El pasado 5 de junio, el abogado y político Alejandro Colanzi Zeballos, lanzó un reto que hasta el momento sólo mereció silencio y tal vez alguno que otro comentario expresado en voz baja, porque ahora que las cosas no salen bien para los aludidos, éstos prefieren mantenerse al margen mascullando rencores.

Colanzi, dijo entonces que las circunstancias que se viven desde el 16 de abril, están haciendo ver a los cruceños y a sus instituciones, como terroristas, divisionistas y quién sabe si también como racistas anticollas.

En esas circunstancias, este amigo de muchos años, se animó a señalar que los cruceños no son terroristas e invitó a los aludidos a saber dar la cara y evitar de esa manera que las ofensas lleguen a todos los cruceños y a sus instituciones, en mala hora involucradas por unos cuantos desubicados.

El abogado y parlamentario Colanzi, pidió a todos aquellos señalados y citados por sus vínculos con el Grupo Rosza, tengan la valentía de manifestarse de manera pública y enfática para esclarecer o desmentir las acusaciones que pesan contra ellos.

Concretamente, señaló al Grupo La Torre y sus componentes, que según se dice recaudaron unos 40 millones de dólares para financiar la autonomía y después la independencia de Santa Cruz, concretando de esa manera el separatismo que tanto se negó y luego se confirmó con los documentos dejados por Rosza.

Ahora queda claro que los cruceños, asistieron a cuanto cabildo se citó, manipulados por grupos de terroristas que estaban pensando en el separatismo y no en la autonomía. A esos parece referirse Colanzi cuando les exige no eludir responsabilidades y lavar el desprestigio inmerecido que por ahora señala a los cruceños como terroristas, separatistas y hasta racistas, cuando todos esos calificativos pueden alcanzar a pocos.

Felizmente las autoridades lograron desarticular las intenciones de quienes pusieron mucha plata para separar una parte del territorio boliviano. Inclusive ya se había advertido a las familias cruceñas que correría mucha sangre, seguramente con las acciones que preparaban Rosza y sus grupos de mercenarios contratados.

Ahora se explica por qué, alguien advirtió a las madres de Santa Cruz, cuando se acercaba el momento en que se desencadenaría la guerra secesionista: “se acerca la guerra. Que sepan las madres cruceñas que ...vamos a derramar la sangre de sus hijos de manera responsable”. Ahora, ese personaje está escondiéndose eludiendo presentarse a declarar sobre su participación o la contratación de mercenarios que tuvieron participación en la guerra separatista de su patria de origen.

“Los cruceños no somos ni seremos terroristas”, señala Colanzi Zeballos y a esa expresión podríamos agregar que tampoco estaremos involucrados en esas criticables acciones, los collas que vivimos en Santa Cruz y hemos constituido nuestras familias para vivir en paz y hermandad.

El año 2012 se debe llevar a cabo el próximo censo nacional, y sería recomendable que para entonces se busque saber la procedencia de los vivientes en Santa Cruz, espero que para entonces se confirme que los collas ya somos mayoría en el departamento y que no tenemos ningún conflicto racial con los originarios cruceños.

Si alguna discriminación racista se puede encontrar a fuerza de buscarle pelos al huevo, será con la gente que vino de fuera y en poco más de una generación, ya están pensando en tener su propia nación provocando el separatismo. Qué poco agradecidos son esos extranjeros que ahora se han convertido en financiadores de terroristas igualmente importados.

Es hora de reconducir Santa Cruz en su liderazgo, pero sólo después de apartar la paja del trigo. Por eso es que el criterio de Colanzi Zeballos debe merecer un decidido respaldo. Por lo menos, personalmente le acompaño apoyado en mi residencia de tres décadas en este departamento.