“Son políticos y gángsters ellos mismos… Es

estúpido… hoy día, la estupidez es lo que gana aquí”.

V. Chandra: Juegos sagrados.

Quizá la historia para el próximo 5 de julio ya está escrita: es de una claridad impresionante. Es decir que más allá de las expresiones plañideras de los diputados y senadores de todos los partidos políticos, en este momento, a un mes de conocerse los resultados de los próximos comicios federales todos sabemos que la abstención y la anulación de votos van a concentrar mayoritariamente los resultados electorales. La primera será cercana a un poco más del 50% del padrón electoral (con todo y la campaña de terror y condena encaminada hoy en contra de ella); la segunda puede lindar hasta el 20% y convertirse así en la primera fuerza concentradora de votos este año. Entre ambas van a apabullar a la fuerza representada por el conjunto de los partidos políticos. Pero la polémica sigue.

Por un lado están los que están viendo amenazado su mundo de privilegios (entre otras cosas, el cerca de millón de pesos que van a recibir como “fondo de ahorros” al fin de su mandato los diputados): los miembros de los partidos políticos, que recientemente han visto avalado su accionar al dictaminar una vez más el tribunal electoral federal que las candidaturas de ciudadanos libres no son avaladas y por ende permitidas por la ley, según dicho tribunal. Ellos, por eso hoy, insisto, plañen como almas en pena en contra de abstención y anulación del voto.

Por otro lado, AMLO y sus seguidores le apuestan a la táctica al margen de que estén sacrificando la estrategia. Es decir, ellos, empeñados en que sólo por la vía electoral, y por ende pacífica, se pueden lograr los cambios que el país requiere para ser más justo y más participativo socialmente (y no sólo políticamente, que es una cosa totalmente distinta), están llamando a votar por dos de los chiquipartidos, el PT y Convergencia, para que estos partidos, con sus múltiples lacras y deficiencias, conserven el registro que permita que, eventualmente, López Obrador participe en las elecciones del 2012 en los marcos de lo que establece la legislación electoral actual si es que, como es probable, Los “chuchos” que hoy controlan al PRD creen una serie de argucias para que AMLO no cuente con el aval de este instituto político de ese próximo año. Es muy difícil ahora saber si con dificultades los dos primeros partidos van a obtener los votos necesarios para conservar su registro, si se toma en cuenta, entre otras cosas, la bajísima participación de votantes que va a haber el próximo 5 de julio y que un número muy amplio de ellos anulará su voto.

Como sea, queda una pregunta en el aire: ¿qué tanto ese tacticismo lopezobradorista está sacrificando para las calendas la estrategia de lograr el cambio social que le urge realmente al país? ¿Es posible, hoy, para el próximo 5 de julio, conciliar táctica y estrategia?

Desde luego, para los partidos políticos (PT y Convergencia) que planean el voto táctico o de resistencia eso ni pensarlo: o te vas con melón o con sandía, pero no se vale andar jugando con ambos a la vez (es más, para el PAN, para el PRI y para el PRD de los “chuchos” ni melón ni sandía: o votas o te vas al infierno, no hay de otra). Para quienes, como el que esto escribe, lo importante es la estrategia más que la táctica, tanto anular el voto o votar para que PT y Convergencia conserven el registro es igualmente válido, con objeto de seguir avanzando por ambos vías hacia la construcción de ese otro país que nos ha sido negado desde la posrevolución del 17 y que, por medio del fraude electoral del 2006, nos fue arrebatado de las manos ese año y nos tuvimos que morder uno y la mitad del otro para no incrementar las protestas.

Más nos vale tener claro lo anterior para el próximo 5 de julio: ni un voto al PAN, al PRI o al PRD de los “chuchos”. A votar por el PT o Convergencia o a anular nuestro voto, para poder así ganar y preservar y conservar vigente la estrategia.

Forum 189.

Junio de 2009

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