Las Malas Compañías:

Las Malas Compañías: La relación entre la Comisión Europea y la industria de los transgénicos

06/05/2008
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Resumen ejecutivo

No es ningún secreto que la clase política de la UE se ha embarcado en una agenda neoliberal. Para la agricultura y la alimentación esto se traduce en un modelo de agricultura intensivo altamente tecnologizado, con insumos y otros elementos patentados (pesticidas, semillas modificadas genéticamente, etc.) que generan riqueza para la industria europea. Los principales objetivos, claramente establecidos en los objetivos políticos de la UE, como por ejemplo, la Agenda de Lisboa, son el convertir a Europa en líder de la economía mundial. Esto se ha expresado en muchos eslóganes políticos, la “Biosociety” en los ochenta, la “Economía basada en el conocimiento” en los noventa, y la “Bioeconomía basada en el conocimiento” (Knowledge-Based Bio-Economy o KBBE) en la década actual.

Los problemas que debe afrontar nuestra sociedad, como la alimentación, la salud, la biodiversidad, la creación de puestos de trabajo, se utilizan para justificar estos objetivos políticos y económicos, que pasan de ser posibles a inevitables. Por ejemplo, muy a menudo se oye el argumento de que “no se puede prescindir de los cultivos y los alimentos genéticamente modificados ya que generan empleo”. Pero los datos muestran que éste no es el caso, y que son otros tipos de alimentos y de agricultura, como la ecológica, los que, en realidad, crean puestos de trabajo, con un crecimiento rápido y reactivando las economías rurales. Aunque estas alternativas han sido políticamente apartadas por la mentalidad KBBE.

Este informe analiza uno de los resultados de este pensamiento y agenda política, del poder de los grupos de presión (lobby) y su vinculación con una de las instituciones claves de la UE, la Comisión Europea. Éste no es un estudio exhaustivo de los lobbies de la agricultura biotecnológica en la UE, si no que se centra en uno de los grupos de presión de la industria biotecnológica, EuropaBio, y en ejemplos actuales de los estrechos vínculos entre las empresas que pretenden conseguir unos cuantiosos beneficios de la biotecnología aplicada a la agricultura, y los creadores de políticas de la Comisión Europea.

La Comisión Europea es el brazo ejecutivo de la Unión Europea y lo forman hasta 40 Direcciones Generales (DG), el equivalente a los ministerios en los gobiernos nacionales. Las actuales leyes de la UE sobre cultivos y alimentos modificados genéticamente (conocidos como MG u OMG) se encuentran supeditadas a las Direcciones Generales de Medio Ambiente y Salud. El Comisario de Medio Ambiente ha sido muy cuidadoso al abordar esta nueva tecnología, muy en línea con su mandato, aunque esto no encaja con el concepto de KBBE y se ha intentado apartar a la DG de Medio Ambiente de la toma de decisiones de la Comisión, debido a las presiones ejercidas por las DG de Comercio, Investigación, Agricultura, Empresa e Industria, Mercados Internos, además del propio Secretario General de la Comisión e incluso su Presidente Barroso.

EuropaBio es uno de los principales y más activos grupos de presión sobre alimentos y cultivos MG en la UE, y presume de sus “excelentes relaciones profesionales” con la Comisión Europea. Las campañas de este grupo de presión de la agricultura biotecnológica están lideradas por Bayer Cropscience, DuPont/Pioneer, Monsanto y Syngenta. Ya que el mercado de la alimentación y cultivos transgénicos está dominado por un reducido número de grandes multinacionales, EuropaBio está, en esencia, impulsando sus intereses en la Comisión Europea y en todas partes.

* Documento disponible en PDF
https://www.alainet.org/es/articulo/127388
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