Frente a otro reto democrático:
Referéndum Revocatorio de mandato popular
14/07/2008
- Opinión
Cochabamba
Bolivia situada al Centro de Sur América, desde su fundación siempre ha confrontado conflictos de carácter socio-político ya que en la primera etapa de su historia, es decir desde el periodo de la república, la gran mayoría de la población ha vivido al margen del Estado, puesto que la clase criolla – feudal (con la que se funda el país) ha tomado la conducción del aparato estatal, con una resistencia fuerte a cualquier intención progresista, es por eso que esta etapa de la república se caracteriza por ser eminentemente conservadora.
Ante la decadencia de la etapa del republicanismo, que precisamente culmina con la guerra federal del año 1898. Bolivia transita hacia el liberalismo, con matices más progresistas, como es el caso del referéndum del año 1931; que fue convocado por la Junta Militar presidida por el Gral. Carlos Blanco Galindo. Que puso a consideración de los votantes nueve reformas constitucionales, entre ellas la incorporación de la Contraloría General como organismo constitucional, la descentralización administrativa, la autonomía universitaria y la autonomía del Poder Judicial.
En la etapa del nacionalismo y el neoliberalismo, se han vivido permanentes conflictos de carácter interno, que tienen que ver con la crisis de representatividad, crisis económica y la enajenación de los recursos naturales; a consecuencia de estos hechos, se han gestado movimientos de reivindicación de sectores marginados que se han expresado a través de la acción directa (en las calles) de los pueblos indígenas – campesinos, por un reconocimiento formal y sobre todo real por parte del Estado.
Como decíamos, históricamente Bolivia, nunca estuvo libre de conflictos, sin embargo en los últimos dos años, los conflictos que se han suscitado tienen otras connotaciones a diferencia de los anteriores, ya que, a la crisis de representatividad se suma el factor étnico expresado en el odio racial.
Ante la avalancha de los sectores conservadores, ligados a grupos de poder político – empresariales, que al ver amenazada sus privilegios con la actual gestión gubernamental, han emprendido diferentes acciones, que han generado un clima de tensión y conflicto. Que desde luego ha derivado a una fuerte polarización de la sociedad boliviana.
Los hechos acaecidos en el departamento de Cochabamba el 11 de enero del año 2007, asimismo los conflictos autonómicos; desde los medios de comunicación han revelado con bastante claridad las brechas culturales, económicas, sociales y raciales que existen en Bolivia, ya que es evidente la desunión y polaridad discorde existente entre las regiones de oriente y occidente. Este clima de tensión, metafóricamente podríamos decir que es una herida abierta con una remota posibilidad de que se cierre y cicatrice.
Sociológicamente, haciendo una lectura real y correcta sin caer en el fatalismo, la historia nos enseña que ante este tipo de situaciones de conflicto en la que actualmente Bolivia está sumida, existen dos vías de salida, una que es la concertación, es decir un acuerdo que se constituye en un pacto, y la otra es la salida violenta que podría tener consecuencias inimaginables que significaría pulverizar el Estado como tal y por ende la decapitación de generaciones enteras.
Como una salida pacífica y democrática de carácter político, el 8 de mayo de 2008, el Congreso Nacional de Bolivia aprobó la Ley Nº 3850 de Referéndum Revocatorio de Mandato Popular, que ha sido promulgada por el Presidente de la República, el 12 de mayo. La misma tiene por objeto normar la Convocatoria de Referéndum Revocatorio de Mandato Popular del Presidente de la República, Vicepresidente y Prefecto de Departamento.
El Referéndum Revocatorio, está previsto para el domingo 10 de agosto de 2008, los bolivianos y bolivianas, acudirán a las urnas para decidir - mediante el voto universal, directo libre y secreto, la continuidad o no de las autoridades arriba mencionadas.
Será la primera vez en la historia de la democracia boliviana que los ciudadanos bolivianos participen en un referéndum revocatorio popular. Esta historia se abrió el año 2004, cuando las reformas a la Constitución Política del Estado introdujeron la figura del referéndum como un mecanismo que permite la participación directa de los ciudadanos sobre asuntos relevantes para el país.
La primera consulta popular tuvo lugar el mismo año 2004, cuando se sometió a consulta de los votantes cinco preguntas referidas a la política de hidrocarburos. La segunda experiencia nacional fue el referéndum sobre las autonomías departamentales, realizado el año 2006. El referéndum revocatorio de mandato popular será entonces la tercera experiencia nacional de ejercicio de la democracia participativa.
Es por ello que, diversas organizaciones que son parte de los movimientos sociales, como es el caso de los campesinos, pueblos indígenas – originarios, colonizadores, los regantes, productores de la hoja de coca y otros, desde hace varias semanas atrás, han emprendido una campaña proselitista de manera orgánica, con la finalidad de garantizar el voto popular de las grandes mayorías que les permita ratificar al Presidente actual Evo Morales Ayma y al mismo tiempo al Vicepresidente Álvaro García Linera.
Concretamente en el Departamento de Cochabamba, la estrategia de la campaña está siendo vanguardizada por la Federación de Sindical Trabajadores Campesinos Originarios y la Federación Sindical de Mujeres Bartolina Sisa, de las 16 provincias que comprende el departamento.
Por otro lado, dentro la estrategia de campaña, la consigna es lograr que el actual Prefecto de Cochabamba Manfred Reyes Villa sea revocado de su cargo, ya que es visibilizado como el principal opositor al actual proceso de cambio emprendido por el actual Gobierno Nacional, asimismo es estigmatizado como el causante de los conflictos suscitados entre los pobladores de área urbana y rural.
Además esta identificado como un personaje que promueve la división de Bolivia, por su estrecha relación con los cuatro prefectos de la denominada Media Luna, que es de que han asumido a ejercer el cargo han emprendido una franca oposición a través de una serie de acciones dirigidas a desestabilizar la actual administración del Estado.
Fuente: KURMI - COCHABAMBA
Bolivia situada al Centro de Sur América, desde su fundación siempre ha confrontado conflictos de carácter socio-político ya que en la primera etapa de su historia, es decir desde el periodo de la república, la gran mayoría de la población ha vivido al margen del Estado, puesto que la clase criolla – feudal (con la que se funda el país) ha tomado la conducción del aparato estatal, con una resistencia fuerte a cualquier intención progresista, es por eso que esta etapa de la república se caracteriza por ser eminentemente conservadora.
Ante la decadencia de la etapa del republicanismo, que precisamente culmina con la guerra federal del año 1898. Bolivia transita hacia el liberalismo, con matices más progresistas, como es el caso del referéndum del año 1931; que fue convocado por la Junta Militar presidida por el Gral. Carlos Blanco Galindo. Que puso a consideración de los votantes nueve reformas constitucionales, entre ellas la incorporación de la Contraloría General como organismo constitucional, la descentralización administrativa, la autonomía universitaria y la autonomía del Poder Judicial.
En la etapa del nacionalismo y el neoliberalismo, se han vivido permanentes conflictos de carácter interno, que tienen que ver con la crisis de representatividad, crisis económica y la enajenación de los recursos naturales; a consecuencia de estos hechos, se han gestado movimientos de reivindicación de sectores marginados que se han expresado a través de la acción directa (en las calles) de los pueblos indígenas – campesinos, por un reconocimiento formal y sobre todo real por parte del Estado.
Como decíamos, históricamente Bolivia, nunca estuvo libre de conflictos, sin embargo en los últimos dos años, los conflictos que se han suscitado tienen otras connotaciones a diferencia de los anteriores, ya que, a la crisis de representatividad se suma el factor étnico expresado en el odio racial.
Ante la avalancha de los sectores conservadores, ligados a grupos de poder político – empresariales, que al ver amenazada sus privilegios con la actual gestión gubernamental, han emprendido diferentes acciones, que han generado un clima de tensión y conflicto. Que desde luego ha derivado a una fuerte polarización de la sociedad boliviana.
Los hechos acaecidos en el departamento de Cochabamba el 11 de enero del año 2007, asimismo los conflictos autonómicos; desde los medios de comunicación han revelado con bastante claridad las brechas culturales, económicas, sociales y raciales que existen en Bolivia, ya que es evidente la desunión y polaridad discorde existente entre las regiones de oriente y occidente. Este clima de tensión, metafóricamente podríamos decir que es una herida abierta con una remota posibilidad de que se cierre y cicatrice.
Sociológicamente, haciendo una lectura real y correcta sin caer en el fatalismo, la historia nos enseña que ante este tipo de situaciones de conflicto en la que actualmente Bolivia está sumida, existen dos vías de salida, una que es la concertación, es decir un acuerdo que se constituye en un pacto, y la otra es la salida violenta que podría tener consecuencias inimaginables que significaría pulverizar el Estado como tal y por ende la decapitación de generaciones enteras.
Como una salida pacífica y democrática de carácter político, el 8 de mayo de 2008, el Congreso Nacional de Bolivia aprobó la Ley Nº 3850 de Referéndum Revocatorio de Mandato Popular, que ha sido promulgada por el Presidente de la República, el 12 de mayo. La misma tiene por objeto normar la Convocatoria de Referéndum Revocatorio de Mandato Popular del Presidente de la República, Vicepresidente y Prefecto de Departamento.
El Referéndum Revocatorio, está previsto para el domingo 10 de agosto de 2008, los bolivianos y bolivianas, acudirán a las urnas para decidir - mediante el voto universal, directo libre y secreto, la continuidad o no de las autoridades arriba mencionadas.
Será la primera vez en la historia de la democracia boliviana que los ciudadanos bolivianos participen en un referéndum revocatorio popular. Esta historia se abrió el año 2004, cuando las reformas a la Constitución Política del Estado introdujeron la figura del referéndum como un mecanismo que permite la participación directa de los ciudadanos sobre asuntos relevantes para el país.
La primera consulta popular tuvo lugar el mismo año 2004, cuando se sometió a consulta de los votantes cinco preguntas referidas a la política de hidrocarburos. La segunda experiencia nacional fue el referéndum sobre las autonomías departamentales, realizado el año 2006. El referéndum revocatorio de mandato popular será entonces la tercera experiencia nacional de ejercicio de la democracia participativa.
Es por ello que, diversas organizaciones que son parte de los movimientos sociales, como es el caso de los campesinos, pueblos indígenas – originarios, colonizadores, los regantes, productores de la hoja de coca y otros, desde hace varias semanas atrás, han emprendido una campaña proselitista de manera orgánica, con la finalidad de garantizar el voto popular de las grandes mayorías que les permita ratificar al Presidente actual Evo Morales Ayma y al mismo tiempo al Vicepresidente Álvaro García Linera.
Concretamente en el Departamento de Cochabamba, la estrategia de la campaña está siendo vanguardizada por la Federación de Sindical Trabajadores Campesinos Originarios y la Federación Sindical de Mujeres Bartolina Sisa, de las 16 provincias que comprende el departamento.
Por otro lado, dentro la estrategia de campaña, la consigna es lograr que el actual Prefecto de Cochabamba Manfred Reyes Villa sea revocado de su cargo, ya que es visibilizado como el principal opositor al actual proceso de cambio emprendido por el actual Gobierno Nacional, asimismo es estigmatizado como el causante de los conflictos suscitados entre los pobladores de área urbana y rural.
Además esta identificado como un personaje que promueve la división de Bolivia, por su estrecha relación con los cuatro prefectos de la denominada Media Luna, que es de que han asumido a ejercer el cargo han emprendido una franca oposición a través de una serie de acciones dirigidas a desestabilizar la actual administración del Estado.
Fuente: KURMI - COCHABAMBA
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