Se inició hoy la cumbre extraordinaria de la Comunidad Andina de Naciones en Guayaquil, que busca analizar la situación de este bloque frente a las negociaciones del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea. El 9 de septiembre los gobiernos de Colombia y Perú ya habían avanzado un paso más en la destrucción de la CAN, solicitando oficialmente a la Unión Europea romper las negociaciones en bloque, para firmar bilateralmente un Tratado de Libre Comercio. La Unión Europea, por su parte, contradiciendo el mandato negociador, aceptó esta posibilidad

Con la inasistencia de Uribe a esta cita se comprueba su decisión de violar el mandato constitucional de promover la unidad latinoamericana, para preferir los tratados de libre comercio que forman parte de la arquitectura neoliberal de la economía mundial que tiene al mundo en la peor crisis financiera de su historia.

La obstinación en dar la espalda a los países latinoamericanos y a la CAN, van en contravía de lo que aconseja la más elemental prudencia: Ante la crisis mundial reforzar el mercado interno y el mercado regional y no dar vía libre a la economía especulativa que tiene postrada la economía mundial. En lugar de aprovechar la situación para promover y resguardar la producción nacional. Contrario a esta lógica, en Colombia la respuesta oficial será ofrecer en sacrificio su comercio regional y sus riquezas naturales, para apaciguar los mercados. En momentos en que las potencias realizan la mayor intervención estatal para salvar al capital financiero, el gobierno de Uribe persiste en la falacia exportadora y la “confianza inversionista”, condenando a nuestro país a pagar los platos rotos de la fantasía globalizadora.

El resultado de la brevísima reunión de la CAN, fue el anuncio de que los países andinos intentarían conversar con el nuevo comisionado europeo, José Manuel Durao Barroso, para intentar mantener el esquema negociador de bloque a bloque en unas circunstacias en las cuales Ecuador y Bolivia se niegan rotundamente a negociar un TLC

Por fortuna, en la medida en que se disipa el embrujo económico, los pueblos andinos aumentan sus luchas reivindicativas. El paro de los corteros de caña y de los trabajadores de la justicia en Colombia, que completa un mes, y las movilizaciones indígenas planteadas en Perú para noviembre, son manifestaciones del rechazo a un modelo salvaje de explotación, y prueba de su férrea decisión por derrotarlo. La solidaridad y la unidad nacional y regional en torno a estas expresiones, garantizará el éxito de este propósito.


Red Colombiana de Acción Frente al Libre Comercio, Recalca

Página Web: www.recalca.org.co

Bogotá, 14 de Octubre de 2008