El búfalo del hortelano
- Opinión
El mismo García, en el Consejo de Ministros del 3, empujó a la ministra del Interior a la torpe y cruenta operación policial que culminó en el baño de sangre del pasado 5. Después de ignorar y mecer la huelga de los pueblos amazónicos más de 50 días, con 38 policías retenidos en la bomba Nº 6, García creyó que se impondría a la bruta. Pero, lejos de resolver el conflicto, lo ha ahondado y extendido.
Los pueblos amazónicos han puesto sobre la mesa tres asuntos: 1) la necesidad de que el Perú se reconozca como país multinacional (implicando ello identidad cultural, educación, lengua, administración de justicia, manejo del territorio, representación política en el Estado, consulta y autodeterminación); 2) reformular el manejo de los recursos naturales, su relación con el medioambiente y el beneficio que dejan a los pueblos y al país (las transnacionales dejan migajas y estragos medioambientales y de salud, como lo viven los pueblos nativos de nueve concesiones petroleras); y 3) la profunda ilegitimidad de un sistema político sin transparencia ni control de la gente sobre las autoridades (requiriéndose democracia participativa y comunitaria, descentralista y transparente, con fuerte control ciudadano, que recupere confianza y representación real). Estos asuntos ponen ya sobre el tapete la necesidad de refundación de la República.
Esta desigual batalla ha hecho que una parte del Perú descubra a otra, casi desconocida, y ha evidenciado problemas nacionales sustantivos, junto a la indignación ante la soberbia y la brutalidad alanista de la represión del 5, extendiendo la solidaridad con los pueblos amazónicos. Así lo reveló la jornada nacional de movilización del 11 de junio, que convocó el Frente Nacional por la Vida y la Soberanía (FNVS) y llegó mucho más allá de los espacios tradicionales de su conducción. Una extraordinaria movilización masiva en Lima, con miles de jóvenes, intelectuales, artistas, mujeres, trabajadores y pueblos originarios, fue parte de grandes movimientos en casi todo el país, con paros sectoriales y regionales en Loreto, Puno o Moquegua. García y Simon han provocado un nivel de unidad de movimientos sociales y políticos sin precedente en las últimas décadas. Ahora, una consulta nacional para un Paro Cívico Nacional el 7, 8 y 9 de julio, con fuerte asentamiento en la zona amazónica y andina, está en marcha.
Lejos de ahogar la lucha en sangre y miedo, la reavivaron. En Yurimaguas se consolidó la huelga y el bloqueo de la carretera a Tarapoto. Allí la gente también tomó las calles. El aeropuerto de las petroleras en Trompeteros fue ocupado por las comunidades y varios de los pozos fueron paralizados. Los asháninkas de la selva central del Gran Pajatén se incorporaron a la lucha. Una importante fuerza, con una autodefensa que derrotó a SL después de trágicos secuestros colectivos y muertes, se ha echado a andar. Varios de sus contingentes marchan a Chanchamayo, la carretera central y Lima. En Madre de Dios y Cusco se expresan fenómenos similares. Podría ir generándose un escenario que guarde cierta similitud –aunque con otros actores sociales liderando la lucha– con los momentos previos a la Marcha de los 4 Suyos. El Perú profundo se mueve para que escuche la sorda y anquilosada clase política, especialmente la alianza tripartita que maneja el país desde la capital. A ello se suma la eclosión en Andahuaylas, con la ocupación del aeropuerto y la huelga campesina y urbana, así como la huelga en Sicuani, Cusco.
La bufalería confía en que la razón está en la fuerza. García y Simon ningunean la renuncia de la ministra Vildoso, que asume responsabilidad política por el gabinete. Cobardía, gritan, al igual que a Pizango asilado por las amenazas y falta de garantías.
Pero, ¿por qué el valiente Presidente y su cadavérico gabinete no pisan la escena de los hechos? La alianza congresal fuji-alanista-UN suspende 120 días a 7 parlamentarios nacionalistas en lo que parece ser otra orden de García en la estrategia de confrontación emprendida: ilegalizar sectores de la oposición política y social. También han dispuesto detención sobre otros dirigentes de AIDESEP. Y, para colmo, el domingo arrestan en el aeropuerto –por orden de un juez “provisional”– al Dr. Rivera, abogado de la parte civil en el juicio de la matanza de los penales con García, en el juicio por la ejecución extrajudicial de los estudiantes de la Universidad de Huancayo (que involucra a Nidia Vílchez en relación con el Comando Rodrigo Franco) y en el juicio a Fujimori.
García camina al choque. Parcha un gabinete ilegitimado, incapaz de ser interlocutor. Suspende y no deroga los DL, no quiere ajustar la legislación a los derechos de la Declaración de la ONU sobre los Pueblos Originarios y el Convenio 169 de la OIT. Persigue a los dirigentes de AIDESEP y pretendió omitirlos de la Mesa de diálogo. No permite una investigación independiente e internacional de los hechos. ¿Es, como dice Rafo León, el burro del hortelano, o se trata más bien de un búfalo del hortelano?
(La República, http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20090615/19/pagina/1634)
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