El derecho a organizarse
- Opinión
Desafío: : un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reportó que el Comité de Libertad Sindical examinó en los últimos 20 años 48 quejas provenientes de Paraguay. 22 correspondieron a agravios por discriminación antisindical. En segundo lugar se ubicaron las violaciones a la seguridad e integridad de las personas. El tercer motivo de reclamo de los trabajadores fueron las denuncias por los castigos que reciben al participar en las huelgas. Por la persecución sistemática que históricamente llevan adelante las patronales contra los sindicatos, sólo entre un 3% y un 5% de los asalariados está afiliado a una organización gremial. El 24% de la población ocupada se encuentra en situación de subocupación. Desde su asunción, el presidente Fernando Lugo se comprometió a luchar contra la violación de la libertad sindical, un problema estructural en Paraguay.
La violación a la libertad sindical es un problema estructural en Paraguay. Desde su asunción, el presidente Fernando Lugo se comprometió a atenderlo. La baja tasa de sindicalización –sólo entre un 3% y un 5% de los asalariados está afiliado a una organización gremial– se debe en gran medida a la impunidad con que las patronales desmantelan los sindicatos, construidos con mucho esfuerzo y coraje por los trabajadores. “Tenemos que hacer reformas en el Código Laboral para poder prever la formación de los sindicatos”, admitió Filemón Delvalle, director del Trabajo, quien anunció que próximamente se realizará un foro tripartito con sindicatos, patronales y Gobierno para debatir el tema. La autoridad administrativa no puede proteger a los trabajadores con las normas actuales, “entonces cada vez que intervenimos, las patronales aducen que no se los echó por sindicalizarse sino que estaban ya en un plan de reducción”, indicó el funcionario. Durante el año de gestión de Lugo, el Ministerio de Justicia y Trabajo (MJT) registró cinco casos de despidos a causa de la organización sindical: “en la distribuidora Trovato, el ingenio azucarero Censi & Pirota, la cooperativa menonita Neuland, la fábrica de plásticos Plaspasa y en la empresa de colectivos La San Lorenzana”, según recordó Delvalle. A ello se añaden los empleados de la empresa de transporte 29 de Junio, que administra la línea 40 de colectivos. “Aquí es fundamental entender el rol que juegan el Poder Judicial y la Fiscalía que han tomado medidas arbitrarias desconsiderando nuestro papel de fiscalizadores”, comentó Delvalle. “Hay jueces que han negado nuestra facultad de controlar una huelga, con lo que definitivamente conculcan un derecho establecido en la Constitución”, explicó el director de Trabajo. Esta arbitrariedad es una constante que viene desde la época de Alfredo Stroessner (1954-1989). Vale recordar el caso de Trovato Cisa donde 14 trabajadores fueron despedidos por persecución sindical el 17 de noviembre de 2008. “Es lógico que la patronal no quiera que se termine con 38 años de explotación y esclavitud a causa de un movimiento”, dijo Jorge Guccione, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Trovato Cisa (Sitrato). “Se trabaja como en las fábricas de inicios del 1900: no se paga el salario mínimo vigente, las jornadas laborales exceden las ocho horas, los trabajadores tienen que pagar sus propios equipos y uniformes, el recibo de sueldo dice que ganamos el mínimo pero no es lo que cobramos”. Esas son las razones principales por las que “soñamos con la formación de un sindicato”. Al día siguiente de los despidos, los trabajadores montaron una carpa de protesta frente a la empresa ubicada sobre la ruta Transchaco en la jurisdicción de Villa Hayes, a unos 20 kilómetros de Asunción. Dos de ellos comenzaron una huelga de hambre que duraría 29 días. Entonces surgieron las disposiciones de fiscales y jueces: les prohibieron acercarse a la fábrica a una distancia no menor de 300 metros y se dictaron órdenes de captura para los principales dirigentes por “perturbación de la paz pública”. Lo mismo sucedió en la cooperativa menonita Neuland.
El modelo de sindicalización por empresa, que en teoría favorece la legislación laboral, “es una mera distracción que atenta contra la real organización de los trabajadores que debe ser por rama”, apuntó Julio López, integrante de la Mesa Coordinadora Sindical (MCS), la organización de trabajadores que atendió el caso cuando se dieron los despidos. El Sindicato de Trabajadores del Frigorífico de la Cooperativa Neuland Limitada se fundó el 12 de febrero de este año. El 14 de ese mes, el Consejo Administrativo de la Cooperativa decidió el despido arbitrario de 13 socios del Sindicato con el claro objetivo de destruir la organización sindical. El 18 de marzo fueron apresados sus seis principales dirigentes por “perturbación del orden público” cuando se encontraban en la puerta de la planta del rigorífico, ubicado en el Km 28,5 de la Ruta Transchaco. Los trabajadores habían decidido una huelga por tiempo indefinido porque para ese momento la cooperativa había despedido a los 25 miembros de la organización. El caso fue denunciado por los sindicalistas durante el Congreso Mundial de los Menonitas “a fin de hacer reflexionar acerca de la actitud de sus pares menonitas en el Paraguay sobre este hecho que se contrapone a todo precepto cristiano y humanista como lo son el derecho al trabajo y la organización”, expuso Gumersindo Galeano, secretario general del Sintecoss. Sólo le sellaron el recibido de la carta. Otro caso, el más reciente, es el de la empresa de colectivos La San Lorenzana. “Nos despidieron a los 24 compañeros”, contó Jorge Aranda, secretario general del Sindicato de choferes y empleados de la San Lorenzana. “Formamos el sindicato porque era imposible sobrevivir al maltrato y a la explotación. Trabajamos desde las 3 de la mañana hasta las 10 de la noche y nos pagan por redonda”, detalló. Sólo 24 mil guaraníes (unos 5 dólares estadounidenses) por una vuelta completa que dura unos 25 kilómetros y que se recorre a velocidades promedio de entre 25 y 30 kilómetros por hora. “Tenés que cortar sí o sí 70 boletos, si cortás 69 no cobrás, trabajaste por deporte”, dijo el dirigente en la vereda del Viceministerio del Trabajo donde instalaron una carpa de hule negro en la que llevan un mes protestando y viviendo. “Al entrar a trabajar firmamos como 10 hojas en blanco y ahora la empresa está diciendo que nosotros fuimos liquidados y aceptamos, es una injusticia”, señaló el trabajador.
Datos locuaces
Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reporta que el Comité de Libertad Sindical examinó en los últimos 20 años 48 quejas provenientes de Paraguay, de las cuales 22 correspondieron a agravios por discriminación antisindical. En segundo lugar aparecen las violaciones a la seguridad e integridad de las personas: 12 en el período 1990-2009. El tercer motivo de quejas de los trabajadores fueron los castigos por participar en una huelga. Allí se reportaron siete denuncias procesadas sobre el tema. También hay casos por la persecución de las patronales a la organización y afiliación sindical, el incumplimiento de las negociaciones colectivas, las restricciones a la libertad sindical por actos legislativos, la injerencia, la retención de cuotas sindicales de la nómina, y las violaciones a la libertad de expresión y reunión y al domicilio sindical. Este modelo de organización sindical responde a los intereses patronales que adrede han establecido una Cartera que no puede actuar. Paraguay es uno de los pocos países del mundo que no tiene un ministerio específico que atienda el trabajo y la seguridad social.
El Viceministerio de Trabajo requerirá que se aumente su presupuesto de 5 mil a 20 mil millones de guaraníes (4 millones de dólares) para el ejercicio del año 2010. “Aun así no alcanzamos ni el 10% del presupuesto total del MJT, pero esperamos que los legisladores lo aprueben”, dijo el Director del Trabajo. Delvalle recordó también que se viene tratando la sugerencia que hiciera la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de crear un Ministerio de Trabajo y Seguridad Social: “son reformas estructurales que requieren discusión, pero es importante iniciar el proceso para su consecución”, señaló. Durante el primer año de gestión de Lugo, desde el 15 de agosto del año pasado, se inscribieron 67 sindicatos frente a 25 organizaciones registradas en el mismo período de 2007, mientras que de enero de este año a la fecha se registran 36 sindicatos reconocidos legalmente. “Constituye un aumento del 168%”, afirmó Delvalle.
Reclamos y compromisos
“En nuestro país tenemos problemas graves, tal vez el más significativo para la OIT sea la violación sistemática de la Libertad Sindical por parte de la patronal. Sindicato que se forma, al día siguiente son despedidos los dirigentes y los patrones no aceptan ni las disposiciones de nuestro Ministerio de Justicia y Trabajo, ni los fallos judiciales”, denunciaba Pedro Parra, secretario adjunto de la Central Nacional de Trabajadores (CNT) durante la reunión anual de la Organización Internacional del Trabajo, en Ginebra el 10 de junio pasado. Ya el 26 de junio de 2008, el presidente Fernando Lugo señalaba en el lanzamiento de la Campaña de Libertad Sindical y Negociación Colectiva, alentada por las centrales sindicales afines a su gobierno que “nunca habrá una libertad sindical plena mientras los derechos humanos de los trabajadores no sean respetados, no importa el origen o clase social que tengan”.
El paraguayo Víctor Báez, secretario general de la Confederación de Trabajadores de las Américas (CSA) le recordó que era fundamental atender los convenios 87 y 98 de la OIT relativos a la libertad sindical y el derecho a la contratación colectiva que fueron ratificados por Paraguay a principios de la década de 1960 y siguen sin cumplirse efectivamente. El Presidente tomó el compromiso ante delegados internacionales de la Confederación General de Trabajadores (Cgt-Ra) y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) de Argentina, la Central Única de Trabajadores (CUT), la FS y la UGT de Brasil y del Plenario Intersindical de Trabajadores-Convención Nacional de Trabajadores (Pit-Cnt) de Uruguay, como así también del Sindicato Unión General de Trabajadores (UGT), la Confederación Sindical de Comisiones Obreras (Ccoo) de España y la Unión Network International (UNI). En esa oportunidad, Lugo afirmó: “El movimiento sindical nacional e internacional tiene la esperanza de que el nuevo gobierno electo en Paraguay tome acciones para los cambios normativos, institucionales, políticos y programáticos necesarios para garantizar los derechos sindicales y laborales como también la mejora del ambiente sociolaboral, promoviendo el desarrollo social y la generación de trabajos decentes para la sociedad paraguaya”.
América XXI, Año 7, No. 53, septiembre 2009
http://www.americaxxi.com.ve/numeros/0053/index0053.html
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