Oficialmente quedó establecido que las Fuerzas Armadas de Colombia violaron el espacio aéreo y el territorio de Ecuador para ejecutar una operación en contra de las FARC.

El presidente colombiano, Álvaro Uribe, dijo que asumía "toda la responsabilidad" del episodio. Es, en efecto, el responsable del desencadenamiento de una grave y sensible situación a nivel regional.

Uribe ordenó y respaldó una acción militar extraterritorial que viola el Derecho Internacional.

Uribe, peligrosamente, pretende expandir el conflicto interno colombiano al resto de Latinoamérica.

El gobernante introdujo un factor de desestabilización política y diplomática a nivel regional y, como no ocurría hace años, abrió amenazas a la paz en el continente.

El gobierno de Álvaro Uribe es promotor del Plan Colombia elaborado y financiado por Estados Unidos (Mil millones de dólares aprobados por el Senado de ese país), que tiene como complemento principal usar oficiales, tecnología y material bélico estadounidense en operaciones contra la guerrilla.

Desde Bogotá se está autorizando la presencia militar y operacional de Estados Unidos en América Latina.

Si otros gobiernos de la región aplicaran las tesis del presidente Uribe para enfrentar y resolver conflictos internos o diferendos territoriales, la región entraría en una escalada peligrosa y dramática.

Por cierto, los problemas bilaterales Uribe debería resolverlos bilateralmente y no buscando extender sus problemas a la región.

Llama la atención que cuando se avanzaba en la solución de casos de secuestrados por la guerrilla, Uribe decidió lanzar un operativo militar en territorio ecuatoriano, abriendo un cuadro hipersensible y peligroso.

Fuente: Agencia de Noticias de Chile (ANCHI)
http://www.anchi.cl