Otra fracasada cumbre climática

18/12/2009
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

Otra cumbre climática ha terminado, esta vez en Dinamarca con otro rotundo fracaso, por la negativa de los países ricos que no terminan de entender que las campanas están doblando por el planeta.

El protocolo de Kioto que data de 1997, ya no es de importancia para los países contribuyentes con emanaciones de dióxido de carbono (CO2). Como en anteriores encuentros, esta vez también firmaron acuerdos que tampoco cumplirán porque no es su voluntad hacerlo.

Estados Unidos, la India, China, Japón y otros países industrializados son los culpables de la lenta agonía de la Pachamama y aparentemente no les importa mucho, porque la cumbre terminada en Copenhague, así parece indicar.

El principal asesino de la atmósfera, Estados Unidos, sólo está dispuesto a reducir sus emanaciones en 4%, respecto a 1990. Pero, los científicos, ya entonces exigían para el año 2020 la reducción mínima situada entre 25 y 40%

La cumbre, recibió burlas y engaños. Los países ricos, a la cabeza de Estados Unidos, prometieron destinar ridículas sumas de dinero para mitigar las emanaciones, cuando el mundo exige cambiar el sistema, como efectiva solución al problema.

La tierra se calienta con grave riesgo de sepultar una cantidad enorme de islas y países que se encuentran bajo el nivel del mar, pero eso no parece merecer la atención de los poderosos.

Se comenta mucho de la capa de ozono que nos protege de los rayos ultravioleta, provocadores de cáncer. La brecha abierta en su tejido es consecuencia de las sustancias utilizadas en los aparatos de aire acondicionado, heladeras y aerosoles.

Hablamos del ozono, como si tratara de algo verdaderamente espeso, pero no es así. Los científicos dicen que si lo juntásemos todo a ras del suelo, formaría una capa de sólo 3 milímetros de espesor.

Pese a lo tenue, el ozono es capaz de interceptar  las peligrosas radiaciones ultravioleta que de otra forma alcanzarían la superficie y podrían acabar con la existencia humana. La cosa es más seria de lo que se nos informa.

Los expertos no dejan de gimotear por lo que está ocurriendo y tienen razón, porque actualmente el tamaño del agujero de la capa de ozono superó los 27 millones de kilómetros cuadrados y crece con grave peligro para los glaciares del mundo entero.

Fracasada otra cumbre para salvar al planeta, es bueno recordar que los europeos con 12% de la población emiten anualmente unas 6.000 millones de toneladas de CO2, que resulta ser más o menos el 26% del total mundial.

Estados Unidos, tiene apenas el 5% de la población planetaria, pero emite casi el 25% del carbono. Entre Europa y Estados Unidos, hacen el 17% de la población mundial, pero emiten juntos la mitad del asesino carbono.

¿Y las consecuencias?

Hace poco, fui a ver la película 2012, basada en las profecías mayas que nos anuncian tremendas catástrofes y quizá el fin del planeta para ese año. Desde luego, el filme llama la atención y da en qué pensar, respecto a nuestro futuro.

El calentamiento global es un hecho innegable. Provocará desastres y nuevos refugiados que aún no calculamos sensatamente. Para el año 2010, los daños ambientales prevén la existencia de por lo menos 50 millones de personas desplazadas.

El siglo XXI, será escenario de catástrofes ambientales y éstas, el mayor problema social a nivel global. En Bolivia, los glaciales están desapareciendo notoriamente. Cerca de la ciudad de La Paz, las montañas Illimani, Chacaltaya y Mururata, están perdiendo sus ponchos color blanco.

Los polos se calientan, los mares elevan su nivel amenazando hacer desaparecer ciudades costeras e islas como unos 22 Estados insulares del Pacífico. Holanda y Bangladesh, que se encuentran bajo el nivel del mar, están en peligro.

Bangladesh, tiene 147 millones de habitantes. ¿Dónde huirá esa población?. Científicos de la Agencia Europea del Medio Ambiente, calculan que hacia 2050, unos 150 millones de personas serán víctimas del desplazamiento a causa del cambio climático.

Aquí en Bolivia, algunos científicos, calculan que hacia 2050 desaparecerán los glaciares proveedores de agua a la sede de gobierno. Si eso ocurre, las regiones altiplánicas, podrían degradarse ¿y si eso ocurre, a dónde irá la gente? Ojalá los sabios estén equivocados y nada de lo que se dice ocurra realmente.

Los jóvenes tienen la palabra, porque el futuro les pertenece y es a ellos a quienes más interesa esta batalla por la sobrevivencia del planeta.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/138525?language=es
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS