La labor de la SINA no ha cambiado con Obama

22/12/2009
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Aunque han sido más cautelosos que sus predecesores, los provocadores y arrogantes con ínfulas de procónsules como James Cason y Michael Parmly, los actuales moradores del viejo edificio construido frente al Malecón habanero  por los arquitectos Harrison y  Abramovitz en 1953, y remozado desde 1977 hasta 1997, donde se encuentra ubicada la Sección de Intereses de los Estados Unidos de América (USINT), ahora capitaneados por Jonathan D. Farrar, han continuado en su papel de  promotores de la subversión contrarrevolucionaria contra Cuba.

Un  nuevo equipo de especialistas en promoción de la subversión, eficaces en su empeño desestabilizador, pero menos agresivos que sus antecesores, hacen uso del mismo esquema  asumido por Obama ante el mundo, al mostrar una nueva imagen pública, edulcorada y bonachona, casi rayana en la ingenuidad, promovida para incautos y susceptibles de ser engañados, para desplegar una campaña de continuidad de la más recalcitrante agresividad estrenada por los ultraderechistas Bush (padre e hijo) y Ronald Reagan.

Proclives al coqueteo, aparentemente interesados en la promoción de los valores culturales y el intercambio social, esconden detrás de sus aparentes buenas finalidades una clara intención de minar a nuestra sociedad, de subvertir el orden institucional, de alentar la desobediencia civil y de realizar shows mediáticos en lugares públicos y frente a una cómplice prensa internacional.

Ya en Mayo de este 2008  el MINREX cubano había alertado sobre este proceder que va desde la implementación de dudosos cursos patrocinados por la Universidad Internacional de la Florida (FIU), hasta diversos cursos y orientaciones mediante video conferencias. Como resultado de la impartición de técnicas y métodos de agitación, varios grupúsculos han optado por el desarrollo de marchas públicas, mítines y supuestas huelgas de hambre, debidamente monitoreadas por diplomáticos norteamericanos y europeos, sobredimensionadas por la prensa mediática, con la infame idea de presentar al mundo la existencia de una oposición al gobierno y un apócrifo reclamo a favor de los derechos humanos. Nada ha cambiado desde entonces.

Los representantes de los grupúsculos contrarrevolucionarios y los auto titulados periodistas independientes reciben directamente de la SINA las orientaciones para marchar  en las calles habaneras y de otras capitales de provincias, para realizar actos de provocación en lugares relacionados con la historia del país, en busca de que la legítima respuesta del pueblo sea distorsionada por los medios de prensa, creando la falsa imagen ante el mundo de persecuciones y represión por parte de las autoridades.

El nuevo equipo de la SINA en La Habana

De los 51 norteamericanos, exceptuando los 10 marines encargados de la protección de la USINT, una parte considerable de ellos se dedican a la atención directa de los cabecillas de los grupos contrarrevolucionarios internos. Entre ellos se destacan:

El Jefe de la Misión,  Jonathan D. Farrar, quien asumió su cargo en julio de 2008 y quien cuenta con una experiencia de 29 años en el cuerpo diplomático norteamericano. Preparado en varios centros como la California State Polytechnic University, Pomona, Claremont Graduate School, realizó estudios, incluso, en  el Colegio Industrial de las Fuerzas Armadas de EE UU. 

Al haber trabajado en países Uruguay. México, Belice y Paraguay, Farrar domina el español casi a la perfección, llegando a fungir antes de su nombramiento al frente de USINT como Subsecretario Adjunto Principal del Departamento de Estado, dentro de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo (DRL), actuando como Subsecretario entre agosto 2007 y marzo 2008. Laboró anteriormente en otros cargos dentro Oficina del Departamento de Estado de Asuntos del Hemisferio Occidental, tales como Director Adjunto de la Oficina de Asuntos Andinos y como funcionario y jefe de personal de la Subsecretaria para la Democracia y Asuntos Mundiales.

Con este record, la administración Obama lo colocó al frente de la USINT supuestamente para dar cumplimiento a la política norteamericana hacia los derechos humanos en Cuba, en claro gesto injerencista, pero también para mejorar la imagen de la USINT luego de las tendenciosas y provocadoras actividades de James Cason y Michael Parmly durante la administración Bush.

Junto con Farrar laboran como Jefe Adjunto de Misión: Carlos V. Barclay; como Jefe Político – Económico: Joaquín F. Monserrate; Dale Lawton, como Segundo Secretario Político; como Cónsul general: Martha Melzow,  como Oficial de Gestión: Karin B. Sullivan;  como Oficial de Asuntos Públicos: Gloria F. Berbena; Molly Koscina, como subalterna de Berbena; y Kathleen Duffy, asistente del área politico-economica de la Oficina Política.

Este equipo de la SINA cuenta, a su vez, con un grupo de funcionarios encargados de ejecutar el financiamiento, organización, capacitación y planificación de los grupúsculos contrarrevolucionarios. Son ellos los que realizan las entregas de dinero provenientes de la USAID y otros entes del gobierno, los que abastecen con computadoras,  teléfonos celulares, propaganda contrarrevolucionaria y otros medios a los cabecillas que son citados en las oficinas o son contactados en sus viviendas y otros lugares públicos.

Este mismo equipo se encarga de dictar a los periodistas independientes cuáles son las infamias y mentiras que es necesario escribir o fabricar  en cada momento, llegando incluso a prestar sus oficinas, accesos a internet y otros recursos para que los mismos realicen su labor ideológica contra su patria.

Para nadie es desconocido, por ejemplo, que en ocasión del abandono de su misión en la Habana y para esperar el advenimiento del Día de la Independencia de los Estados Unidos, se planificaron varias actividades provocadoras contra Cuba.

La presencia de la Subsecretaria de Estado Adjunta para Latinoamérica, Bisa Williams,  en la Habana y su reunión con un grupo de 15 mercenarios internos  en las instalaciones de la SINA,  el pasado 21 de septiembre de 2009, entre los que se encontraban  los contrarrevolucionarios Marta Beatriz Roque, Oscar Espinosa Chepe, Elizardo Sánchez Santa Cruz   y Vladimiro Roca, mientras participaba en conversaciones oficiales con la parte cubana, demostró que la administración de Obama continuaba apostando por el apoyo a la subversión contrarrevolucionaria dentro de Cuba.

El hecho de que no fueron invitados a la recepción oficial implementada por la SINA por la presencia de Williams en la Habana, despertó serios resquemores entre las principales vedettes del circo contrarrevolucionario. 

El 30 de septiembre de 2009 se produjo la controvertida recepción a la que asistieron por primera vez genuinos representantes de la cultura cubana y algunos funcionarios de la Cancillería, esta vez sin la presencia de los mercenarios contrarrevolucionarios tradicionalmente invitados a los festejos de la SINA.

La SINA, sin embargo, ha querido ocultar su apoyo abierto a la contrarrevolución desarrollando actividades aparentemente inocentes y excluyendo de las mismas a sus más prominentes cabecillas y mercenarios, tal como ocurrió el pasado 10 de octubre de 2009, cuando promovió un encuentro de pintura para niños cubanos.

Otra de las aparentemente inocentes actividades de la SINA tuvo lugar el 12 de noviembre del 2009, cuando se convocó un concurso en ocasión de que el presidente   Barack Obama ganase  el Premio Nobel de la Paz, tratando de que niños cubanos alabaran al mismo  Porque se esfuerza en Fortalecer la diplomacia y la amistad entre los pueblos.

Poe esos días, el contrarrevolucionario Vladimiro Roca montó un show mediático en su casa al proyectar un insidioso filme titulado Bayamesas, actividad en que se hacinaron diversos contrarrevolucionarios, periodistas extranjeros y miembros del cuerpo diplomático de los países europeos. Los funcionarios de la SINA no asistieron, lo que llevó a algunos contrarrevolucionarios a tildar de traidores a los representantes yanquis.

Muchos se preocuparon de que quedaran cortados los flujos de dinero de sus amos. Uno de ellos, Elizardo Sánchez Santacruz, exclamó casi histérico: “A la oposición cubana el gobierno la quiere aislar, reprimir… y el mundo vira la cara, es una conspiración del silencio".

Para contentar a sus airados peones, el 14 de noviembre 2009, la SINA  celebró el 234avo aniversario del Cuerpo de Marines de Estados Unidos con una cena de gala y baile, invitando a algunos cabecillas contrarrevolucionarios. Allí, junto a Farrar y a 150 funcionarios de la USINT  y sus familiares, bebieron y comieron opíparos majares, suspirando al paso de la bandera de las barras y las estrellas.

 La ausencia de funcionarios de la SINA a algunos eventos auspiciados por la contrarrevolución interna y la disminución de las invitaciones de los mismos, es parte de un rejuego bien pensado por Estados Unidos. No representa en lo más mínimo un desentendimiento de su apoyo a la subversión, ni un abandono a la misma. Mientras reducen sus encuentros y contactos, fortalecen su apoyo financiero y material a los grupúsculos.

La presidencia de Obama no ha traído un cambio sustancial en el papel de la USINT en la Habana, como no lo ha traído con respecto a su política hacia Cuba. Prueba de ello son las recientes declaraciones del senador republicano de Florida, George LeMieux, quien aseguró el pasado día 18 de diciembre  que recibió una carta del Departamento de Estado, en la que se destacan los siguientes aspectos en relación con el papel de la SINA: “La Sección de Intereses en La Habana continuará incluyendo a miembros de la comunidad disidente en sus principales eventos”.

 Práctica ya establecida por los funcionarios de la SINA es sugerir a los contrarrevolucionarios el realizar actividades en lugares públicos aprovechando diversas fechas y conmemoraciones. Un hecho de esta clase tuvo lugar recientemente el pasado 10 de diciembre, en ocasión de celebrarse el Día Internacional de los Derechos Humanos.

Grupúsculos reducidos de contrarrevolucionarios trataron de escenificar actividades provocadoras en diferentes sitios de la  Ciudad de la Habana ante la mirada complaciente de varios diplomáticos europeos y norteamericanos acreditados en Cuba. Entre ellos se encontraban los estadounidenses funcionarios USINT Kathleen Duffy y Dale Lawton.

Tal acontecimiento, en los provocadores de la SINA monitoreaban la actividad subversiva de sus pupilos contrarrevolucionarios, recibió la condena del MINREX cubano, al ser citados Jonathan D. Farrar, jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos (USINT), y los embajadores Diana Melrose y Claude Robert Ellner, de Gran Bretaña y Alemania, respectivamente, para ser impuesto de queja cubana por la intromisión de sus funcionarios diplomáticos en actividades ajenas a su misión.

La actividad injerencista y provocadora de los EE UU contra Cuba se agravó de manera especial al ser recientemente capturado un mercenario al servicio de la CIA, el pasado 5 de diciembre, cuando trataba de abastecer de computadoras y otros medios a miembros de la contrarrevolución interna, a nombre de la firma Develoment Alternatives Inc. (DAI), como parte de un programa autorizado por el  Departamento de Estado norteamericano y con pleno conocimiento de funcionarios de la USINT.

La SINA siempre será la SINA.

Los objetivos de la SINA en Cuba  no son ajenos a cualquiera, Baste ver su sitio web para entender su papel injerencista en los asuntos internos de la República de Cuba. Al respecto, la USINT se plantea como objetivos: “promover una transición pacífica hacia un sistema democrático basado en el respeto al estado de derecho, los derechos humanos individuales y económicos abierta y los sistemas de comunicación.”

Por supuesto, no hay en ella mención alguna al deber o intención de los Estados Unidos de respetar los asuntos internos de Cuba, país en la que está asentada como ente diplomático.

En el propio sitio web se reconoce que este año fiscal los Estados Unidos aceptará un máximo de 80.000 refugiados, priorizando a Cuba entre el resto del mundo. Al respecto, señala: “Nuestra meta es la de admitir que al menos 4.500 refugiados cubanos en los Estados Unidos en el año fiscal 2009. Cuba se identifica como un país de interés y tratamiento especial.”

Sin ambages, la SINA aclara que los cubanos pueden ser elegibles como refugiados si cumplen al menos algunos cuestionables requisitos, en realidad, una invitación a convertirse en sus mercenarios o cómplices internos de su política desestabilizadora contra la Revolución.

Para poder emigrar libremente, un oportunista debe auto proclamarse perseguido político, ser miembro de alguna minoría religiosa perseguida (algo dudoso pues en Cuba existe libertad de culto), ser activista de derechos humanos, ex preso político, etc.

Como puede apreciarse, muchos de los contrarrevolucionarios cubanos ven en el programa para refugiados de la SINA la opción más idónea para una emigración segura. Lo más simple es venderse como activista, disidente u opositor. La propia SINA y otras embajadas europeas, los resortes mediáticos, la difamación y la mentira, se encargarán de lo demás.

El sitio web de la SINA se ha convertido en un instrumento de la guerra ideológica contra Cuba y la punta de lanza de sus ataques mediáticos.

El 25 de junio 2009 se publicó en el mismo una declaración de la Oficina del Secretario de Prensa  de la Casa Blanca en la que Obama felicita a la NED, fachada de la CIA en su labor anticubana y la concesión de premios NED 2009 a un grupo de contrarrevolucionarios. Al respecto, señaló Obama: “Me gustaría aprovechar esta oportunidad para reconocer y felicitar a la Fundación Nacional para la Democracia 2009, los receptores del Premio de la Democracia, Jorge Luis García Pérez, José Daniel Ferrer García, Librado Linares, Iván Hernández Carrillo, e Iris Tamara Pérez Aguilera y todos los hombres y mujeres valientes que están de pie por el derecho del pueblo cubano a determinar libremente el futuro de su país. Al igual que muchos de sus conciudadanos, cuatro de estas personas han sido injustamente encarcelados por defender las libertades básicas que todos apreciamos en las Américas. Es mi sincero Esperamos que todos los presos políticos que permanecen encarcelados, entre ellos tres de los ganadores del premio de hoy, será puesta en libertad incondicional y se les permite participar plenamente en un futuro democrático en Cuba.”

Otra parte del sitio web se encarga de recoger palabras denigrantes e insidiosas contra Cuba proferidas por Ileana Ros Lehtinen durante la presentación del Noveno Informe Anual sobre la Trata de Personas, ante el Congreso de Estados Unidos y presentado por la Secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton, el pasado 16 de junio de 2009.

La intolerancia y el odio visceral a Cuba por parte de Ros Lehtinen queda evidenciada cuando declaró la inmunda falsedad sobre Cuba como promotor de la prostitución infantil: “Como se sabe, cientos de miles de seres humanos inocentes son víctimas de la trata a través de fronteras internacionales cada año. Y de estos, se estima que el 80 por ciento son mujeres y la mitad son niños. Los números, sin embargo, no transmitir los horrores humanos que había detrás de esas estadísticas. Estos delitos no tienen fronteras.” (…) “Cuba ha sido vergonzosamente promocionarse como un destino para el turismo sexual que explota a un gran número de niñas y niños cubanos, algunos de tan sólo 12. Y la lista sigue y sigue.”

Consideraciones finales.

Con la nueva administración de Obama no ha habido cambio alguno con respecto a Cuba y así lo demuestra la actividad de su representación diplomática (USINT) en la Habana. Desde la misma se han mantenido las actividades injerencistas e ilegales,  la subvención a   la contrarrevolución interna, la fabricación y financiamiento a las más disímiles provocaciones, la emisión de falsas informaciones sobre la realidad cubana mediante el empleo de simulados periodistas, el estímulo a la indisciplina social, la capacitación y adiestramiento de mercenarios con fines desestabilizadores, así la creación de condiciones para enrarecer las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

De la misma manera, la SINA continúa con la labor de sufragar la guerra ideológica contra Cuba, sirviendo de puente para la entrega de grandes sumas de dinero, medios sofisticados de comunicación, propaganda y otros beneficios a los cabecillas contrarrevolucionarios.

La SINA continúa usando su valija diplomática para entrar a territorio cubano propaganda contrarrevolucionaria, violando las leyes internacionales de manera reiterada.

Otra labor de la SINA, para el que ha creado un equipo interno es el monitoreo de las señales de Radio y TV Martí, también en franca violación de los tratados internacionales.

No caben dudas, pues, que aunque la SINA delegue varias de sus funciones contrarrevolucionarias en representantes diplomáticos de otras naciones satélites de Europa y pretenda un cambio de imagen, sigue siendo, hoy por hoy, la Casa Matriz de la contrarrevolución cubana.

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