Los paramilitares liberados vuelven a Acteal
- Opinión
Este 22 de diciembre se cumplen 12 años de la masacre perpetrada en Acteal, comunidad tzotzil de Los Altos de Chiapas. Un año más de impunidad, ahora con el agravante de la liberación de 30 de los paramilitares encarcelados, algunos de ellos asesinos confesos de la matanza de los 45 tzotziles (18 niños, 22 mujeres y 6 hombres) que se encontraban rezando en una ermita.
Acteal, Chiapas. Es noviembre y en la comunidad los niños juegan en la explanada construida arriba del cementerio en el que están enterradas los 45 tzotziles masacrados hace 12 años. Acteal ha cambiado su fisonomía a lo largo de todos estos años. El centro de toda la comunidad está marcado por la pesadilla del 22 de diciembre de 1997. La neblina de Los Altos va y viene. El ambiente, frío de por sí, está cargado por la reciente noticia de la liberación de un segundo grupo de nueve paramilitares que, al igual que los 20 liberados en agosto de este año, son responsables de la matanza, de acuerdo con información de Las Abejas, agrupación cercana a la iglesia a la que pertenecían todas las víctimas.
Sebastián Pérez Vázquez, presidente de la mesa directiva de la Asociación Civil Las Abejas, afirma que los paramilitares continúan armados en las comunidades: "Actualmente hay un montón de armas de paramilitares en las comunidades de Puebla, Yaxchemel, Los Chorros, Kanolal, La Esperanza y Acteal. Hay denuncias durante más de 11 años y sigue la misma situación. Chiapas sigue siendo un campo de batalla con muertos, desaparecidos, encarcelados... Siguen tierras ocupadas por paramilitares. Están dadas las condiciones para nuevas violencias..."
Entrevistado en la oficina de la asociación, en el centro del pueblo, Pérez Vázquez advierte que contrario a las indicaciones jurídicas que prohíben el regreso de los excarcelados a la región, "al menos dos de ellos ya están aquí".
"Toda la población de Las Abejas estamos muy indignados, muy molestos, muy preocupados, muy doloridos. Nosotros habíamos confiado un poquito de la justicia pero ahora no confiamos absolutamente en las supremas autoridades de este país. La Suprema Corte de Justicia de la Nación no tiene la voluntad de aplicar la justicia a quienes se merece. Llevamos 12 años exigiendo la justicia y lo que hicieron fue liberar a los paramilitares. Entonces, si quien participó en una masacre ahora es liberado, ¿dónde está la justicia en México? Rechazamos la palabra de los tres poderes: del Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Nos duele bastante, en donde sí le dolió bastante a todo el mundo.
"Ya no hay palabras –continúa-, pronto podrían ser liberados todos. La Suprema Corte son cómplices de la masacre, al igual que el gobierno federal. Los indígenas no somos ignorantes y los sobrevivientes siguen llorando... ya que fueron liberados los paramilitares, ahora qué van a hacer".
El máximo órgano de justicia de México ordenó la liberación inmediata de 30 indígenas sentenciados a 26 años de prisión, por considerar que se usaron en su contra pruebas y testigos fabricados por la Procuraduría General de la República (PGR).
El actual dirigente de Las Abejas se pregunta: "¿Si no fueron los que están libres, entonces quiénes fueron? Ya estaban sentenciados los paramilitares y ahora dicen que fueron errores de la PGR y que por eso salen libres... Si el responsable es la Procuraduría General de la República, entonces que lo castiguen a las autoridades".
Por su parte Mariano Luna Ruiz, sobreviviente de la masacre, señala: "Queremos la justicia, pero el gobierno no lo hace. No es mentira nuestra denuncia, es la verdad. Soy testigo directo, lo vimos a quienes nos llegaron a matar. Me mataron a mi esposa que se llama Juana Pérez Pérez, a mi hijo, mi cuñado, mi hermana y mis sobrinos. Ya sabemos que se han liberado a 29 personas y no queremos que se regresen aquí en la comunidad. Sabemos que ellos fueron los que llegaron a matar, me duele mucho, aunque ya tiene 12 años. No vamos a terminar de denunciar y de decir... qué culpa tenía mi mujer".
Y María Vázquez Gómez, otra testigo y sobreviviente, reclama: "Fallecieron mi mamá, mis hermanos y sobrinos. Fueron mis hermanos y mis compañeros que se murieron. Estamos muy molestos de que sean liberados los paramilitares. Hasta el momento nos duele bastante, nos indigna cuando supimos que la Suprema Corte los va a liberar... nosotros estuvimos ahí y no nos tomaron en cuenta. Nosotros ya no vamos a volver a ver a nuestros muertos, pero los familiares de los paramilitares si se van a volver a encontrar con ellos".
La impunidad cobra en esta comunidad su grado más alto. Voces de todo el mundo han clamado justicia para lo que se considera un crimen de Estado, pues "fue la estrategia de contrainsurgencia del gobierno federal. No un conflicto intercomunitario ni religioso, como lo presentaron", afirman Las Abejas. Y añaden: "Nos querían obligar a matar zapatistas... El fondo de todo el plan es que el gobierno no quiere ver a los indígenas. Su intención es que los grandes gobernantes se apoderen de todas las riquezas del país. Su intención es política y los indígenas les estorban al gobierno".
Sebastián Pérez explica: "ahorita los están liberando a los paramilitares, pero desde que los encerraron estaba planeada su liberación... Todo fue un juego para que no revelen la verdad: quién los armó, quién los entrenó... había que matar a los que se organizan, a los que defienden la tierra, hay que matar a los estorbos".
Un resolutivo de la Corte advierte que los excarcelados no podrán regresar a sus comunidades, pero, aseguran los entrevistados, "ya están regresando. Uno regresó a Los Chorros y otro a Acteal; otro subió en un colectivo y se le vio a Yabteclum".
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Mariano Luna Ruiz lo vio todo hace 12 años. Es un sobreviviente que ha repetido innumerables veces su testimonio. "No es mentira nuestra denuncia, es la verdad. Soy testigo directo, lo vimos a quienes nos llegaron a matar. Más directo me mataron a mi esposa que se llama Juana Pérez Pérez, a mi hijo, mi cuñado, mi hermana y mis sobrinos".
"Ya sabemos que se han liberado a 29 ó 30 personas y no queremos que se regresen aquí en la comunidad. Sabemos que ellos fueron los que llegaron a matar, me duele mucho, aunque ya tiene 12 años. Qué culpa tenía mi mujer. Cuatro mujeres embarazadas, el bebé que está en la mamá, qué culpa tiene. Los sacaron y lo despedazaron... Algunos vienen a platicar y no se publica todo y me duele mucho".
Mariano asegura que algunos indígenas liberados regresan por la noche a las comunidades; "Mi hijo vio a un paramilitar liberado aquí en el camino de Acteal a Chenalhó. Lo vio mi hijo. Lo sabemos cómo se llama y lo conocemos. Somos primos hermanos, nos conocemos. Se llama Armando Guzmán Luna, es el paramilitar de Acteal Alto. Lorenzo Pérez Vázquez, de La Esperanza, ya está aquí también, lo liberaron silenciosamente el 6 agosto. El llegó a participar en la masacre. Él llegó a matar y ya no quiero estar aquí. Tenemos miedo. Zenaida tiene miedo de estar aquí, Jerónimo, Efraín y Catarina... otros de los sobrevivientes. Nadie los queremos aquí".
La violencia en la zona, asegura, no es parte del pasado. Es tan actual "que hace 15 días los paramilitares nos amenazan en las milpas. Les arrojan piedras a Las Abejas, les dicen cosas. Saben que estamos denunciando y nos amenazan con que si siguen las denuncias vamos a ver qué pasará. No vamos a acabar de denunciar. Mi esposa tenía un bebé dentro de ella. Tenemos niños huérfanos que se quedaron solitas en su casa. No vamos a terminar".
El relato de María Vázquez Gómez se une al de Mariano: "Me duele bastante cuando nosotras como mujeres no nos toman en cuenta. Mi mamá se murió y un bebé de siete meses lo mataron. Lloro por parte de los que no fueron tomados en cuenta. No tienen misericordia, no tuvieron compasión. Ya no tenemos confianza con el gobierno. No nos respetó nuestra palabra. Los inocentes sabemos que son culpables. Así como dijimos no estamos de acuerdo en que vuelvan a vivir otra vez aquí. Nosotros los vimos, lo sabemos, nos indigna mucho su regreso. Sabemos muy bien que fueron ellos. No los queremos matar a ellos, pero que no vuelvan a vivir aquí".
De la sociedad civil, dice María, "queremos que se presione, que se investigue quién planeó, por qué lo hicieron, que se investigue bien... lo único que quiero es que se resuelva y que se investigue todo. El gobierno no pudo resolver y ahora esperamos a ver cómo podemos hacer. No hay de otra, la presión de la sociedad civil, el acompañamiento, es muy importante que puede provocar todo eso".
Siete pollitos por familia
El líder de Las Abejas refiere que la estrategia actual del gobierno de Chiapas es dividir a las comunidades. "Hace menos de un mes vino gente del gobierno a ofrecer bicicletas. Querían entrar aquí para hacer su templete y querían traer una virgen de Guadalupe a Las Abejas. Aquí no sabíamos nada y rechazamos la entrega. La esposa del gobernador vino a entregar 7 pollitos por familia. Eso es pura provocación para dividir a las comunidades. Ahorita mismo, mientras platicamos, por aquí cerca está la esposa del gobernador entregando cosas. ¿Cómo es posible que vamos a cambiar la justicia por pollitos?", se pregunta, indignado, Pérez Vázquez.
El gobierno, señala, pretende establecer una mesa de diálogo para "la reconciliación". Pero, "¿cómo vamos a dialogar con los asesinos... nosotros no hemos hecho nada, cómo nos sentamos con ellos? Si los resucitan a los 45 podemos hablar".
Ahora, insiste, "están las condiciones para que se vuelva a repetir la violencia. Están enojados los familiares de los paramilitares porque según no pueden regresar sus familiares liberados. Lo que está pasando es una gran vergüenza, como si no hubiera autoridad... Su intención es también recuperar sus tierras".
La estrategia del gobierno, reitera, "es dividir a la población... Están ofreciendo piso firme de 4 por 5 metros, 7 pollitos, despensas, bicicletas, sombreritos... Hay familias que sí reciben. La población es de extrema pobreza, hay mucha necesidad, por eso reciben".
El presidente de Las Abejas explica, "no somos zapatistas, pero apoyamos sus propuestas. Queremos también los derechos: la democracia, la libertad, el reconocimiento de nuestra cultura indígena. Que todos seamos reconocidos como pueblos... pero por la vía pacífica".
Nasxielly Cristóbal Nájera, secretaria particular del presidente de la mesa directiva, interviene en la conversación y aclara: "La vía pacifica se puede, pero implica preparar el corazón. No contestar es a veces difícil, por eso se necesita preparar el corazón".
Ahora, refiere Nasxielly, la lucha de Las Abejas se une a la de otros pueblos, como los de San Salvador Atenco y la resistencia en Oaxaca. Hay otros hermanos que viven la impunidad... Vamos a participar con todos ellos y con Lidia Cacho en un foro para hacer acciones conjuntas. Se está peleando también en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Tenemos esperanza de que se investigue y se castigue a los autores intelectuales".
La comparación es inevitable cuando se refieren al caso de los presos políticos de Atenco: "Los que asesinan aquí están libres y el que lucha por la tierra está condenado a 112 años, como Ignacio del Valle".
"Desinformemonos", número 3, diciembre 2009.
http://desinformemonos.org/2009/12/los-paramilitares-liberados-vuelven-a-acteal/