El agua en el Perú: desafío para el Estado
- Opinión
El 22 de marzo se celebró el Día Mundial del Agua, establecido así en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo en Mar del Plata, Argentina en 1992. En Perú, una de las actividades a propósito de este día, fue la presentación del Informe: El agua, ante nuevos desafíos. Actores e iniciativas en Ecuador, Perú y Bolivia (Oxfam Internacional, IEP, marzo 2009, 466 pp.) que reúne las investigaciones de Laureano del Castillo, Saskia Van Rosel y Jeroen Vos, bajo la coordinación de María Teresa Oré.
La información gira en torno a la gestión del agua en estos tres países y sus múltiples estadísticas en cuanto a servicios, uso y problemática además de las políticas implementadas desde el Estado. Se destaca que las principales amenazas de este recurso en el Perú son la pérdida de cobertura en las cabeceras de cuenca, la reforestación, la erosión y los trasvases. A ello se suman los efectos del cambio climático “aunque aún falte profundizar la investigación y mejorar la información en cuanto a este fenómeno”, según el especialista en recursos hídricos, Jeroen Vos. No obstante, como consecuencia del cambio climático, en Perú, el 20% de la superficie de los nevados y glaciares se ha perdido en los últimos 30 años.
Respecto al tema de la contaminación del agua, en el Perú es la actividad minera y la de extracción de hidrocarburos la principal causa. Durante el 2008, según datos de la Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA), Cajamarca presentó un total de 27 ríos contaminados, seguido por Tacna con 17, Lima con 15, Cusco con 10, La libertad con 9 y Loreto con 7. Indican también que en la actualidad existen 850 áreas de pasivos ambientes mineros.
Otro elemento que contribuye a la contaminación son las aguas servidas de las cuales en nuestro país, sólo el 20% recibe un tratamiento adecuado, mientras que en Bolivia el 10% y en Ecuador el 20%.
En cuanto al agua potable en el Perú, los estudios señalan que las zonas urbanas a comparación de las rurales, cuentan con mayores facilidades para acceder a este recurso. En las zonas rurales y urbano marginal, el agua potable cuesta más y no hay las condiciones para un uso sostenido. Asimismo, las cifras muestran que el 90% de la población urbana y el 40% de la población rural cuentan con un sistema de saneamiento básico en el Perú, a comparación de Ecuador con 80% y 30% y Bolivia con 60% y 30%, respectivamente.
Entre otros datos y análisis, el Informe plantea cinco desafíos a ser tomados en cuenta respecto al tema del agua en el Perú. 1) El manejo integral de las cuencas. Idea que para el Estado es más una abstracción que una realidad. 2) Autoridades ambientales fuertes e independientes que puedan fortalecer las dependencias regionales. 3) Crear un sistema de reglas y sanciones claras en el tema de conflictos por el agua, con el objetivo de crear una nueva cultura del agua. 4) Participación de diversos actores estatales y de sociedad civil en la toma de decisiones y 5) Descentralizar las decisiones sobre el agua en el Perú lo cual sugiere la creación de una Autoridad Independiente del Agua más allá de la actual Autoridad Nacional del Agua (ANA) que depende del Ministerio de Agricultura. En ese sentido, se destaca que por ejemplo, Bolivia cuenta con un Ministerio del Agua, creado en enero 2006, mientras que en el Perú el tema del agua es visto hasta por nueve ministerios.
La nueva Ley del Agua
El Congreso de la República aprobó el primero de marzo de forma parcial, el proyecto de la Ley de Recursos Hídricos (Ley del Agua). En sólo tres meses circuló por diversas instancias del Congreso sin que tuviera la debida discusión y análisis por parte de los parlamentarios, refiere Laureano del Castillo, experto en temas legales sobre tierras y aguas de CEPES.
Asimismo, opina que esta nueva ley ha retrocedido en materia de descentralización de la gestión del agua. Critica, por ejemplo, que los consejos de cuenca -espacios de participación local para gobierno regionales y locales-, en la nueva ley sólo tienen carácter consultivo y sin capacidad de decisión. Indica también que esta nueva ley es insuficiente para prevenir y resolver los conflictos que se dan en materia de agua, ya que el Tribunal Nacional de Resolución de Controversias Hídricas propuesto en dicha ley no fomentará mecanismos de diálogo ni de conciliación ya que sólo se enfocará en problemas administrativos. Finalmente, entre otros puntos, destaca que hay que reforzar los aspectos sobre problemas de escasez y contaminación de las aguas, cuidado y protección de cabeceras de cuenca y la recuperación de los cuerpos de agua.
Por lo pronto, lo único que resaltar de la nueva ley es que, al menos, en adelante se podrá discutir en torno a una sola norma, claro está con el fin de subsanar las deficiencias que presenta. Así como está, no servirá para solucionar la problemática del agua en el Perú.
* Asociación SER
Fuente: www.ser.org.pe
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