han recurrido al testaferrato electoral, colocando como candidatos a familiares, cónyuges o personas cercanas a sus causas pseudo-políticas, mafiosas o armadas.

 

¿Qué está en juego en estas elecciones parlamentarias?

 

El 14 de marzo no sólo asistiremos a una elección más de congresistas, sino que tendremos la oportunidad de remediar, vía la composición del próximo parlamento electo, la patología política que tiene su punto más álgido en la representación de sectores de la mafia, el narcotráfico y de grupos armados en el Congreso de la República; de paso, también podremos reversar el proceso de captación de instituciones estatales, nacionales y regionales, que hoy se encuentran al servicio del crimen organizado[2] y en detrimento de los derechos de la ciudadanía, y que en la mayoría de los casos, llegaron a las manos del hampa gracias a las cuotas parlamentarias de quienes los representan e hicieron coalición con el Gobierno.

 

También se definirá en estas elecciones si se consolida o no el proyecto político de concentración de poderes del presidente Uribe, quien sin poderse re-reelegir en el 2010, si puede tener un margen de poder nunca antes visto en ningún ex presidente. Uribe aspira a controlar, desde afuera: la Procuraduría, la Fiscalía, la Defensoría del Pueblo, la Contraloría, gran parte del Banco de la República, una porción importante de la rama judicial y de las fuerzas armadas y para esto, necesita la elección de un Congreso mayoritariamente uribista que pondría en graves aprietos a cualquier presidente electo de la oposición, el centro o del mismo uribismo; ya que, con la posibilidad de volver en el 2014, Uribe tratará de torpedear a toda costa un posible gobierno de Rafael Pardo o con mayor razón de Gustavo Petro; intentará controlar a como de lugar a Noemí Sanín o a Germán Vargas Lleras; querrá chantajear al outsider Sergio Fajardo quien en medio de su candidatura lucha por formar un nuevo partido jugándolo en las parlamentarias; y exigirá un Gobierno sumiso a sus intereses en caso de tener como ganador a Juan Manuel Santos o, con mayor razón, si llegare a suceder el estropicio político de que subiera al poder Andrés Felipe Arias.

 

Por está razón, y ante la inminente caída del referendo re-reelecionista, Uribe ya ordenó mantener la coalición, sentó a Santos y a Arias, le dio un guiño a Vargas Lleras para que vuelva a su diestra, le mantiene cuota y protección a los para-políticos y comenzó a fraguar como sacar del camino a Noemí para seguir teniendo bajo su mando burocrático al Partido Conservador.

 

Y todo esto, porque sabe que controlar el Congreso es garantizar un marco jurídico afecto a sus intereses: empresariales (beneficios y exenciones tributarias a grandes empresarios -entre ellos sus hijos- y transnacionales), sociales (negación de reparación a las víctimas, ausencia de lucha contra la pobreza y pauperización del campesinado en beneficio de la gran agroindustria) y políticos (legitimar su poder de facto, sostener su futura reelección para el 2014 -que un Congreso independiente podría tumbar en esta legislatura- y protegerse de un lejano, pero posible, pedido de extradición por delitos de lesa humanidad). Por esto su afán, su desespero y su llamado a reelegir la seguridad democrática a como de lugar.

 

Los Partidos políticos frente al Senado de la República

 

Como vimos, al Senado de la República se presentaron 21 listas, de las cuales 5 se inscribieron por la jurisdicción especial indígena. Estas listas corresponden a los partidos y grupos ciudadanos que, por un lado, deberán primero pasar el umbral, que con toda seguridad superará los doscientos mil (200.000) votos, para continuar con su personería jurídica o aspirar a tenerla a partir de esta elección; y por el otro, luchar por obtener la mayoría de curules en el Congreso bajo la modalidad de la cifra repartidora, que se calcula en más de noventa mil (90.000) votos.

 

Cuadro. 2. Cifras elecciones al Senado 2006

 

Potencial de votación

26.595.171

Total de votos

10.793.408

Total votos por partido

  8.908.212

Votos en blanco

    291.864

Votos nulos

  1.212.004

Tarjetas no marcadas

    381.328

Umbral (2% votos válidos)

    184.001

Cifra repartidora

      79.578

 

Estando el censo electoral de 2010 en veintinueve millones ochocientos ochenta y ocho mil ciento cuarenta y siete posibles votantes (29.882.147), tres millones doscientos ochenta y seis mil novecientos setenta y seis (3.286.976) más que en 2006, lo lógico es que aumente el total de votos válidos por partido; más cuando los votos nulos y los no marcados obtuvieron más votación que cualquiera de los partidos que se presentó en el 2006 y esto se debió principalmente a la falta de educación para manejar el tarjetón que se estrenó en estas elecciones. Por consiguiente, al subir los votos válidos sube el umbral y obviamente también la cifra repartidora para otorgar las curules.

 

Además, gran reto tienen los candidatos, los partidos y movimientos de opinión de cautivar a los ciudadanos que se abstienen de votar en las parlamentarias, que en las elecciones pasadas fueron casi el 60%.

 

En cuanto a los próximos resultados parlamentarios, un primer punto de partida para analizar las próximas elecciones del 14 de marzo son las elecciones pasadas, donde es interesante ver qué partidos triunfaron bajo la aplicación de la reforma política de 2003, con el contexto de auge político del uribismo, en medio de la reelección del presidente Uribe y sin estallar aún el escabroso escándalo de la parapolítica, ni el oprobioso capítulo de la Yidis-Teodolindo-política (que hizo posible precisamente la reelección presidencial).

 

Cuadro. 3. Análisis de resultados al Senado 2006.

 

PARTIDO

SENADORES ELECTOS

ANALISIS DE RESULTADOS

Partido Social de Unidad Nacional, Partido de la “U”

20

(1.591.775 votos)

 

En las elecciones de 2006 se logró consolidar como el partido más fuerte, con la mayor votación al Senado de la República a pesar de sus escasos 4 meses de vida. Su éxito radicó en presentarse como la expresión más representativa del proyecto de Álvaro Uribe Vélez y la estratégica integración de su lista, donde lograron fusionar a parlamentarios, caciques regionales, especialmente liberales y algunos políticos vinculados con el paramilitarismo regional, en una poderosa sumatoria meramente electoral pero sin vínculos ideológicos, ni políticos más allá de apoyar a Uribe. 

 

Partido Conservador

18

(1.470.029 votos)

Pasó de 13 senadores en 2002 a 18 en 2006. Se logró mantener como partido al no sufrir deserciones significativas hacia las listas uribistas ya que decidió apoyar al presidente Uribe renunciando a tener candidato propio. Su apoyo al presidente le valió un importante reconocimiento nacional sumado a un fuerte acceso a maquinaria electoral, tanto en las regiones, como nacionalmente. En su proceso de sumatoria electoral aceptaron también en sus filas a cuestionados personajes con vínculos con el narcotráfico y grupos paramilitares.

Partido Liberal Colombiano

18

(1.436.657 votos)

Sufrió un retroceso significativo al pasar de 29 senadores electos en 2002 a 17 en 2006. Explicable por el fraccionamiento bajo el cual desertaron varios congresistas hacia el uribismo, especialmente al Partido de la U y a Cambio Radical. Por otro lado su cabeza de lista, Cecilia López, no logró recoger las banderas del liberalismo en el país al punto que ocupo el último lugar en los escaños obtenidos por la lista. Pese a estar en la oposición y fuera de la coalición de Gobierno, su lista no fue ajena a la infiltración del paramilitarismo.

Cambio Radical

15

(1.211.457 votos)

Paso de 2 senadores en 2002 a 15 en 2006. A este movimiento llegaron congresistas y líderes del Partido Liberal que buscaban apoyar al presidente Uribe. Luego después de la reforma política lograron  atraer a movimientos uribistas como “Colombia Siempre” de Juan Lozano y Germán Vargas Lleras, este último luego se convertiría en su jefe natural hasta el momento, con la mayor votación personal al Senado (223.330 votos). Este partido fue uno de los más afectados por la infiltración paramilitar lo que consolidó su presencia electoral en algunas regiones.

Polo Democrático Alternativo

10

(875.471 votos)

Se estrenó como partido en las parlamentarias, logrando una significativa presencia en el Senado de la República. Su proceso de consolidación fue el resultado de reunir importantes movimientos como visionarios, Anapo, Vía Alterna, Sindicatos, ONG’s, sectores indígenas, movimientos regionales, movimientos de minorías sexuales y la bancada de Alternativa Democrática, con la cual se fusionaron dándose el nombre de Polo Democrático Alternativo. Son oficialmente opositores de las principales políticas del Gobierno del presidente Uribe y captaron mayoritariamente en el 2006 el voto de opinión. En su proceso de unión electoral lograron juntarse, más no fusionarse, dos tendencias hasta ahora irreconciliables ideológicamente en Colombia, la socialdemocracia y la izquierda radical (comunistas y Moir).

Convergencia Ciudadana

7

(566.823)

Partido creado por ex integrantes del M-19 y sindicatos; en alianza con antiguos ex militares (como Rito Alejo del Río). En el 2006 se declaró abiertamente uribista y fue uno de las puertas de entrada de sectores del paramilitarismo y el narcotráfico a la política, al Congreso y a cargos del Estado en la coalición uribista.

Alas Equipo Colombia

5

(418.124 votos)

Se presentaron en el 2006 como uno de los partidos uribistas, de la coalición del Gobierno, En una fusión de Alas, de origen costeño y liberal; con Equipo Colombia, de origen antioqueño y conservador. Fue otra de las cartas políticas del paramilitarismo, que aprovechó el control militar de gran parte de la Costa Atlántica y Antioquia, para convertirlo en distrito electoral de los para-políticos.

Colombia Democrática

3

(272.524 votos)

Desde antes de las elecciones de 2006, este era uno de los partidos más señalados por sus vínculos con el paramilitarismo. El mismo embajador de EEUU realizó presiones a Mario Uribe (primo del presidente) para que excluyera de su lista a Rocío Arias y Eleonora Pineda, voceras declaradas de las AUC. Además de Mario Uribe, sus otros dos senadores electos Álvaro García Romero y Miguel de la Espriella fueron señalados desde esa época por sus relaciones con las AUC.  Este partido, declarado integralmente uribista, fue otro que aprovecho el distrito electoral paramilitar de la Costa y Antioquia.     

Movimiento Independiente de Renovación Absoluta, MIRA

2

(237.512 votos)

 

En el 2010 se presentan como la organización política de la iglesia de Jesucristo Internacional. Su estructura política se vértebra desde las sedes de las iglesias de Dios Ministerial de Jesucristo, que han abierto en varias ciudades de Colombia. Tienen como política el no hacer alianzas con otros partidos y movimientos. Por esto están alejados tanto de la coalición de gobierno, como de la oposición.

Colombia Viva

2

(229.556 votos)

Partido uribista creado por la unión de congresistas de la Costa y posteriormente en unión con grupos cristianos. Desde antes de las elecciones de 2006, fueron criticados por recibir a los candidatos expulsados de otros partidos por los vínculos con el narcotráfico y los paramilitares.

Alianza Social Indígena, ASI (Circunscripción especial)

1

(43.903)

Partido originado dentro de la reivindicación de minorías étnicas en la circunscripción especial y que posteriormente abrió sus espacios a comunidades campesinas, afros y organizaciones sociales.

Autoridades Indígenas de Colombia, AICO (Circunscripción especial)

1

(21.624)

Partido originado en la reivindicación de minorías étnicas. Su base es eminentemente indígena y sostenida, principalmente, en algunos pueblos indígenas del sur occidente colombiano.

 

Como podemos observar, en el 2006, de los diez partidos que lograron el umbral (sin contar los de la circunscripción especial indígena), siete eran de la coalición de Gobierno (U, PC, Alas-EC, CR, CC, CV, CD) dos de la oposición (PL y PDA) y uno centro-independiente (MIRA). Con esto, el presidente Uribe tomó el control del Congreso con una poderosa aplanadora parlamentaria, aceitada minuciosamente con partidas burocráticas y cuotas parlamentarias regionales, de las cuales no fueron ajenos los partidos y representantes de la mafia y el paramilitarismo.

 

Esto llevó al Congreso a aprobar, a pupitrazo limpio, leyes contrarias al bienestar general, y no en pocos casos, a beneficiar sectores específicos e incluso a individuos, entre los que se encontraban grandes empresarios y personajes afectos al proyecto paramilitar. Por esta vía se aprobaron desde regresivas reformas, incentivos y exenciones tributarias; saneamientos de la falsa tradición; el estatuto agrario y la ley forestal, que fueron declaradas inexequibles por la Corte Constitucional. También fue con esta coalición que se hundió la reforma política, que buscaba sacar al paramilitarismo y al narcotráfico del Parlamento y fue con esta misma trinca, que se aprobó la actual viciada ley que convoca a referendo de re-reelección presidencial.

 

También esta aplanadora, junto al segundo período del presidente Uribe, fue el motor del proceso de concentración excesiva del poder que llevó al desequilibrio institucional actual y al rompimiento del sistema de pesos y contrapesos, que tan cuidadosamente se estipuló en la Constitución de 1991.

 

Ante la infiltración paramilitar, generada por la captación mafiosa de los partidos y su entrada a la coalición del Gobierno, la única institución que se levantó fue la Corte Suprema de Justicia, que en octubre de 2006 inició el proceso penal, más conocido como la parapolítica; expediente en el cual, empujando a actuar a la Fiscalía, van investigados más de 70 parlamentarios, tiene en la cárcel a más de 30 e involucrados a más de 200 funcionarios públicos en todo el país; la gran mayoría, de la coalición de Gobierno con la que ha gobernado el Presidente durante sus dos períodos presidenciales.

 

Para el primer semestre de 2008 el panorama político en Colombia no podía ser más desalentador. El país comprobaba que la advertencia de Mancuso, del control paramilitar del Congreso, no era un mito; y que además, existían partidos en Colombia creados o entregados al proyecto político de paramilitares y narcotraficantes.

 

Cuadro. 4. Parlamentarios involucrados a mayo de 2008.

 

PARLAMENTARIOS

NUMERO

Investigados

29

Investigados-Detenidos (medida de aseguramiento)

32

Condenados

5

Total involucrados en el proceso

66

 

Cuadro. 5. Partidos Captados por la parapolítica a mayo de 2008.

 

PARTIDO

CURULES EN EL SENADO

SENADORES RELACIONADOS CON LA PARAPOLITICA

SENADORES DETENIDOS

% VINCULADOS

Colombia Viva

2

4 (dos suplentes)

3

200%

Colombia Democrática

3

4

5  (2 condenados)

133%

Alas-Equipo Colombia

5

3

1

60%

Convergencia Ciudadana

7

4

1

57%

Cambio Radical

15

7

4

47%

PARTIDO

CURULES EN CAMARA

 RELACIONADOS CON LA PARAPOLITICA

 DETENIDOS

% VINCULADOS

Apertura Liberal

5

4

1

80%

 

Cuadro. 6. Partidos infiltrados por la parapolítica a mayo de 2008.

 

PARTIDO

CURULES SENADO

CURULES CAMARA

RELACIONADOS CON LA PARAPOLITICA

DETENIDOS

% VINCULADOS

Partido Conservador

18

29

11 (6 senadores y

5 representantes)

5

23.40%

(33.33% Senado y 17.24% Cámara)

Partido Liberal

18

35

10 (3 senadores y

7 representantes)

6

18.86%

(16.66 Senado y 20% Cámara)

Partido de la U

20

30

9 (7 Senadores y 3 Representantes)

2

33.33%

(35% Senado y 10% Cámara)

 

¿Quiénes aspiran a llegar o mantenerse en el Congreso el próximo 14 de marzo?

 

Como bien lo expresa la Revista Semana en su pasada edición[3] “Ni la cárcel, ni las investigaciones, ni las sillas vacías han servido para la renovación. Las listas a Senado y Cámara demuestran que la vieja política manda.”

 

Unos partidos involucrados hasta los tuétanos con las mafias paramilitares, narcotraficantes y corruptas han  cambiado de nombre, pero no de practicas ni de jefes políticos; Los para-políticos, a pesar de encontrarse en la cárcel siguen mandando como verdaderos barones electorales, y lo peor, continúan en la coalición de Gobierno y se les mantienen sus cuotas burocráticas y otros, esperan hacer sus primeros pinitos de infiltración del Estado por la vía de las credenciales parlamentarias.

 

Cuadro. 7. Listas señaladas al Senado 2010.

 

Partido o Movimiento

Señalamientos

Principales integrantes

Partido Conservador

Bastante criticados por la flexibilidad de sus listas al Congreso, lo que permitió que en las anteriores elecciones se infiltraran varios representantes del paramilitarismo y el narcotráfico en sus filas. Ahora son señalados por avalar a familiares de para-políticos como Marta Curí de Montes, esposa de William Montes e hija de Nicolás Curi, ex alcalde de Cartagena y condenado a cuatro años de prisión por celebración indebida de contratos; Olga Suárez Mira, hermana del ex congresista Oscar Suárez Mira, investigado por para-política y por sus vínculos con Hugo Albeiro Quintero, detenido por ser una de los jefes de la oficina de Envigado; Sammy Merheg, hermano de el ex senador Habib Merheg, investigado por para-política; Oscar Josué Reyes, quien pese a su investigación por para-política aspira a repetir curul;  

Luis Emilio Sierra; Jorge Hernando Pedraza; Efraín Cepeda; José Darío Salazar; Roberto Gerlein Echeverría.

Partido de la U

Fuertemente golpeados por la infiltración paramilitar, hoy tienen en la cárcel a varios de sus miembros, entre ellos a Carlos García ex presidente de la colectividad.  Actualmente son criticados por avalar a Robín Hernández Casado, acusado por el jefe paramilitar “Don Antonio” de recibir apoyo de las AUC para la elección local de Malambo en 2003.

Juan Francisco Lozano; Dilian francisca Toro; Jorge Eduardo Gechem; Carlos Roberto Ferro; Roy Leonardo Barreras. 

Partido Liberal

Criticados por la infiltración del paramilitarismo en sus listas al Senado y Cámara en el 2006. Actualmente son señalados por avalar la candidatura de Arleth Casado, esposa del ex congresista, Juan Manuel López, condenado por parapolítica y a Mario Salomón Nader, acusado por el “Aleman” de haber sido apoyado por las AUC.

Juan Manuel Galán Pachón; Felipe Zuleta; Arleth Casado; Juan Fernando Cristo; Edgar Alfonso Gómez.

Partido de Integración Nacional PIN

En este partido pretenden lavar el aval los desaparecidos partidos Convergencia Ciudadana y Colombia democrática, partidos tan captados por paras y narcos, que tiene a la mayoría de sus integrantes militando desde la cárcel. Hoy bajo la denominación de PIN, avala nuevamente a personajes cuestionados como Hernando de la Espriella, hermano del ex congresista Miguel de la Espriella, condenado por vínculos con las AUC; Teresita García Romero, hermana del Álvaro García, acusado de paramilitarismo y co-autoría de varios delitos entre los que se destaca una masacre; Héctor Julio Alfonso López, el hijo de Enilce López, alias la Gata; Doris Clemencia Vega, esposa de Luis Alberto Gil, preso por para-política; Adriana de Jesús Blanco, candidata respaldada por Dieb Maloof.

Samuel Benjamín Arrieta; Doris Clemencia Vega; Adriana de Jesús Blanco; Helmer Hurtado Ángulo; César Hugo Cuevas.

Apertura Liberal

Muy criticados por su permeabilidad a grupos armados y del narcotráfico en las pasadas elecciones. Actualmente en estrecha relación electoral con DMG, tanto que su lista a Senado es el hermano de David Murcia, Cristian Fredy Murcia y en su publicidad hacen alusión abierta a esta comercializadora. 

Cristian Fredy Murcia; José Henry Duarte; César Eduardo Granados; Joaquín Rosas Pérez; Hernán Emilio Lozano Báez.

 

-Gabriel Bustamante Peña, Equipo Jurídico-Político Corporación Viva la Ciudadanía

 

Fuente: Semanario Virtual Caja de Herramientas Nº 193, Corporación Viva la Ciudadanía. www.vivalaciudadania.org

 



[1] En Cámara especial se eligen 2 representantes de comunidades negras, dos representantes de indígenas y un representante para los colombianos en el exterior.

[2] Las consecuencias de este clientelismo paramilitar son más que macabras. En el Das, la policía secreta de Colombia, todo indica que los paras tuvieron director, Jorge Noguera, y utilizaron la entidad para interceptar a miles de colombianos y asesinar a sindicalistas, académicos y demás lideres contrarios a su proyecto político; además, entregaron información al narcotráfico e infiltraron regionales enteras con sus hombres. En el Incoder, entidad destinada a adelantar la reforma agraria, los paras lograron en su infiltración clientelista que tierras, destinadas para los desplazados por la violencia (que ellos causaron y causan), fueran entregadas a narcotraficantes vinculados a su proyecto político; hoy el país desmemoriado ya olvidó el escándalo. La entrega de la salud a manos privadas ha sido uno de los mejores negocios para los paramilitares que corrieron a montar sus EPS para contratar con el Estado y acabar, de otras formas, con la vida de los colombianos. En algunos departamentos los desplazados salen despavoridos cuando encuentran que la entidad encargada de socorrerlos, Acción Social, está en manos de un político perteneciente a los paras o cercano a sus victimarios. Y como lo dijo Rafael García, ex jefe de informática del Das, la infiltración paramilitar en la fiscalía es peor que la del Das.

[3] Revista Semana, artículo “Políticamente Incorrectos”, Sábado 30 de enero de 2010.

https://www.alainet.org/es/articulo/139322
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