Preguntas fuertes y respuestas débiles

07/04/2008
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Contrariamente a Habermas para quien la modernidad occidental sigue siendo un proyecto incompleto, yo he argumentado que nuestro tiempo está asistiendo a la crisis final de la hegemonía del paradigma sociocultural de la modernidad occidental, y que, por tanto, ha llegado el momento de un cambio de paradigma. Y lo propio de las épocas de transición es el hecho de ser un tiempo de preguntas fuertes y respuestas débiles. Son, por tanto, preguntas que provocan un tipo particular de perplejidad. Las respuestas débiles son las que no pueden acabar con esta perplejidad y que incluso pueden incrementarla.

Preguntas y respuestas varían en función de la cultura y de la región del mundo de que se trate. Sin embargo, la discrepancia entre la fuerza de las preguntas y la debilidad de las respuestas parece ser muy común. Deriva de la actual variedad de zonas de contacto respecto a culturas, religiones, economías, sistemas sociales y políticos, y estilos de vida, como resultado de lo que ordinariamente llamamos globalización.

En mi opinión, una de las razones del éxito del Foro Social Mundial está en la disyunción entre preguntas fuertes y respuestas débiles. Representa la conciencia mínima posible de una época determinada. Pero ya que la perplejidad proviene en primer lugar del cuestionamiento de dichos mapas, la respuesta débil-débil es una invitación al inmovilismo. La respuesta débil-fuerte, al contrario, es una invitación a moverse asumiendo un alto riesgo.

El éxito del Foro Social Mundial está en que es una respuesta débil-fuerte a una pregunta fuerte de nuestro tiempo. La Formulo de la siguiente manera: Si no hay más que una humanidad, ¿por qué hay tantos principios diferentes relativos a la dignidad humana y a la justicia social, todas ellas supuestamente únicas y sin embargo a menudo contradictorias entre sí? En la base de esta pregunta está la verificación, hoy más equívoca que nunca, de que la comprensión del mundo excede ampliamente la comprensión occidental del mundo. Una de las respuestas débiles-débiles más extendidas a esta pregunta es la forma convencional de entender los derechos humanos.

Esta respuesta débil-débil ha sido totalmente aceptada por la izquierda convencional, particularmente en el Norte Global. Se ha vendado ella misma los ojos, por tanto, a las nuevas realidades que están surgiendo en los países del Sur Global. Han surgido y florecido movimientos de resistencia, tanto violentos como no violentos, contra la opresión, la marginalización y la exclusión, cuyas bases ideológicas no tienen nada que ver con las que fueron la referencia de la izquierda durante el siglo XX (marxismo, socialismo, desarrollismo, nacionalismo antiimperialista). A pesar de las enormes diferencias existentes entre ellos, estos movimientos tienen en común el hecho de que todos ellos arrancan de unas referencias políticas y culturales que son no-occidentales, aunque estén constituidas por la resistencia a la dominación occidental. Las dificultades de evaluación política experimentadas por la izquierda derivan, por un lado, del fracaso de no saber prever una sociedad futura como alternativa a la sociedad capitalista liberal y, por el otro, del universo cultural y epistemológico nortecéntrico o eurocéntrico que ha presidido a la izquierda.

En mi opinión, el FSM es hasta ahora la respuesta débil-fuerte más convincente a esta pregunta. A pesar de sus limitaciones y de las críticas internas y externas, el Foro se ha constituido de un modo creíble como un espacio global abierto, un grupo de encuentro para los movimientos y organizaciones más diversos, procedentes de los lugares más distantes del planeta, implicados en las luchas más diversas, expresándose en una cantidad babélica de idiomas, anclados en filosofías y formas de conocimiento occidentales y no occidentales, defendiendo diferentes concepciones de la dignidad humana, exigiendo una variedad de otros mundos que tendrían que ser posibles. En suma, ha convertido la diversidad en un valor positivo, una fuente potencial de energía para la transformación social progresiva.

- Boaventura De Sousa Santos
Universidad de Coimbra
https://www.alainet.org/es/articulo/126794
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