¿Te Lo Crees?

21/02/2006
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 Famosos por sus grafiteros, quiteños y quiteñas le han dado una tunda al proyecto de TLC que las élites ecuatorianas pretenden firmar con sus similares de Estados Unidos. Desde el título de esta nota, hasta el “To Kill Latin Countries”, hemos visto ingeniosos grafitis por toda la ciudad denunciando el TLC.
 
La verdad es que el Tratado de Libre Comercio, no es tratado, ni es libre, ni es solo de comercio. Veamos por qué.
 
A estas alturas queda demostrado que no es un Tratado, sino una imposición de la potencia más grande y prepotente hacia un pequeño país como es Ecuador. El TLC se negocia bajo el chantaje yanqui de que si no se firma, no se renovarán las ventajas arancelarias otorgadas al Ecuador por su contribución a la lucha anti-drogas.
 
No es Libre porque todos sabemos que el “libre comercio” no existe. Estados Unidos se guía por el viejo dicho “haz lo que digo y no lo que hago”. EE.UU. y los demás países ricos de Europa, se industrializaron adoptando fuertes medidas de protección a la producción nacional.     Y ahora que están desarrollados, exigen que abramos nuestros mercados, mientras mantienen enormes subsidios a sus agricultores. Resulta idiota, por decir lo menos, pretender -como se quiere hacer con el TLC- poner a competir a nuestros pequeños agricultores con las transnacionales altamente subsidiadas y tecnificadas. Estados Unidos exportará a Ecuador, a precios más bajos, productos como leche, arroz y maíz, lo cual dará como resultado la quiebra de los productores de estos productos en nuestro país. Aumentará la desocupación, la migración y la desesperación.
 
Y, por último, el TLC no es un acuerdo sólo de comercio y aranceles. También influirá en los derechos básicos como el de la salud.  Se limitará la venta de los medicamentos genéricos, a favor de los medicamentos costosos elaborados por las transnacionales farmacéuticas.    La educación, la cultura y la comunicación también se verán afectadas al pretender convertir todo en mercancía.
 
Con el TLC se está comprometiendo la soberanía nacional. Ahora vemos que incluso se está negociando la renovación del Convenio de la Base de Manta como parte de la negociación del TLC. Lo más grave es que se está negociando el modelo de desarrollo que regirá al Ecuador durante las próximas décadas. Incluso tendremos que cambiar algunas leyes para que reflejen los acuerdos negociados en el TLC.
 
 Con el TLC, que tendría una duración indefinida, se juega nuestro futuro. Y por eso es que la oposición al TLC cobra cada vez más fuerza. Y esta fuerza provoca reacciones calenturientas como la del Ministro de Comercio, Jorge Illingworth, quien llegó a comparar con Osama Bin Laden a quienes nos oponemos al TLC. Pero nosotros insistimos, ¡NO al TLC!
https://www.alainet.org/es/articulo/137840?language=en

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